Falso policía estafaba con el cuento de préstamos en WhatsApp y Facebook: ganaba S/ 900 al mes

Jaime Jordán Anderson, de 26 años, logró contactarse con al menos 10 víctimas para solicitarle “garantías”. Entre los afectados se encuentran universitarios, amas de casa y trabajadores independientes

Guardar
Estafador ofrecía préstamos haciéndose pasar por policía | América TV

Agentes de la Dirección de Ciberdelincuencia capturaron a Jaime Jordán Anderson, integrante de la banda criminal ‘Los Venenosos de la Intranet’, denunciado por realizar múltiples estafas a través de redes sociales. Entre sus principales tácticas delictivas figuraba la oferta de préstamos rápidos con tasas preferenciales, para lo cual suplantaba la identidad de un mayor y un alférez de la Policía Nacional del Perú.

El modus operandi de Anderson consistía en aprovechar la vulnerabilidad económica de sus víctimas, quienes, en medio de la crisis financiera, eran atraídas por la promesa de préstamos aparentemente seguros y rápidos. De esta manera utilizó sus redes sociales para sus acciones ilícitas.

Las autoridades lo detuvieron en Amancaes 374, en el Rímac. Contra él pesan alrededor de 10 denuncias por estafa agravada, delito informático, suplantación de identidad y contra la administración pública. Esta intervención se dio gracias a la versión de una de las víctimas, donde se le halló una placa de sheriff dorada de la PNP.

Además, registra cuatro antecedentes por delitos contra el patrimonio y delitos informáticos entre enero de 2024 y mayo de 2025. A pesar de ello, continúo con sus actos delictivos.

Falso policía estafaba con préstamos
Falso policía estafaba con préstamos por redes sociales: ¿Cómo operaba?|América Noticias

¿Cómo operaba para captar a víctimas?

Las redes sociales eran la plataforma perfecta para que este acusado de estafa puede acceder a sus víctimas. Es así como publicaba anuncios a través de Marketplace de Facebook, por lo que las personas llegaban a él como parte de una consulta y luego los derivaba al WhatsApp.

Una vez contactados, las personas eran convencidas de entregar un depósito previo de S/ 50 como “garantía” para supuestamente recibir un préstamo de S/ 500. De este modo, el receptor eran inducidas a transferir dinero a una cuenta bancaria o número de Yape.

No obstante, a los pocos minutos eran bloqueados para así no mantener ningún tipo de comunicación con la persona. La carta de presentación del estafador era identificarse como oficial de la policía, respaldando su credibilidad y generando confianza en sus víctimas.

Joven se hacía pasar por
Joven se hacía pasar por policía para buscar confianza de sus víctimas y estafarlas con el cuento falso| América Noticias

“Yo le escribo y le digo cuáles son los requisitos. Y él me responde por el Messenger y me manda un número para poder coordinar por el WhatsApp. Le escribo y me presento, le mando la captura de mi yape. Luego le digo que no me ha llegado nada y ya no me responde”, manifestó una de las mujeres estafadas a América Noticias.

De acuerdo con el citado medio, indicó a las autoridades que adquirió un programa de informática que le permitía suplantar identidades. De esta manera, hacía un pago de S/20 de manera semanal, por lo cual una persona lo activaba para que continúe con su fechoría.

¿Quiénes eran sus víctimas?

Entre los afectados se encuentra estudiantes universitarios, amas de casa y trabajadores independientes, según detalló el general de la PNP Jose Zavala Chumbiauca, director de Investigación de la Ciberdelincuencia.

“Son jóvenes que fluctúan entre los 20 y 25 años, que manejan el tema de las redes sociales. No es un monto muy alto, pero si vemos a la cantidad de gente que ha estafado bajo esta modalidad, sí genera una cantidad de dinero importante”, expresó.

El hombre confesó que llevaba meses estafando bajo la modalidad de préstamos ficticios ofrecidos a través de redes sociales y suplantación de identidad policial. Según sus propias declaraciones, obtenía ingresos mensuales aproximados de S/ 800 a S/ 900. Asimismo, de manera diaria conseguía S/50, pero depende de las personas que confiaban en él.