Chiclayo: Capturan a policía por integrar banda “Los Chuckys” tras tiroteo y persecución

El suboficial Yeremi Chuquilín Monteza y su cómplice enfrentan cargos por peligro común en estado de ebriedad, uso de arma de fuego, y tentativa de homicidio

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Composición: Infobae Perú
Composición: Infobae Perú

En un operativo que dejó perplejos a los vecinos del distrito de José Leonardo Ortiz, en Chiclayo, región Lambayeque, un agente policial en actividad fue detenido tras protagonizar una persecución. El suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP) Yeremi Aarón Chuquilín Monteza, quien labora en la comisaría de Atusparia, fue capturado la tarde del domingo cuando intentaba huir en motocicleta tras realizar disparos contra una vivienda. Junto a él, también fue intervenido Walter Juan Asenjo Arrasco, su presunto cómplice, ambos señalados como parte de la temida banda delictiva “Los Chuckys”.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 6:00 p.m., cuando efectivos de la Sección de Asuntos Sociales y Obras Civiles, durante un patrullaje rutinario, escucharon dos detonaciones cerca de las calles Próceres y Roma. Inmediatamente, visualizaron a dos individuos escapando a toda velocidad en una motocicleta, con cascos que impedían su identificación. La actitud sospechosa y las maniobras temerarias activaron la alerta de los agentes, quienes iniciaron una intensa persecución por diversas calles de la zona.

Intentaron esconder arma cargada en colegio

Videos impactantes como los "niños
Videos impactantes como los "niños sicarios" y la vida en barrios como El Porvenir y Manzanillo, donde la violencia y la precariedad son moneda corriente. (Captura de pantalla)

La fuga terminó abruptamente en la cuadra 38 de la avenida José Balta, en la urbanización Carlos Stein, cuando el copiloto del vehículo extrajo un revólver y apuntó contra los policías. La rápida reacción de la PNP permitió neutralizar a los sujetos, arrojándolos al pavimento tras un golpe al vehículo. Antes de ser reducidos, los sospechosos intentaron deshacerse del arma arrojándola dentro del colegio 11584, donde más tarde fue hallada con cuatro municiones activas. Ambos intervenidos presentaban signos evidentes de ebriedad.

Según el parte policial, tanto Chuquilín Monteza como Asenjo Arrasco enfrentan cargos por peligro común en estado de ebriedad, uso de arma de fuego, y tentativa de homicidio. Las imágenes de cámaras de seguridad, que registraron el momento del ataque a la vivienda de una mujer en José Leonardo Ortiz, serán clave para el proceso judicial.

“Los agentes de la Secasoc detuvieron a dos presuntos delincuentes integrantes de la banda criminal “Los Chuckys de Carlos Stein”, entre ellos un policía en actividad. Se trata del suboficial PNP Yeremi Aarón Chuquilín Montesa, de 21 años de edad, quién presta servicio en la comisaría de Atusparia y Walter Juan Asenjo Arrasco, (21), quienes con investigados por los delitos de peligro común, por medio de incendio y explosión, así como contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de tentativa de homicidio", se lee en el informe de la PNP.

La PNP bajo sospecha: agentes de unidades de investigación operan con bandas criminales

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Juan José Santivañez presentó las medidas que adoptará su ministerio contra el crimen - crédito Andina

Un informe de OjoPúblico divulgado en febrero de este año reveló que los Departamentos de Investigación Criminal (Depincri) de la Policía Nacional del Perú (PNP) enfrentan una grave crisis interna: están infiltrados por efectivos vinculados a organizaciones delictivas y operan en condiciones de precariedad alarmante. El análisis incluyó 141 resoluciones del Tribunal de Disciplina Policial emitidas durante el 2024 y determinó que 224 policías fueron investigados por faltas graves y muy graves. De estos, 14 fueron procesados por presuntos vínculos con bandas criminales; solo seis fueron dados de baja, mientras que siete aún continúan bajo investigación.

El deterioro institucional también es evidente en las cifras presupuestales. En Lima, el presupuesto de los Depincris cayó de S/11,5 millones en 2023 a S/8,5 millones, y para el 2025 se proyecta una nueva reducción a S/6,8 millones. El recorte ha sido tan severo que en los últimos dos años no se ha destinado dinero para vestuario, alimentos, servicios de telefonía móvil ni mantenimiento de vehículos. En regiones como La Libertad, el presupuesto pasó de S/1,910,768 en 2024 a S/1,825,751 en 2025, a pesar del aumento de la criminalidad.

Además, un informe de la Defensoría del Pueblo de 2018, citado por OjoPúblico, ya advertía el abandono en el que se encontraban estas unidades: el 70% de las sedes no contaban con equipos criminalísticos, como cámaras o cintas de seguridad, y más del 80% operaba sin médicos legistas suficientes. Estas carencias, sumadas a la infiltración del crimen organizado, colocan en una situación crítica a los Depincris, que deberían ser la primera línea en la lucha contra las mafias.