Perú tendría la tasa de inflación más baja de América Latina y se prevee un crecimiento económico del 2.8% en 2025

La economía peruana continúa demostrando signos de estabilidad y fortaleza en medio de los retos globales y regionales. Según el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), titulado Perspectivas económicas de la OCDE: foco en América Latina - junio 2025, Perú mantendría una tasa de inflación notablemente baja en comparación con otros países de América Latina.

Se estima que la tasa de inflación cerrará el año 2025 en 1.8%, una de las más bajas de la región, solo superada por Costa Rica. Esto representa una ventaja competitiva en términos económicos, especialmente cuando se compara con economías cercanas como México, cuya inflación se espera que alcance el 3.4%, Chile con 4.5%, y Colombia, que tiene una proyección de 4.7%.

Los países más grandes de la región, como Brasil y Argentina, presentan proyecciones inflacionarias aún más elevadas, con tasas estimadas de 5.7% y 36.6%, respectivamente. En 2026, Perú seguiría liderando la región en este aspecto, con una inflación proyectada de 2.1%, por debajo de otras economías como Costa Rica (2.5%) y México (3.2%).

En cuanto al Producto Bruto Interno (PBI), la OCDE prevé que la economía peruana crecerá un 2.8% en 2025, lo que sitúa a Perú por encima del promedio de la región, que se espera sea de 2.1% en el mismo año. Este crecimiento es especialmente relevante cuando se considera el contexto económico global y regional, marcado por la inflación, la incertidumbre política y las repercusiones de la pandemia de COVID-19.

El informe de la OCDE señala que América Latina tiene ventajas reales que podrían ser aprovechadas para impulsar el desarrollo económico. Estas ventajas incluyen vastas reservas de minerales críticos, abundante energía renovable, una fuerza laboral joven y cada vez más cualificada, así como la proximidad a mercados clave en Norteamérica y Asia.

Sin embargo, la OCDE también subraya que, para transformar estos desafíos en oportunidades, los países latinoamericanos deben implementar reformas económicas que mejoren la competitividad, reduzcan las barreras comerciales y atraigan inversiones de calidad. La proyección de crecimiento para Perú está alineada con estos factores. A pesar de los desafíos, el país ha logrado mantener una economía estable, con un crecimiento sólido que ha permitido aumentar su competitividad en la región.

Otro de los puntos destacados en el informe de la OCDE es la política monetaria adoptada por el Banco Central de Reserva de Perú (BCRP). La entidad financiera ha mantenido una postura prudente en sus decisiones, adoptando una tasa de referencia del 4.5% desde principios de 2025, con la expectativa de que se mantenga sin cambios durante el resto del año y en 2026.

Esta política de mantener una tasa de interés relativamente baja y estable busca fortalecer la economía interna y contribuir al control de la inflación. En ese sentido, el informe destaca que la política monetaria neutral del BCRP es adecuada para la situación económica actual y no se prevé que se produzcan ajustes importantes en el corto plazo.

Además, los indicadores mensuales del PBI en el primer trimestre de 2025 muestran que la economía peruana ha mantenido un crecimiento sostenido, con una expansión del 3.9% en términos interanuales. La inflación se ha mantenido dentro del rango meta establecido por el BCRP (del 1% al 3%), y en abril de 2025, las tasas de inflación general y subyacente se situaron en 1.6% y 1.9%, respectivamente, lo que demuestra un control eficaz de los precios en la economía.

Finalmente, la OCDE resalta que las amplias reservas internacionales de Perú y su bajo nivel de deuda pública otorgan una notable resiliencia frente a posibles choques externos. Estos factores brindan estabilidad en un contexto global incierto, caracterizado por la volatilidad de los mercados internacionales, las tensiones comerciales y la desaceleración económica global.

Según el informe, las reservas internacionales de Perú, junto con su deuda pública manejable, permiten al país mantener un margen de maniobra ante posibles crisis internacionales, como las provocadas por fluctuaciones en los precios de los commodities o los cambios en las condiciones financieras globales. Esto se convierte en una ventaja significativa para la economía peruana, ya que le permite mitigar los riesgos externos y mantener la estabilidad macroeconómica.