Chalina: ¿esta prenda sirve para prevenir resfriados o gripe cuando hace frío?

No todas las chalinas abrigan igual. El material de fabricación es clave para ofrecer una protección térmica efectiva

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Cubrir el cuello, la garganta
Cubrir el cuello, la garganta y, en algunos casos, la boca y la nariz, ayuda a mantener una temperatura corporal constante (Harper's Bazaar México)

Durante el invierno, es muy común ver a las personas abrigadas con gorros, guantes y especialmente chalinas, conocidas en otras regiones como bufandas. En el Perú, esta prenda se ha convertido en un accesorio indispensable para proteger el cuello y mantener el calor corporal durante los días más fríos, especialmente en ciudades como Lima, Arequipa o Cusco, donde las temperaturas pueden descender considerablemente.

De acuerdo con el Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud), durante los meses de invierno se incrementan los casos de infecciones respiratorias agudas, resfriados comunes y gripe, afectando especialmente a niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Por eso, muchas personas optan por cubrirse bien, y una chalina parece ser una herramienta simple pero efectiva para cuidarse del frío. Sin embargo, ¿realmente esta prenda ayuda a prevenir estas enfermedades?

¿La chalina sirve para prevenir resfriados o gripe cuando hace frío?

La chalina no previene directamente el contagio de virus como el de la gripe o el resfriado, ya que estas enfermedades se transmiten por vía aérea, a través de gotitas de saliva o moco al toser, estornudar o hablar. Sin embargo, su uso sí puede ayudar a reducir el impacto del frío sobre el cuerpo, y por lo tanto, actuar como una medida complementaria para proteger el sistema respiratorio.

Cubrir el cuello, la garganta y, en algunos casos, la boca y la nariz, ayuda a mantener una temperatura corporal constante. El exceso de frío en estas zonas puede debilitar las defensas locales de las vías respiratorias, facilitando que los virus ingresen y se reproduzcan. Además, si una persona ya tiene las defensas bajas, exponerse al frío sin protección puede agravar su condición o hacer que los síntomas se presenten con más intensidad.

Es recomendable usar la chalina
Es recomendable usar la chalina entre las 5 p.m. y las 10 p.m., el descenso térmico vuelve a sentirse con más fuerza (Alessandro Currarino / GEC)

Cubrirse del frío no evita el contagio, pero sí disminuye el riesgo de complicaciones respiratorias, sobre todo en personas vulnerables. Por lo tanto, aunque la chalina no es una barrera contra virus, sí cumple una función importante en el cuidado general de la salud durante el frío, al conservar el calor corporal y reducir el estrés térmico.

Los mejores materiales de chalinas para abrigarse en invierno

No todas las chalinas abrigan igual. El material de fabricación es clave para ofrecer una protección térmica efectiva. Los materiales más recomendados son:

  • Lana: natural o sintética, retiene el calor y es ideal para temperaturas muy frías.
  • Alpaca: muy utilizada en el Perú, es más suave y ligera que la lana tradicional, pero con excelente capacidad térmica.
  • Polar: material sintético muy cálido, liviano y fácil de lavar.
  • Cachemira: de gran calidad y suavidad, aunque más costosa, abriga muy bien.

Por otro lado, las chalinas de algodón delgado o telas ligeras solo ofrecen protección parcial y están pensadas más para usos estéticos que para abrigar eficazmente en invierno.

La chalina de lana natural
La chalina de lana natural o sintética retiene el calor y es ideal para temperaturas muy frías (IStock)

Es importante que la chalina sea lo suficientemente larga para envolver el cuello más de una vez y, de preferencia, cubrir también la parte superior del pecho. Los tejidos gruesos y cerrados conservan mejor el calor.

¿En qué momentos del día es más recomendable usar chalinas?

El uso de chalinas es especialmente recomendable en las siguientes situaciones:

  • Durante las primeras horas de la mañana (5 a.m. - 8 a.m.): cuando la temperatura está en su punto más bajo.
  • Al caer la tarde y en la noche: entre las 5 p.m. y las 10 p.m., el descenso térmico vuelve a sentirse con más fuerza.
  • En exteriores o espacios mal ventilados: Al salir a la calle, en transporte público, o en ambientes con corrientes de aire.

También es útil usarla en interiores si no hay calefacción, sobre todo si la persona ya presenta síntomas leves o está en recuperación de alguna enfermedad respiratoria. Además, niños y adultos mayores deben usarla con más frecuencia, ya que su sistema inmunológico es más sensible a los cambios bruscos de temperatura.