La tos ferina volvió con fuerza a Perú y desató el brote más grave de la última década. En lo que va del 2025, el país ya acumula 1,044 casos confirmados y probables de esta enfermedad respiratoria, y 17 personas han fallecido, la mayoría niñas y niños menores de cuatro años. El aumento de contagios —más de 3,100% respecto al mismo periodo del año pasado— ha encendido las alertas, especialmente en Loreto, la región más golpeada por la epidemia.
Para precisar, la cifra representa un alarmante aumento del 3,162% respecto al mismo periodo del año anterior, cuando apenas se habían registrado 32 casos y ninguna muerte. La situación generó alerta entre las autoridades sanitarias, pero también ha generado críticas por la tardía y limitada reacción del Estado.
En el epicentro de este brote se encuentra la región Loreto concentra 703 de los 1,044 casos nacionales y 15 de las 17 defunciones. De estos, 645 contagios y 12 muertes ocurrieron en la provincia de Datem del Marañón, principalmente en distritos rurales como Pastaza, Morona y Barranca, donde las tasas de incidencia superan ampliamente la media nacional.
En Pastaza, nueve niños menores de 11 años murieron por esta enfermedad. De los 151 menores de un año registrados en el distrito, solo 22 han recibido la tercera dosis de la vacuna pentavalente, según información oficial obtenida por Salud con lupa.
Esta baja cobertura de vacunación responde a problemas estructurales, como la falta de brigadas de vacunación, deficiencias en la cadena de frío, escasa conectividad fluvial y aérea, y el crítico estado del sistema de salud amazónico, que enfrenta enormes limitaciones logísticas, técnicas y humanas, señalan.
El Estado reaccionó tarde, advierten
Pese a la magnitud del brote, la respuesta estatal llegó tarde. Recién el 9 de junio, el Minsa anunció el despliegue de 17 brigadas sanitarias hacia seis distritos de Datem del Marañón. Y fue recién el 12 de junio que se aprobó una transferencia de S/12,5 millones para enfrentar la emergencia.
Estas medidas, sin embargo, han sido calificadas como reactivas e insuficientes por especialistas. La situación en campo —donde apenas un pequeño porcentaje de niños fue vacunado y las brigadas no llegan a las zonas más alejadas—.
Tumbes: primer fallecido y cerco sanitario activo
Otra región en alerta es Tumbes, que pasó de cero casos en 2024 a 31 contagios confirmados en 2025. El brote ya provocó una muerte, correspondiente a una mujer de 19 años del centro de la ciudad.
Las autoridades regionales activaron un cerco epidemiológico y se están tomando muestras de 27 casos sospechosos que fueron enviados al Instituto Nacional de Salud (INS) en Lima. Además, se han iniciado visitas casa por casa para detectar casos y reforzar la vacunación, con apoyo de agentes comunitarias.
¿Qué es la tos ferina y cómo se previene?
La tos ferina —también conocida como coqueluche— es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. Afecta principalmente a bebés y niños pequeños, y se manifiesta con accesos de tos intensos, persistentes y peligrosos, que pueden durar varias semanas. En los más pequeños puede causar dificultad respiratoria grave, convulsiones, neumonía y hasta la muerte.
- El esquema de vacunación nacional contempla:
- 3 dosis de vacuna pentavalente a los 2, 4 y 6 meses de edad.
- 2 refuerzos con vacuna DPT a los 18 meses y 4 años.
- 1 dosis de Tdap en gestantes entre las 20 y 36 semanas para proteger al recién nacido.
El problema es que, en muchas zonas rurales o indígenas del país, estos esquemas no se están cumpliendo por falta de personal, acceso o información.
Al respecto, especialistas como Carlos Álvarez, del equipo técnico de la Gerencia Regional de Salud de Loreto, han alertado que el brote causó un incremento del 800% en muertes infantiles por tos ferina en comparación con el año anterior. “Necesitamos apoyo económico urgente del Ministerio de Salud para enviar brigadas y completar esquemas de vacunación en las zonas más vulnerables”, declaró.
Vacunas contra la tos ferina
Según el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares), durante el 2025 se han distribuido cerca de 1,9 millones de dosis de vacunas esenciales para niños y mujeres gestantes, incluyendo:
- Más de 700,000 dosis de la vacuna pentavalente, que protege contra difteria, tétanos, tos ferina, hepatitis B y Haemophilus influenzae tipo b.
- Casi un millón de dosis de la vacuna DPT, enfocada en niños menores de cinco años.
- Cerca de 200,000 dosis de Tdap acelular, destinada a embarazadas para proteger a sus bebés desde el nacimiento.
- Además, Cenares mantiene un stock nacional de más de 400,000 dosis de pentavalente, 435,000 de DPT y 160,000 de Tdap. Con ello se garantiza, en teoría, la disponibilidad nacional al 100% según lo programado.
Sin embargo, las cifras de distribución no siempre se traducen en vacunación efectiva en campo, especialmente en territorios como Loreto, donde la falta de personal y logística limita drásticamente el acceso real a las vacunas.
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