Hallazgo de entierro prehispánico de la cultura Chancay en Puente Piedra: mujer encontrada con cerámica, mates rituales y restos marinos

La tumba hallada revela prácticas funerarias y rasgos culturales de los antiguos pobladores de la costa central. El Ministerio de Cultura intervino para proteger el sitio y preservar los bienes asociados al entierro

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Durante la instalación de tuberías
Durante la instalación de tuberías de gas natural, arqueólogos encontraron una tumba prehispánica con cerámica y restos orgánicos. (Composición: Infobae)

En medio de las labores rutinarias para la instalación de tuberías de gas natural, un equipo de arqueólogos encontró en Puente Piedra un vestigio que remonta a más de mil años atrás. Durante los trabajos realizados en la avenida Santa Patricia, se identificó un entierro humano de época prehispánica, acompañado de cerámica y restos orgánicos. El hallazgo detuvo de inmediato la intervención técnica y abrió paso a un proceso de investigación arqueológica supervisado por el Ministerio de Cultura.

El descubrimiento corresponde a la cultura Chancay, una sociedad que se desarrolló entre los años 1100 y 1400 d. C. en la franja costera central. En esta ocasión, los especialistas desenterraron el fardo funerario de una mujer de entre 20 y 25 años, junto a un conjunto de objetos que la acompañaron como parte de un rito de despedida. Los arqueólogos de Calidda estiman que el entierro tiene entre 1,000 y 1,100 años de antigüedad.

El hallazgo no fue casual. Las obras en esta zona del distrito contaron con el acompañamiento de personal especializado en monitoreo arqueológico. Apenas se detectaron señales de elementos culturales, se interrumpió la maquinaria pesada y se notificó al ente competente. Marcio Mayta, coordinador de Gestión Ambiental y Arqueología, señaló: “Al identificarse algún hallazgo arqueológico se puede detener la obra y se procede a su verificación con el objetivo de salvaguardar el patrimonio arqueológico que se encuentra en el subsuelo”.

Una mujer y su ajuar

El hallazgo, en Puente Piedra,
El hallazgo, en Puente Piedra, fue asociado a la cultura Chancay y obligó a suspender las obras para iniciar una investigación oficial. (Difusión)

La tumba encontrada reveló un fardo funerario bien conservado y dispuesto con precisión. Junto a la mujer sepultada se hallaron nueve vasijas de cerámica en estilos típicos del arte Chancay: ollas, cántaros y botellas decoradas con motivos geométricos en colores negro sobre blanco y tricolor. Además, se encontraron cuatro mates de calabaza que contenían restos de crustáceos, lo que sugiere un vínculo ritual o simbólico con el mar.

Estos elementos constituyen parte de lo que se conoce como ajuar funerario, un conjunto de objetos destinados a acompañar al difunto en su tránsito hacia otro plano. La disposición y el contenido permiten deducir ciertos aspectos sobre la posición social o los roles culturales desempeñados por la persona en vida. En este caso, la presencia de cerámica trabajada con detalle y los mates con residuos orgánicos podrían indicar una figura con cierta relevancia en su comunidad.

Características de la cultura Chancay

El entierro, que se estima
El entierro, que se estima de entre 1,000 y 1,100 años de antigüedad, perteneció a una mujer joven de la cultura Chancay. (Difusión)

La sociedad Chancay ocupó el territorio costero comprendido entre los valles del río Chancay y el Chillón, aunque su influencia se extendió hasta zonas como Pativilca, Supe y Fortaleza. Su economía combinó agricultura intensiva con comercio de objetos artesanales, destacando por una producción masiva de cerámica y textiles.

Fue una de las primeras culturas en elaborar cerámica en serie, lo que permitió su distribución a través de redes comerciales locales y regionales. La decoración de estas piezas se caracterizó por el uso de pigmentos en blanco y negro, aunque algunas fases tempranas presentaron acabados tricolores. Sus representaciones en cerámica incluían figuras humanas, escenas cotidianas y formas animales.

Uno de los elementos más representativos de su iconografía es el cuchimilco, una estatuilla de barro con brazos extendidos, rostro expresivo y detalles pintados. Estas figuras eran colocadas en contextos funerarios, con una alta presencia femenina entre los ejemplares hallados. Según el investigador Walter Tosso, los cuchimilcos habrían representado deidades o protectores del más allá.

Además del trabajo cerámico, los artesanos chancay dominaron la escultura en madera, logrando piezas con gran detalle. Algunos de los objetos más enigmáticos incluyen varas alargadas con figuras antropomorfas, horcones tallados con rasgos faciales y artefactos con forma de timón o herramienta agrícola. Varios de estos fueron pintados en colores vivos como el rojo, amarillo o azul.

En el ámbito arquitectónico, la cultura Chancay erigió centros urbanos de uso ceremonial y administrativo. Pisquillo Chico, Lauri y Pancha La Huaca son ejemplos de complejos con funciones religiosas, residenciales o de gobierno. Estos espacios estaban organizados de acuerdo con los oficios de sus habitantes, lo que sugiere una planificación social orientada a la eficiencia en la producción de bienes.

Las viviendas y templos fueron construidos con adobes moldeados en el mismo lugar de trabajo. En los edificios de mayor jerarquía se integraron también piedras, lo que denota una diferenciación material en función del uso o el estatus. Asimismo, se desarrolló una compleja red de canales y reservorios, reflejo del conocimiento hidráulico de esta sociedad para adaptar el entorno desértico a sus necesidades agrícolas.

Su fardo funerario fue hallado
Su fardo funerario fue hallado junto a vasijas decoradas y mates con restos marinos, lo que sugiere un ritual simbólico vinculado al mar. (Difusión)

La cultura Chancay aún guarda numerosos secretos. Aunque no se ha encontrado evidencia de una autoridad centralizada, su extensión territorial y su capacidad productiva revelan una organización sólida, posiblemente conformada por comunidades federadas. El arte textil alcanzó niveles notables, tanto por el uso de nuevos materiales como por las técnicas de tinturado y bordado. La gasa, por ejemplo, fue un tejido destacado en su producción.