Guardias del penal El Milagro fueron captados durmiendo en plena jornada de vigilancia, en medio de una crisis de seguridad penitenciaria

La inacción de los custodios expone las graves fallas en el resguardo de un penal marcado por el hacinamiento, la violencia entre internos y la presencia de mafias criminales

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Un equipo periodístico registró a dos agentes de seguridad del penal El Milagro durmiendo en sus puestos. La situación se da en un contexto de hacinamiento, violencia y amenazas de fuga en Trujillo. Youtube: Exitosa Noticias

La seguridad del penal El Milagro, uno de los centros penitenciarios más congestionados del norte peruano, quedó en entredicho tras una denuncia realizada por un medio local. Dos vigilantes asignados a la supervisión del perímetro fueron grabados en video mientras descansaban durante sus horas de servicio, un hecho que ha despertado preocupación debido a los antecedentes de violencia e intentos de fuga registrados este año.

El equipo de Exitosa Trujillo, tras realizar un recorrido en los alrededores del establecimiento ubicado en la ciudad conocida como la “eterna primavera”, logró captar las imágenes de los custodios en actitud pasiva dentro de sus torres. Uno de ellos permanecía con la cabeza gacha y los ojos cerrados, mientras el otro intentaba disimular su estado al cubrirse con una gorra. Las escenas, difundidas en un informe especial, evidencian el descuido en una prisión marcada por el hacinamiento y los constantes hechos de sangre.

Internos al borde de la fuga y vigilancia ausente

La revelación ocurre pocos días después de que se informara sobre un interno que casi logra salir del penal, tras superar varios controles y quedar a punto de recuperar su libertad, pese a tener una sentencia vigente por tenencia ilegal de armas. Este caso encendió las alertas sobre el protocolo de seguridad y el manejo de expedientes dentro del penal.

Seis reos son intervenidos por
Seis reos son intervenidos por el personal del Instituto Nacional Penitenciario del Perú al interior del penal El Milagro de Trujillo, en el norte del país. (Andina)

En paralelo, familiares de reclusos han denunciado la falta de control en pabellones donde se han producido ataques con armas punzocortantes entre internos. Las disputas por el control de espacios, sumadas a la sobrepoblación carcelaria, hacen que la vigilancia constante sea crucial para evitar hechos fatales. Sin embargo, las recientes imágenes muestran una realidad opuesta: quienes deben estar atentos, no lo están.

Cámaras revelaron descuido en las torres

Para obtener estas escenas, el equipo periodístico realizó una inspección por el perímetro posterior del penal, una zona menos transitada y usualmente desatendida por las rondas regulares. Desde allí, con el uso de cámaras con zoom de alta precisión, pudieron verificar que al menos dos custodios no cumplían con su deber.

Uno de los trabajadores penitenciarios permanecía reclinado sobre una estructura metálica, mientras otro parecía haber improvisado una siesta con la visera de su gorra cubriéndole el rostro. Ninguno de los dos advirtió la presencia del equipo de prensa.

Vigilancia ausente: Dos agentes penitenciarios
Vigilancia ausente: Dos agentes penitenciarios fueron captados descansando en sus torres durante su turno en el penal El Milagro. (Captura Exitosa Noticias/ Infobae Perú )

Un penal marcado por el hacinamiento y la violencia

El Milagro es uno de los centros penitenciarios más poblados del país. Según cifras del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), la capacidad oficial del recinto ha sido largamente superada. Esta sobrecarga, combinada con la limitada cantidad de personal y turnos extendidos, ha generado un entorno propenso al descontrol.

Durante el 2025, se han registrado varios incidentes de gravedad. Entre ellos, la muerte de internos a causa de riñas con objetos cortantes y la incautación de armas fabricadas artesanalmente. En este contexto, la vigilancia debe ser permanente y estricta.

Así es el penal donde operan los extorsionadores más temidos del país

En los últimos años, los centros penitenciarios del norte del país han sido señalados como puntos clave desde donde se orquestan diversas redes delictivas, entre ellas la extorsión. Informes del INPE y de la Policía Nacional confirman que desde las cárceles, en especial las de régimen cerrado, operan internos vinculados a mafias que exigen dinero a empresarios, comerciantes y hasta autoridades. Los números de las víctimas, así como detalles de sus negocios, han sido hallados en documentos ocultos dentro de caletas construidas por los propios presos.

Personal de INPE traslada a
Personal de INPE traslada a 13 reos del penal El Milagro, en Trujillo, a otros centros penitenciarios de alta seguridad ubicados en otras regiones peruanas | Foto: Gobierno del Perú

Durante las requisas, también se han decomisado celulares, chips, objetos punzocortantes y drogas, pese a las restricciones del sistema penitenciario. La situación se agrava debido a la presencia de internos pertenecientes a bandas como Los Pulpos, La Gran Familia y el Tren de Aragua, que utilizan estos elementos para mantener el control y continuar con sus operaciones ilícitas. El uso de tecnología de vigilancia y el refuerzo del personal aún no han logrado frenar del todo esta dinámica.