Investigador de la UNI desarrolla cocina portátil de biocombustible para las zonas más remotas de la sierra

Aprovechar la biomasa local para transformar la manera en que las comunidades altoandinas preparan sus alimentos es la meta central del prototipo de cocina a gas diseñado por Walter Gonzales Arnao, docente e investigador de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).

Este sistema funciona con pellets desarrollados a partir de madera de eucalipto, ichu y grasa animal, y representa una apuesta por la energía limpia y eficiente para zonas rurales del Perú como Ayacucho, donde la innovación ya ha sido validada.

Gonzales Arnao, arquitecto y diseñador industrial, tiene una trayectoria reconocida por integrar la tradición artesanal con la tecnología y centrarse, en los últimos años, en energías renovables y patentes vinculadas a su aplicación práctica.

La carencia de tecnologías pensadas para procesar la abundante biomasa amazónica y andina del Perú, según explicó en entrevista con la Agencia Andina, motivó su más reciente trabajo, el cual ha plasmado en su tesis doctoral en Física.

Durante sus estudios en la UNI, Gonzales identificó que la falta de soluciones tecnológicas apropiadas y el uso predominante de leña elevaban la incidencia de enfermedades respiratorias en viviendas aisladas del frío. La cocina que desarrolló aborda este problema mediante un sistema que gasifica el combustible con mayor eficiencia, minimiza gases tóxicos y aprovecha recursos renovables locales.

La elaboración de los pellets parte de la compactación de madera de eucalipto, ichu y grasa animal en cilindros pequeños de 3 centímetros de longitud y entre 5 y 6 milímetros de diámetro. Esta forma asegura un mayor poder calorífico, casi el doble que el de los fogones tradicionales, y eso se traduce en tiempos de cocción significativamente más breves, precisó el investigador.

El prototipo incluye, a diferencia de los fogones tradicionales, un sistema para regular la potencia de la flama. El control sobre el fuego otorga mayor eficiencia y seguridad a los usuarios, apuntó. Asimismo, resaltó la importancia de secar bien la madera antes de su pelletización, ya que una alta humedad reduce la eficiencia de combustión y puede dañar el sistema. En países como España y Japón, la tecnología de pellets es común y madura: alcanzan hasta 12 veces más eficiencia que las prácticas tradicionales peruanas, afirmó.

Entre los principales beneficios, la rapidez destaca: con solo 400 gramos de pellets se pueden hervir 5 litros de agua en 14 minutos. Para alcanzar el mismo resultado con una cocina de leña tradicional se necesitan 3 kilogramos de leña y casi media hora. Además, el nuevo prototipo emite considerablemente menos humo y partículas nocivas, lo que contribuye a reducir los problemas respiratorios frecuentes en las comunidades rurales.

Según Gonzáles Arnao, si bien algunas cocinas mejoradas reducen la contaminación interior, no eliminan las emisiones al exterior ni fomentan el mantenimiento a largo plazo, problemas que su cocina a gasificación resuelve al asegurar una combustión casi total y constante.

La validación tecnológica se realizó tanto a nivel internacional, en la Universidad de Castilla-La Mancha en España, como localmente en la UNI y en la comunidad de San Francisco de Raymina en Ayacucho. Según Gonzales, la biomasa residual de eucalipto en dicha comunidad posee un significativo potencial energético, lo que facilita su transformación en pellets para uso doméstico sostenible.

Las invenciones integradas a este desarrollo han sido reconocidas por Indecopi a través de una patente de invención de los pellets y dos modelos de utilidad ligados al sistema. En total, Gonzáles Arnao suma más de 180 patentes, lo que lo consolida como uno de los mayores innovadores del Perú en el ámbito de la tecnología asociada a energía y medio ambiente.

El investigador concluyó que el avance de este tipo de soluciones demanda la intervención de las políticas estatales, con mayor inversión y promoción de nuevas tecnologías para impulsar el acceso a energía limpia y sostenible en las regiones más vulnerables del país.