Interno es sorprendido con presunta droga camuflada en tamales en el penal de Lurigancho: fue intervenido por personal de seguridad

A las seis de la tarde del martes 10 de junio, el penal de Pucallpa fue escenario de una intervención inusual. El ambiente, cargado de tensión y sigilo, acompañó el ingreso coordinado de agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), efectivos policiales y representantes del Ministerio Público. Durante varias horas, el Módulo 1-B fue objeto de una minuciosa revisión, parte de una estrategia que las autoridades penitenciarias vienen impulsando en distintas cárceles del país.

La operación se ejecutó bajo el marco de la política institucional “Seguridad en Acción”, que promueve intervenciones extraordinarias para controlar la circulación de objetos no permitidos dentro de los penales. Aunque estas acciones no suelen ser divulgadas con frecuencia, esta intervención específica marcó un precedente dentro del penal de mínima seguridad, en una región donde las alertas de seguridad han incrementado.

El operativo contó con la supervisión del fiscal provincial Celso Nazario Saldivar Rivas, de la Segunda Fiscalía de Prevención del Delito de Coronel Portillo. Lo acompañaron los fiscales adjuntos provinciales David Quiñonez Gallegos y Daniela Rocca Parra. Su labor fue garantizar la legalidad de la intervención y documentar cada una de las incautaciones encontradas durante la operación.

El director del penal se refirió al procedimiento como una muestra del trabajo preventivo que viene desplegando el personal penitenciario. “Estamos haciendo un control exhaustivo al ingreso de personas, visitas y paquetes que llegan hasta la puerta principal del penal”, señaló. Para él, la ausencia de sustancias ilícitas durante la intervención es una señal positiva en cuanto a las medidas de seguridad implementadas recientemente.

El operativo, ejecutado sin incidentes, permitió fortalecer la vigilancia dentro del recinto y mostrar una acción directa frente a posibles riesgos internos. Desde la dirección del penal se explicó que este tipo de acciones continuará de forma periódica para evitar la consolidación de estructuras informales de control entre los internos.

Mientras en Pucallpa se desarrollaba la operación extraordinaria, otro incidente fue reportado en el penal de Lurigancho. A la 1:05 de la tarde, el interno Diego Sulca Herrera fue intervenido cuando se disponía a ingresar al pabellón 19-B portando una bolsa azul. Al revisar su contenido, el personal detectó dos bolas blanquecinas que se encontraban escondidas entre tamales.

El hallazgo activó el protocolo de emergencia interna. “Se dio cuenta del hecho a la Fiscalía de Turno y a la Policía Nacional del Perú para las diligencias que corresponden”, detalló el personal de seguridad. Aunque la sustancia aún no ha sido identificada oficialmente, se presume que se trataría de droga camuflada.

El caso de Lurigancho puso en evidencia otro mecanismo utilizado dentro de los penales: la manipulación de alimentos para ocultar sustancias ilícitas. Este tipo de situaciones refuerza la necesidad de revisar con detalle todos los elementos que ingresan a los centros penitenciarios, sin excepción.

También, los usuarios tienen las opciones de llamar a los siguientes números:

• Línea 1818: Teléfono de emergencia para reportar extorsiones.
• Celular 942841978: Contacto directo para denuncias de este tipo.
• Comisarías: Puntos de denuncia en cada distrito.