Hacer industria es cada vez menos rentable en el Perú: costos operativos se disparan y márgenes se derrumban por la inseguridad, alerta SNI

El 45% de los empresarios industriales en Perú ha sido víctima de la delincuencia en los últimos doce meses, según el más reciente estudio del Instituto de Estudios Económicos y Sociales (IEES) de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), que abarca el periodo de junio de 2024 a mayo de 2025.

Este dato, recogido en Lima el 23 de junio de 2025, pone en evidencia el impacto creciente de la criminalidad sobre el desarrollo de la industria nacional y revela una tendencia preocupante para el sector productivo del país.

El informe del IEES de la SNI detalla que la inseguridad ciudadana no solo ha generado pérdidas materiales directas para los empresarios industriales, sino que también ha influido de manera crítica en sus decisiones estratégicas. El 16% de los encuestados reconoció que la inseguridad los obligó a reducir, postergar o cancelar inversiones durante el último año.

Las consecuencias de la reducción, postergación o cancelación de inversiones han sido diversas y profundas. El estudio señala que el 39% de los empresarios que tomaron estas medidas experimentó la paralización de proyectos o planes de expansión, lo que implica una detención en el desarrollo de nuevas líneas de producción, la modernización de instalaciones o la apertura de nuevas plantas.

Esta paralización no solo afecta a las empresas involucradas, sino que también repercute en la generación de empleo y en la competitividad del sector industrial peruano. Además, el 32% de los empresarios reportó un aumento en los costos operativos como resultado de la inseguridad. Este incremento se debe, en parte, a la necesidad de invertir en medidas adicionales de protección y a la interrupción de procesos productivos.

La menor rentabilidad también se ha hecho presente, con el 29% de los encuestados señalando que sus márgenes de ganancia se han visto afectados por la criminalidad. La inseguridad, por tanto, no solo representa un riesgo para la integridad física y patrimonial de las empresas, sino que también erosiona su viabilidad financiera.

El informe del IEES de la SNI advierte sobre otras consecuencias derivadas de la inseguridad. El 29% de los empresarios industriales encuestados indicó haber perdido clientes debido a la imposibilidad de cumplir con los estándares de servicio o a la percepción de riesgo por parte de sus socios comerciales.

La disminución de la productividad, mencionada por el 23% de los participantes, se relaciona con la necesidad de interrumpir operaciones, reasignar recursos a tareas de seguridad o enfrentar ausencias laborales por incidentes delictivos.

Además, el 16% de los empresarios reconoció haber incumplido pedidos programados, lo que afecta la reputación y la confiabilidad de las empresas ante sus clientes. Las interrupciones en la cadena de suministro, aunque menos frecuentes, también se han registrado, con un 6% de los encuestados reportando este tipo de afectación.

Frente a este panorama, la reacción de los empresarios industriales ha sido invertir en medidas para mitigar los riesgos asociados a la inseguridad. El estudio del IEES de la SNI revela que 2 de 3 tres industriales encuestados realizaron gastos específicos para proteger a sus trabajadores y operaciones. Esta tendencia muestra la importancia que las empresas otorgan a la seguridad como un componente esencial de su gestión, aunque ello implique destinar recursos adicionales que podrían haberse invertido en innovación o expansión.

De quienes realizaron estos desembolsos, el 58% afirmó que los gastos en seguridad fueron superiores a los efectuados en el periodo anterior (junio 2023 – mayo 2024). Este aumento refleja la percepción de que la criminalidad ha escalado y que las medidas tradicionales de protección resultan insuficientes ante las nuevas modalidades delictivas. La inversión en seguridad se ha convertido, así, en un rubro creciente dentro de los presupuestos empresariales, desplazando otras prioridades estratégicas.

En cuanto al tipo de gastos realizados, el informe del IEES de la SNI detalla que el 73% de los empresarios optó por la instalación de sistemas de videovigilancia, buscando disuadir actos delictivos y facilitar la identificación de los responsables en caso de incidentes. La contratación de seguridad privada fue la elección del 36% de los encuestados, lo que implica la presencia de personal especializado en la protección de instalaciones, bienes y personas.

Además, el 25% de los empresarios invirtió en la capacitación de su personal en protocolos de seguridad, con el objetivo de preparar a los trabajadores para actuar de manera adecuada ante situaciones de riesgo y reducir la vulnerabilidad de la empresa. El problema está en que hablamos de recursos que deberían destinarse a tecnología o la generación de más empleo e inversiones en el sector, por lo que terminan repercutiendo negativamente en las industrias del Perú.