Adicto al café: señales de que tienes dependencia a la cafeína

Una cantidad segura para la mayoría de adultos sanos es de hasta 400 miligramos de cafeína al día, lo que equivale a aproximadamente 3 a 4 tazas de café filtrado

Guardar
Una de las señales de
Una de las señales de la dependencia a la cafeína es la necesidad urgente de café al despertar o durante el día (Imagen Ilustrativa Infobae)

El café es una de las bebidas más populares entre los peruanos. Ya sea en el desayuno, en una reunión familiar o durante una larga jornada laboral, el café está presente en la rutina de millones de personas. Según datos del Ministerio de Agricultura y Riego (Midagri), el 95% de los hogares peruanos consume café, y el consumo per cápita ha ido en aumento en los últimos años. Además, el café peruano es reconocido a nivel internacional por su calidad, lo que también motiva su preferencia en el mercado nacional.

Sin embargo, como ocurre con muchas sustancias estimulantes, su consumo excesivo puede traer consecuencias negativas. Cuando una persona no puede comenzar el día sin una taza de café, siente ansiedad si no lo toma, o necesita varias dosis diarias para mantenerse despierta, podría estar desarrollando una dependencia a la cafeína, también conocida como adicción al café.

Señales de que tienes dependencia a la cafeína

Aunque tomar café es una costumbre socialmente aceptada y, en muchas situaciones, incluso saludable, hay señales que pueden indicar que su consumo ha dejado de ser moderado y se ha convertido en una dependencia. Estas señales incluyen:

  • Dolor de cabeza cuando no se ha tomado café en el día.
  • Fatiga extrema o somnolencia sin la dosis habitual de cafeína.
  • Irritabilidad o mal humor cuando se intenta reducir el consumo.
  • Ansiedad o nerviosismo, especialmente si se toman varias tazas seguidas.
  • Necesidad urgente de café al despertar o durante el día.
  • Dificultad para concentrarse sin cafeína.
  • Negación del problema, a pesar de que el entorno lo nota.
  • Insomnio, especialmente si se toma café por la tarde o noche.
  • Cambios en el ritmo intestinal, ya que el café también tiene efectos digestivos.

Si una persona experimenta varios de estos síntomas de manera frecuente, es probable que haya desarrollado una dependencia psicológica y física a la cafeína.

La cafeína en exceso puede afectar la salud física y mental

La clave para evitar la
La clave para evitar la dependencia a la cafeína es el consumo moderado y consciente (Imagen Ilustrativa Infobae)

El consumo elevado de cafeína puede impactar negativamente tanto en la salud física como en la mental. En términos físicos, uno de los principales efectos es el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que puede ser riesgoso para personas con problemas cardiovasculares. También puede provocar:

  • Trastornos digestivos, como acidez o reflujo.
  • Deshidratación, si se consume sin suficiente agua.
  • Temblores musculares o inquietud.
  • Dependencia, lo que conlleva síntomas de abstinencia al dejarla.

En el aspecto mental, el exceso de cafeína está relacionado con:

  • Aumento de la ansiedad y los ataques de pánico.
  • Dificultad para conciliar el sueño, lo que puede afectar el descanso nocturno.
  • Cambios de humor o episodios de irritabilidad.
  • Desregulación del estado de alerta, provocando un “rebote” de cansancio cuando pasa el efecto de la cafeína.

El uso crónico y excesivo también puede enmascarar la fatiga real del cuerpo, lo que lleva a una sobreexigencia física y mental sin el descanso adecuado.

¿De qué manera debe consumirse el café para evitar la dependencia a la cafeína?

Para reducir el riesgo de
Para reducir el riesgo de dependencia a la cafeína hay que rvitar tomar café por la noche, ya que interfiere con el sueño (Imagen Ilustrativa Infobae)

La clave para evitar la dependencia a la cafeína es el consumo moderado y consciente. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA), una cantidad segura para la mayoría de adultos sanos es de hasta 400 miligramos de cafeína al día, lo que equivale a aproximadamente 3 a 4 tazas de café filtrado.

Para reducir el riesgo de dependencia, se recomienda:

  • Evitar tomar café por la noche, ya que interfiere con el sueño.
  • No tomar café para reemplazar comidas o como única fuente de energía.
  • Alternar con bebidas sin cafeína, como infusiones de hierbas.
  • No aumentar progresivamente la cantidad diaria, aunque se sienta menor efecto.
  • Hacer pausas periódicas del consumo, para evaluar si hay síntomas de abstinencia.

También es importante escuchar al cuerpo: si una persona necesita cada vez más café para mantenerse alerta, podría ser una señal de fatiga acumulada o mal descanso, más que de una necesidad real de cafeína.