Último sismo de 4.2 en Ancón no sería una réplica directa del fuerte temblor de 6.1

La madrugada del martes 17 de junio, un sismo de magnitud 3,7 sacudió la zona de Ancón, al norte de Lima, generando una percepción intensa entre los habitantes de la región. Según informó Juan Pablo Huapaya, vocero de Asismet, este evento sísmico no corresponde a una réplica del fuerte temblor de magnitud 6,1 que se registró el domingo 15 de junio, aunque sí reconoció que existe una motivación indirecta entre ambos movimientos telúricos.

De acuerdo con lo explicado por Huapaya y consignado por Asismet, el sismo del 17 de junio se clasificó como un sismo intraplaca, un tipo de fenómeno que se caracteriza por liberar una cantidad considerable de energía en el momento de su ocurrencia. Este tipo de sismos, detalló el vocero, suele provocar una sensación de sacudimiento más intensa y notoria para la población, en comparación con otros movimientos sísmicos de similar magnitud.

Asismet detalló que, a pesar de la cercanía temporal entre ambos eventos, el temblor de 3,7 grados no puede considerarse una réplica del sismo mayor del 15 de junio. “No está directamente relacionado, sino motivado”, puntualizó Huapaya subrayando la diferencia entre una réplica y un sismo motivado por condiciones similares en la región.

La ubicación del epicentro en Ancón, al norte de Lima, contribuyó a que el movimiento fuera percibido con mayor intensidad en esa zona. Según publicó Asismet, los sismos intraplaca como el registrado el 17 de junio suelen ser más notorios para la población debido a la forma en que la energía se libera en el interior de la placa tectónica, en lugar de en los límites entre placas.

El sismo de magnitud 6,1 ocurrido el 15 de junio había generado preocupación en la capital peruana y sus alrededores, por lo que la aparición de un nuevo movimiento sísmico dos días después llevó a la población a preguntarse sobre la posible relación entre ambos eventos. Sin embargo, Asismet reiteró que la naturaleza intraplaca del sismo más reciente lo diferencia de una réplica convencional, que suele estar directamente vinculada al evento principal.

“Estos suelen generar una sensación de sacudimiento mucho más intensa y notoria para la población, debido a la energía que liberan en el momento de su ocurrencia”, explicó el vocero de Asismet, enfatizando la importancia de comprender las diferencias entre los distintos tipos de sismos que pueden afectar a la región.

Ante un sismo, la clave es mantener la calma y actuar con rapidez siguiendo ciertas recomendaciones básicas. Si el temblor lo sorprende dentro de un edificio, busque protegerse junto a una pared estructural, debajo de una mesa resistente o en el marco de una puerta, alejándose de ventanas, espejos y objetos que puedan caer. No utilice ascensores y evite correr hacia las salidas mientras el movimiento continúe. Si se encuentra en la calle, aléjese de postes, cables eléctricos, árboles, fachadas de edificios y marquesinas. Diríjase a zonas abiertas donde no haya riesgo de desprendimientos.

En caso de estar en un vehículo, detenga la marcha en un lugar seguro, lejos de puentes, túneles o estructuras que puedan colapsar, y permanezca dentro del auto hasta que el sismo haya terminado. Luego del movimiento, verifique si hay heridos y solicite asistencia médica si es necesario. No encienda cerillos o encendedores en áreas donde pueda haber escapes de gas. Mantenga la radio encendida o consulte fuentes oficiales para estar informado sobre réplicas y posibles instrucciones de evacuación. Colabore con otras personas, conserve la calma y siga siempre las indicaciones de las autoridades de protección civil.