¿Por qué el paro de este 18 de junio no fue acatado desde la mañana?: “Para que todos puedan trabajar”

La mañana de este miércoles 18 de junio, fecha en la que se convocó un paro de transportistas, transcurrió con aparente normalidad en las calles de Lima Metropolitana y el Callao.

A diferencia de lo anunciado inicialmente, los principales accesos de la ciudad no mostraron signos de congestión ni parálisis del transporte urbano. A pesar de que la medida de fuerza había sido convocada por un sector de transportistas informales, todo se desarrolló sin mayores contratiempos, y los buses siguieron circulando por las principales avenidas de la capital.

La razón de esta calma temprana se debe a que el paro no fue acatado de manera total. Julio Campos, vicepresidente de la Alianza Nacional de Transportistas, ensayó una explicación y dijo que la protesta no había sido programada para la mañana, sino para la tarde.

Según sus declaraciones, la medida de fuerza no estaba pensada para afectar el día completo de trabajo y estudio de los ciudadanos, sino que buscaba asegurar que los transportistas pudieran movilizarse sin alterar su jornada.

La estrategia consistía en que la protesta comenzara por la tarde para que los conductores pudieran seguir operando hasta el mediodía.

A las 2 de la tarde, un promedio de 5.000 unidades de transporte público estaban previstos para unirse a la manifestación que se dirigiría hacia el Congreso de la República. “Hemos convocado a la protesta a partir de las 2 de la tarde. En diferentes puntos, a esa hora, los conductores comenzarán a sumarse”, detalló Julio Campos, dejando en claro que la movilización era de carácter pacífico, con la intención de exigir soluciones a las extorsiones que han aumentado en los últimos meses.

No todos los gremios de transportistas se sumaron a la paralización. A pesar de que algunos sectores informales y de transporte de carga habían llamado a la huelga, los gremios formales, como la Asociación Nacional de Integración de Transportistas (Anitra) y la Asociación Nacional de Transporte Terrestre de Carga (Anatec), se distanciaron de esta medida.

En un comunicado, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) destacó que estos grupos no participarían en la paralización y que las operaciones del Metropolitano y la Línea 1 del Metro de Lima seguirían funcionando con total normalidad, garantizando así el transporte para aquellos ciudadanos que dependieran de estos servicios.

El presidente de Anitra, Martín Valeriano, comentó que el paro convocado carecía de enfoque en la mejora de la seguridad ciudadana, sugiriendo que algunas demandas estaban más relacionadas con intereses políticos y sectoriales.

Valeriano, quien no apoyó la movilización, lamentó que la protesta se haya politizado, mencionando que la población podría no respaldar la medida si percibía que los convocantes tenían intenciones ajenas a los problemas del transporte público.

El contexto detrás de esta protesta está vinculado a las crecientes quejas por las extorsiones a transportistas, así como a la falta de una solución integral a los problemas del sector. A pesar de los acuerdos firmados tras un paro anterior en abril, los transportistas aseguran que las autoridades no han cumplido con los compromisos asumidos, lo que los ha llevado a dar un ultimátum para la búsqueda de soluciones concretas. En su comunicado, los representantes de los transportistas expresaron que, si no se lograban avances en los próximos días, tomarían nuevas medidas de fuerza.

El gobierno, por su parte, mostró disposición para continuar el diálogo. El Ministerio de Transportes y Comunicaciones reiteró su compromiso con las negociaciones y con la garantía de que no se verían afectadas las actividades cotidianas de los ciudadanos. En este sentido, se hizo un llamado a evitar actos que pudieran perjudicar a quienes necesitan movilizarse para cumplir con sus compromisos laborales o personales.