Municipalidad de Trujillo denunciará a responsables de discoteca con historial de grescas y asesinatos

El local debía estar cerrado por 30 días pero rompió sus sellos de clausura. Su licencia de funcionamiento está a nombre de una ciudadana extranjera sin arraigo domiciliario conocido

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Composición: Infobae Perú
Composición: Infobae Perú

En medio de la creciente preocupación por la inseguridad nocturna en La Libertad, la Municipalidad Provincial de Trujillo anunció que interpondrá una denuncia penal ante el Ministerio Público contra los responsables de la discoteca Maroma, ubicada en la conflictiva avenida Túpac Amaru. La medida fue confirmada luego de que el local desacatara una orden de clausura municipal y continuara operando pese a las sanciones.

La discoteca, que debía estar cerrada por 30 días, rompió los sellos de clausura, retiró los carteles oficiales y abrió sus puertas durante el último fin de semana como si nada hubiera ocurrido. El hecho fue captado en fotografías y videos que serán incluidos como pruebas en la denuncia que prepara la Procuraduría Pública Municipal. Lo alarmante del caso es que la licencia de funcionamiento, emitida en 2023, está a nombre de una ciudadana extranjera sin arraigo domiciliario conocido, lo que dificulta la trazabilidad y responsabilidad jurídica del establecimiento.

El alcalde provincial, Mario Reyna, fue claro en su posición: “Basta de juergas ilegales. No pueden estar malogrando la vida a los niños y a los adultos mayores solo por el lucro”. La comuna no descarta aplicar medidas drásticas, como cerrar el ingreso al local con concreto, mientras se define la situación legal del negocio y se busca determinar a los verdaderos responsables.

Discoteca con antecedentes de violencia operaba sin permisos ni condiciones de seguridad

Durante la explosión también se escucharon disparos. Video: Latina

El caso de Maroma no es nuevo. Este local nocturno ha estado en el ojo de la tormenta por una serie de hechos violentos y crímenes ocurridos en sus inmediaciones. Entre los más graves figuran una balacera en enero de este año que dejó dos personas heridas y que derivó en la captura del presunto autor, Angel Jhonar Sánchez Guarniz, quien intentó huir tras realizar disparos en el frontis del local.

En diciembre del año pasado, dos jóvenes venezolanos que fueron vistos por última vez saliendo de Maroma fueron hallados sin vida en cañaverales del distrito de Laredo, ambos con múltiples impactos de bala.

Además, en marzo de 2022, un hombre fue acuchillado dentro del establecimiento, y en noviembre de ese mismo año, se reportó una pelea a botellazos entre asistentes, generando caos en plena vía pública. Los vecinos del sector han denunciado en múltiples ocasiones que las grescas y desórdenes son recurrentes cada fin de semana, afectando la tranquilidad de la zona y la seguridad de familias enteras.

Pese a estos antecedentes, la discoteca Maroma operaba con un giro comercial distinto al autorizado, sin contar con el Certificado ITSE (Inspección Técnica de Seguridad en Edificaciones) ni con constancia de fumigación sanitaria, elementos básicos para garantizar la seguridad de los asistentes. Durante la última intervención —realizada con apoyo de la Policía Nacional del Perú (PNP) y agentes de serenazgo— se detectaron también servicios higiénicos en pésimo estado, problemas de salubridad y una infraestructura riesgosa para el público.

Empresario trujillano fue asesinado por sicario contratado desde penal de Juliaca: recibió S/6.500 por el crimen

Un interno del penal de Challapalca habría ordenado el asesinato de un organizador de eventos en Trujillo. El sicario, ya detenido, confesó que recibió más de 6 mil soles por cumplir el encargo. Youtube: Latina Noticias

La Policía Nacional del Perú (PNP) reveló que el asesinato de Bruno Salvatierra Loyola, un conocido organizador de eventos en Trujillo, fue ejecutado por un sicario contratado desde prisión. El autor material, identificado como Luis Díaz Paredes, alias “Pato”, confesó haber recibido más de 6.500 soles como pago por el crimen, dinero que fue entregado en efectivo y también a través de transferencias.

Según la investigación, el ataque fue motivado por un tema pasional, ya que un recluso del penal de Juliaca —erróneamente vinculado en un inicio al penal de Challapalca— habría ordenado el atentado tras enterarse de que la víctima mantenía una relación con su expareja.

El crimen ocurrió en el distrito de La Esperanza, cuando el empresario fue interceptado y baleado frente a su casa, sin que se reportara robo alguno, lo que confirmó la hipótesis de un homicidio premeditado.

Las cámaras de seguridad registraron el ataque, que fue tan rápido como certero. Salvatierra, de 33 años, fue trasladado aún con vida a un hospital, pero falleció debido a la gravedad de sus heridas. El sicario fue capturado pocas horas después y relató que actuó por encargo de una mujer identificada como Carolina García, quien habría sido la intermediaria entre él y el autor intelectual del crimen.