Sismo de 6.1 remeció Lima, pero se espera uno mayor: ¿qué hacer con tu mascota antes, durante y después?

El Día del Padre fue irrumpido por un movimiento telúrico que dejó un saldo de un muerto y 17 heridos, lo que desnudó la falta de prevención en el país

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Algunos perros muestran signos de
Algunos perros muestran signos de nerviosismo, inquietud y ladridos excesivos ante los sismos, mientras que otros tienen una personalidad más serena y no muestran preocupación aparente. Foto: Andina

El reciente sismo de magnitud 6.1 que remeció Lima y Callao la mañana del domingo 15 de junio recordó la importancia de conocer los protocolos de seguridad ante estos fenómenos, tanto para las personas como para los animales. En situaciones de emergencia, las mascotas suelen mostrar signos de estrés o pánico, por lo que resulta fundamental integrar su seguridad dentro del plan familiar de respuesta ante sismos.

Antes de que ocurra cualquier evento sísmico, es prioritario identificar una zona de seguridad al interior de la vivienda, tal como lo aconseja el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), y prever un espacio donde los animales puedan resguardarse junto a la familia. Este lugar debe estar alejado de objetos que puedan caer, como repisas o vidrios. Además, conviene preparar una mochila de emergencia que incluya artículos indispensables para la mascota: alimento seco para al menos tres días, agua embotellada, correa reforzada, collar con identificación actualizada, recipientes para comer y beber, una manta y, de ser posible, su cartilla de vacunación.

Para mascotas pequeñas como gatos o roedores, una transportadora resulta clave, ya que facilita su traslado y protege de objetos que pudieran caer. El entrenamiento previo para que el animal se sienta cómodo dentro de esta jaula representa una ventaja en momentos de crisis.

Es importante que familiarices a
Es importante que familiarices a tus mascotas con transportadores. | Vetclan

¿Qué hacer con tu mascota durante un sismo?

Es probable que los animales perciban el movimiento antes que las personas y adopten conductas nerviosas. Por ello, es importante que los cuidadores se mantengan en calma y, en lo posible, llamar a la mascota sin recorrer distancias largas o atravesar espacios peligrosos. Es fundamental no soltarla ni dejar que huya; los perros, por ejemplo, pueden escapar y dificultar su localización posterior.

Si el animal se encuentra cerca, se le debe asegurar con la correa o introducir en la transportadora con movimientos suaves y firmes. Los gatos, que suelen esconderse, no deben ser perseguidos a la fuerza, sino que se recomienda atraerlos con voz calmada y familiar. Si no es posible, priorizar la seguridad personal y esperar a que acabe el movimiento fuerte.

En caso de evacuación, llevar siempre a la mascota con correa, placa o jaula; nunca dejarla dentro del inmueble sola. Si no existe otra opción que permanecer en el lugar, ubicarse junto al animal en la zona segura elegida, alejada de ventanas, espejos o muebles inestables.

Al finalizar el movimiento, resulta primordial revisar el estado físico de la mascota: buscar cortaduras, sangrado, cojera o heridas superficiales. De existir lesiones graves, recurrir a un veterinario lo antes posible. También es normal que los animales se encuentren asustados y traten de escapar o esconderse. Proporcionarles seguridad y trato cariñoso ayuda a reducir su ansiedad. Evitar los gritos o castigos, pues solo contribuyen al estado de alarma.

Un ciudadano con su mascota
Un ciudadano con su mascota llega a una campaña veterinaria para un tratamiento de desparasitación. (Crédito: Andina)

Si el inmueble sufre daños estructurales, se debe trasladar a la mascota a una zona abierta y, de ser necesario, buscar un refugio temporal donde esté autorizada la permanencia de animales. En emergencias, mantener la cartilla de vacunación y un listado de medicamentos resulta útil, especialmente para mascotas con enfermedades crónicas o necesidades dietéticas especiales.

Incorporar a las mascotas en los simulacros de sismo ayuda a que se habitúen a los protocolos de salida rápida y a la coexistencia con otros animales en espacios reducidos. Además, familiarizarlas con el sonido de alarmas o timbres contribuye a disminuir episodios de miedo excesivo.

Prepararse de antemano y actuar de forma organizada permite proteger tanto a los seres humanos como a sus animales ante los eventos sísmicos, salvaguardando la vida y bienestar de todos los miembros de la familia.