Ministro de Cultura afirma que las Líneas de Nasca no están en riesgo y defiende reducción de área protegida

El ministro de Cultura, Fabricio Valencia, compareció el viernes 13 de junio ante el Pleno del Congreso de la República para responder a tres mociones de interpelación. Una de ellas, impulsada por el congresista Edward Málaga, cuestionó la evaluación técnica que contemplaba la reducción de más de 2,400 kilómetros cuadrados de la Reserva Arqueológica de Nasca, reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO desde 1994.

Durante su exposición, Valencia respondió 52 preguntas relacionadas con esta propuesta y otros temas de su gestión. La sesión se desarrolló en un clima de fiscalización y críticas desde distintos sectores del Parlamento, que exigieron explicaciones sobre posibles afectaciones al patrimonio cultural.

En relación con la UNESCO, el ministro sostuvo que las Líneas de Nasca no están inscritas en la lista de patrimonio mundial en riesgo, por lo que no era obligatorio notificar la evaluación técnica sobre la reducción del área protegida.

“Cuando UNESCO verifica que un bien que tiene la condición de Patrimonio Mundial enfrenta algún riesgo sustentado, lo inscribe en la lista de patrimonio en riesgo. No es el caso de las Líneas de Nasca”, indicó durante su intervención. En ese sentido, afirmó que el Ministerio de Cultura actúa dentro del marco de la Convención del Patrimonio Mundial, a la que el Perú está suscrito.

Además, aseguró que la propuesta de recorte se fundamenta en estudios arqueológicos realizados durante más de 20 años y que esta delimitación no afecta las figuras geométricas y biomorfas más conocidas del desierto de Nasca.

Otro punto abordado en la sesión fue la falta de consulta previa a comunidades locales o colegios especializados. Al respecto, Valencia indicó que no se realizó este proceso porque existe un marco legal vigente que otorga al Ministerio de Cultura la facultad de modificar o redefinir los límites de las reservas arqueológicas sin necesidad de consulta previa.

La explicación generó reacciones en el hemiciclo. Algunos legisladores cuestionaron que no se haya buscado el consenso técnico ni social antes de evaluar una modificación territorial de esta magnitud.

Uno de los momentos más tensos se produjo cuando el congresista Wilson Soto advirtió que decisiones como esta podrían abrir la puerta a proyectos extractivos en zonas cercanas a las figuras de Nasca. Aunque no existe una autorización formal en ese sentido, Soto expresó su preocupación sobre posibles impactos indirectos en geoglifos como el colibrí, el mono, la araña, el pelícano y otras figuras emblemáticas.

El congresista también aprovechó su intervención para lanzar cuestionamientos administrativos contra el ministro, como la contratación de una persona cercana sin título profesional y el alquiler directo de un local por 16 millones de soles sin concurso público.

Además del caso Nasca, el ministro Valencia respondió otras dos mociones. La segunda, presentada por la bancada de Acción Popular, lo instó a detallar las medidas adoptadas frente a denuncias de supuestas irregularidades administrativas en su cartera.

La tercera moción, promovida por la Bancada Socialista, giró en torno a las protestas laborales registradas en Cusco por trabajadores del Ministerio de Cultura, quienes exigen mejores condiciones laborales y denunciaron falta de diálogo con las autoridades del sector.

Valencia respondió que se están revisando los casos y que se priorizará el restablecimiento de la atención en esa región. No obstante, varios legisladores consideraron insuficientes las medidas implementadas y señalaron un debilitamiento institucional en la gestión del sector cultural.

La interpelación a Fabricio Valencia se dio en un contexto de creciente presión política sobre el gabinete. El mismo día también fue interpelado el ministro de Energía y Minas. Por ahora, no se ha anunciado una moción de censura contra el ministro de Cultura.