Cae interno del penal El Milagro que extorsionaba desde su celda: ‘Chubi’ pedía hasta S/10 mil para no matar a sus víctimas

Desde una celda del penal El Milagro, un recluso dirigía una red de extorsión contra una serie de víctimas. Utilizaba un teléfono móvil, aplicaciones de pago y una libreta con anotaciones detalladas para amenazar y cobrar sumas de dinero desde el interior del penal.

Se trata de José Castañeda Gómez, alias “Chubi”, de 33 años, condenado a 35 años de prisión por robo con subsecuente muerte. A pesar de estar recluido en el pabellón 5, coordinaba los cobros y las amenazas como si operara en libertad. Confesó que actuaba con ayuda de su hermana, quien recibía el dinero y lo distribuía.

Uno de los casos que permitió descubrirlo fue el de una mujer trujillana, quien denunció haber recibido amenazas de muerte si no pagaba S/10 mil. Los extorsionadores le ofrecieron luego reducir la suma a S/2 mil como cuota inicial, que debía transferir a una cuenta bancaria a nombre de una mujer.

Durante el allanamiento, la Policía halló en la celda del interno una libreta con datos de sus víctimas, como nombres, teléfonos y montos exigidos. La evidencia reveló el alcance de sus operaciones y encendió las alertas sobre el control que aún mantienen algunos internos dentro de las cárceles del país.

Durante el operativo, liderado por la Fiscalía Provincial de Trujillo, los agentes ingresaron a la celda del interno en el pabellón 5 del penal El Milagro. En el registro encontraron un teléfono celular y una libreta con apuntes que incluían nombres, números de DNI, teléfonos, montos y posibles direcciones.

Al ser interrogado, José Castañeda Gómez confesó que no actuaba solo. “Yo con mi hermana hacemos esto. (...) Me entregan los 500 soles, con lo cual yo puedo entregarle esta plata a los internos”, reconoció ante la Policía.

El recluso reveló que el dinero recibido por extorsión ingresaba tanto al Yape de su celular como al de su hermana Merly Castañeda Gómez, quien se encontraba en libertad y se encargaba de distribuir el dinero entre otros internos.

Según información preliminar, la hermana del interno habría actuado como nexo externo para facilitar las transferencias de dinero y permitir que otros reclusos accedan a parte del dinero obtenido de manera ilícita. La libreta hallada durante el allanamiento refuerza esta hipótesis, pues contendría datos de personas involucradas directa o indirectamente en el esquema.

Los agentes incautaron el celular desde donde salieron las amenazas, así como el cuaderno con anotaciones que podría ser clave para identificar a otras víctimas o colaboradores. Todo el material será sometido a análisis por peritos de la Policía Nacional y el Ministerio Público.

La agraviada relató que las amenazas comenzaron de manera progresiva. Al inicio recibió mensajes de un número desconocido con frases intimidantes. Luego comenzaron las llamadas en las que un hombre le advirtió que si no entregaba S/10 mil, atentaría contra ella o algún familiar cercano.

La mujer intentó dialogar con sus extorsionadores, quienes le ofrecieron reducir la suma a cambio de una cuota inicial de S/2 mil.

Para concretar el pago, los delincuentes enviaron los datos de una cuenta bancaria a nombre de Merly Castañeda Gómez. También habilitaron el número de Yape del mismo nombre como alternativa para el depósito inmediato. La víctima acudió a la Policía antes de realizar el pago.

La información permitió a los agentes rastrear la ubicación desde la que se generaban las llamadas y mensajes. Tras el análisis técnico de las líneas y registros de los aplicativos usados, los detectives lograron determinar que la actividad delictiva se coordinaba desde el penal El Milagro, lo que permitió autorizar el allanamiento e intervención.