Así puedes usar las almohadas viejas para decorar la casa y jugar con tus hijos

Se puede reutilizar las almohadas viejas para decorar nuestros espacios y jugar con los hijos, sumando creatividad y diversión al hogar

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Se recomienda cambiar las almohadas
Se recomienda cambiar las almohadas cada 3 meses en personas vulnerables, pues acumulan ácaros que pueden provocar alergias o enfermedades respiratorias (Real Simple)

Las almohadas son esenciales para un buen descanso: mantienen el cuello alineado, reducen dolores y favorecen el sueño reparador, aspectos clave para el bienestar físico y mental. Según expertos internacionales, deben ser renovadas cada 1 a 2 años dado su desgaste y deterioro de apoyo. En Perú, el Seguro Social de Salud (EsSalud) recomienda cambiarlas cada 3 meses en personas vulnerables (niños, adultos mayores o alérgicos), pues acumulan ácaros que pueden provocar alergias o enfermedades respiratorias.

Sin embargo, es común que, una vez viejas, terminemos desechándolas. En lugar de eso, podemos darles una segunda vida: reutilizarlas para decorar nuestros espacios y jugar con los hijos, sumando creatividad y diversión al hogar.

Cómo usar las almohadas viejas para decorar la casa y jugar con tus hijos

Con las almohadas viejas se
Con las almohadas viejas se pueden elaborar cojines únicos y llenos de personalidad para la sala o el dormitorio (BoConcept)
  • Cojines decorativos reciclados: retira la funda, córtala y combínala con otras telas que ya no uses (camisetas, sábanas). Introduce el relleno de la almohada vieja: obtendrás cojines únicos y llenos de personalidad para la sala o el dormitorio. Además, así ayudas al ambiente y ahorras.
  • Funda nueva estilo patchwork: aprovecha retazos de tela para crear fundas con forma divertida (estrellas, corazones, animales) y rellénalas con trozos de la almohada. El resultado será decorativo y acogedor.
  • Muñecos suaves para los pequeños: con restos de la almohada, rellena muñecos de tela, ya sean animales, personajes o formas geométricas, que sean blanditos y seguros para abrazar. Son ideales para juego creativo, calma y cariño.
  • Almohadones para rincones de lectura: si tienes un espacio de lectura o juego, reutiliza varias almohadas viejas como respaldo en el piso. Y si les añades fundas lúdicas de colores llamativos, los niños se sentirán invitados a pasar tiempo allí.

Otros usos que se les puede dar a las almohadas viejas

  • Protector para mudanzas o embalaje: corta la almohada en trozos y úsala como relleno en cajas al empacar objetos frágiles o para proteger muebles durante mudanzas.
  • Acolchado para mascotas: utiliza el relleno para crear camas improvisadas para mascotas, cubriéndolas con telas resistentes, y así les das una zona cálida y confortable.
  • Apoyos para el jardín o huerto: forra con funda resistente y rellena con fibra de almohada vieja: tendrás cojines cómodos para rodillas o piernas al cuidar plantas o sembrar en el jardín.
  • Almohadillas de yoga o reflexión: con una funda de tela gruesa y relleno de almohada, puedes crear un cojín especial para meditar, estirarte o hacer ejercicios en casa.
  • Aislamiento improvisado: coloca trozos de almohada en grietas o rincones de puertas o ventanas para reducir corrientes de aire y mejorar el confort térmico.

Señales de que debes cambiar tu almohada

Si te levantas con dolor
Si te levantas con dolor de cuello, cabeza o espalda son señales de que la almohada ya no brinda buen soporte (Freepik)

Si la almohada presenta las siguientes características ha llegado el momento de cambiarla:

  • No recupera su forma (test del pliegue): si al doblarla, la almohada se queda plegada, perdió su integridad interna
  • Grumos y bultos internos: si el relleno se agrupa, formando almohadones o “pelotas”, indica desgaste profundo
  • Dolor al despertar: levantarse con dolor de cuello, cabeza o espalda son señales de que la almohada ya no brinda buen soporte
  • Manchas amarillas y olores persistentes: indican acumulación de sudor, aceites, bacterias y ácaros; no desaparecen con lavado
  • Empeoran las alergias: picor de ojos, congestión nasal o estornudos al dormir pueden indicar presencia de ácaros en la almohada vieja