Nuevo Aeropuerto Jorge Chávez: TUUA de transferencia no se pagará hasta el 25 de septiembre

La Tarifa Unificada por Uso de Aeropuerto de transferencia se aplica a los pasajeros que realicen una escala en el terminal de la avenida Morales Duárez, ya sea en vuelos nacionales o internacionales

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La inauguración del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, el 1 de junio, marcó el inicio de una nueva era en la conectividad aérea del Perú. Sin embargo, también trajo consigo la implementación de la Tarifa Unificada por Uso de Aeropuerto (TUUA) de transferencia, un cobro adicional para los pasajeros en tránsito.

Para mitigar el impacto de esta nueva tarifa, Lima Airport Partners (LAP) decidió aplicar una exoneración del 100% durante los primeros 126 días de operaciones, lo que significa que los pasajeros no deberán abonar esta tarifa hasta el 25 de septiembre de 2025.

“El cobro debería empezar este domingo (1 de junio), pero nosotros estamos dando un descuento del 100 % por 126 días porque las líneas aéreas tienen que incluir la tarifa en el costo del pasaje”, indicó el gerente de planeamiento financiero de LAP, Juan Marcos Venegas, en una entrevista para Exitosa Noticias.

La TUUA de transferencia es una tarifa que se aplica a los pasajeros que realizan una escala en el nuevo Aeropuerto Jorge Chávez, ya sea en vuelos nacionales o internacionales. Según el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran), el monto establecido es de US $11.32 para vuelos internacionales y US $7.07 para vuelos nacionales. Esta tarifa cubre el uso de diversos servicios e infraestructuras del aeropuerto durante la escala.

La decisión de LAP de exonerar temporalmente este cobro busca facilitar la transición hacia el nuevo sistema y permitir que las aerolíneas integren la tarifa en el costo de los boletos de manera gradual.

Según explicaron, este período de gracia también permitirá a las aerolíneas realizar las gestiones necesarias ante la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) para obtener los códigos internacionales requeridos para el cobro integrado de la tarifa.

“Tenemos que darle un plazo de un poco más de cuatro meses para que esa tarifa esté incluida y aquel pasajero que compre el boleto ya esté incluido”, señaló Venegas al mismo medio.

Es importante destacar que esta exoneración aplica únicamente a los pasajeros en tránsito. Aquellos que inicien su viaje en Lima y no realicen escalas en otros aeropuertos no estarán sujetos a la TUUA de transferencia. Además, la tarifa de transferencia no se aplicará a los pasajeros que utilicen el nuevo aeropuerto como punto de origen o destino final.

La implementación de la TUUA de transferencia generó diversas reacciones. Por un lado, se argumenta que esta tarifa es necesaria para financiar la operación y mantenimiento del nuevo terminal, que ha requerido una inversión significativa.

Sin embargo, algunos sectores, como la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (ASPEC), expresaron su preocupación por el impacto económico que esta tarifa puede tener en los pasajeros, especialmente en aquellos que realizan escalas obligadas debido a la falta de vuelos directos entre ciertas ciudades del país.

Balance de los primeros días del nuevo Jorge Chávez

Los primeros días de operación del nuevo Jorge Chávez han estado marcados por una serie de desafíos que pusieron a prueba la infraestructura y los procesos operativos del terminal.

Uno de los primeros problemas reportados fue la congestión vehicular en los accesos al aeropuerto. La avenida Morales Duárez, única vía de acceso al nuevo terminal, se vio afectada por su capacidad limitada para manejar el volumen de tráfico, lo que generó demoras significativas para los pasajeros y el personal.

Luego, inconvenientes con la distribución de combustible para los aviones generó que más de 20 vuelos sean cancelados, perjudicando aproximadamente a 2.500 pasajeros en menos de 48 horas.

En cuanto a las operaciones internas, se registraron fallas en los sistemas de manejo de equipaje y en la infraestructura de seguridad. Estas deficiencias provocaron retrasos en la entrega de equipajes y en los procesos de inspección, afectando la experiencia de los viajeros.

Además, la ausencia de una oficina de Migraciones en el nuevo terminal obliga a los pasajeros a realizar ciertos trámites en el antiguo aeropuerto, generando confusión y molestias.