Aeropuerto Jorge Chávez: Así es el proceso migratorio para viajes nacionales e internacionales

En lo que va de 2025, más de mil personas han sido reembarcadas a sus países de origen tras ser detectadas como inadmisibles en la terminal

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Migraciones incrementó en 40 %
Migraciones incrementó en 40 % su personal operativo. Foto: Andina

En el nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, miles de viajeros, tanto peruanos como extranjeros, pasan cada día por un proceso de Migraciones que apunta a asegurar el ingreso y salida del país bajo estrictos lineamientos. El objetivo central es garantizar que toda persona cumpla la normativa y reducir cualquier riesgo vinculado a la seguridad nacional o la integridad de los sistemas de identificación.

Para periplos a nivel nacional, el procedimiento comienza incluso antes de que los pasajeros aterricen. Los datos recopilados por el Sistema de Información Avanzada de Pasajeros (APIS) permiten que el personal de Migraciones realice un perfilamiento anticipado, para detectar casos que requieran revisiones específicas. Al llegar, se verifica la documentación, se recaban datos biométricos y, en ciertas situaciones, se realizan entrevistas sobre el motivo del viaje o el tiempo de estadía. Si surgen inconsistencias o dudas durante esta verificación, se aplica un control migratorio secundario, más exhaustivo, con base en el Decreto Legislativo 1582.

En lo que va de 2025, más de mil personas han sido reembarcadas a sus países de origen tras ser detectadas como inadmisibles en la terminal, por incumplimientos de requisitos de ingreso o riesgos potenciales. Especial énfasis reciben los horarios punta, entre las 23:00 y las 2:00 horas, cuando confluyen hasta 30 vuelos con cerca de 6 mil pasajeros. Debido a que el área de llegadas internacionales es un 20% menor respecto a la terminal anterior, se aplican protocolos para mitigar la congestión y asegurar un flujo ágil, sin comprometer la seguridad.

El control de salidas, en el caso de que fueran al exterior, también incorpora verificaciones detalladas. Para los ciudadanos peruanos, el proceso incluye el descarte de requisitorias o impedimentos judiciales de salida del país, así como la revisión de documentos frente a intentos de suplantación o adulteración. Un equipo especializado, denominado Punto Atenas, se encarga de detectar fraudes documentales mediante tecnología avanzada y la cooperación informativa con estaciones migratorias de América Latina y Europa.

Los menores de edad reciben especial atención. Cuando un niño viaja solo, con uno de sus padres, o con tutores, es obligatorio presentar autorizaciones notariales, consulares o judiciales, dependiendo del caso. Esto garantiza la protección de los menores y evita situaciones de trata o traslados irregulares.

La introducción de puertas electrónicas para ciudadanos peruanos mayores de edad y extranjeros residentes con pasaporte electrónico ha optimizado el flujo migratorio. Con el prerregistro, el pasajero puede completar su control migratorio en cuestión de segundos, tanto en salidas como en llegadas internacionales. Este sistema ha reducido tiempos de espera y mejora la experiencia del usuario en el aeropuerto.

El exceso de la cantidad
El exceso de la cantidad de productos tecnológicos podrían traer consecuencias. Foto: Andina

Alertan lleno de pasajeros

La congestión en el área de control migratorio del nuevo Aeropuerto Jorge Chávez se ha convertido en una preocupación recurrente para autoridades y pasajeros. Según la Superintendencia Nacional de Migraciones y el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán), los viajeros pueden enfrentar demoras de hasta una hora durante las horas punta, entre las 11:00 p.m. y las 2:00 a.m. En ese lapso, llegan hasta 30 vuelos internacionales que suman cerca de 6 mil pasajeros, lo que ha provocado situaciones de “lleno total” en el espacio destinado a las verificaciones.

El principal factor detrás de estos episodios radica en que el área de control migratorio del nuevo terminal es un 20% menor que la del antiguo aeropuerto. Esto limita la capacidad para atender de manera simultánea al flujo creciente de viajeros. A pesar de los esfuerzos de las autoridades para agilizar el procedimiento, los picos de afluencia desafían la capacidad instalada y generan largas filas y tiempo de espera superior al habitual.

El uso de puertas electrónicas y el aumento del personal operativo, en un 40%, han sido parte de las medidas adoptadas para mitigar los efectos de la reducción de espacio. En los últimos meses, se incrementaron los módulos de control en salidas y llegadas internacionales, facilitando los trámites para ciudadanos peruanos mayores de edad y residentes con pasaporte electrónico, que pueden completar el control migratorio en segundos tras un prerregistro.

La fase de verificación comienza incluso antes de que los vuelos aterricen, con un perfilamiento anticipado de los pasajeros mediante el Sistema de Información Avanzada de Pasajeros (APIS). Luego, una vez en el aeropuerto, los visitantes pasan por una revisión documental, registro de datos biométricos y consultas sobre su viaje. Si se detectan anomalías o alertas, el pasajero puede ser sometido a un control secundario más exhaustivo, en apego a la normativa vigente, o incluso se evalúa la posibilidad de inadmisión y reembarque si correspondiera.