Promesas de 2 mil euros y alojamiento gratis: así operan las mafias que captan a peruanos para enviarlos a la guerra

Jóvenes peruanos han sido contactados por páginas y grupos en redes que ofrecen ingresos en euros, viajes cubiertos y acceso rápido a ejércitos extranjeros. Algunos nunca regresaron

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Con ofertas laborales falsas y beneficios económicos tentadores, organizaciones extranjeras utilizan redes sociales para reclutar peruanos que terminan combatiendo en zonas de conflicto armado. Youtube: Latina Noticias

La presencia de ciudadanos peruanos en conflictos armados fuera del país ha encendido las alarmas en sus familias y en las autoridades. Jóvenes atraídos por promesas económicas y facilidades de hospedaje que circulan en redes sociales terminan envueltos en escenarios bélicos que distan mucho de lo ofrecido inicialmente. El reclutamiento digital, a través de plataformas populares, se presenta como una salida fácil para quienes buscan estabilidad económica, pero termina siendo una experiencia de riesgo extremo y sacrificio personal.

Estas ‘mafias de reclutamiento’ ponen en evidencia cómo las redes sociales operan como canales de captación, difundiendo anuncios que prometen salarios de hasta 2mil euros mensuales y alojamiento gratuito, condiciones difíciles de conseguir en el Perú. Sin embargo, los relatos de los afectados muestran una situación muy distinta a la que se promociona.

El caso de José Ávila, un joven que dejó todo por la guerra

José Ávila Tuanama, un arequipeño de 29 años, decidió dejar atrás su trabajo en construcción y a sus hijos para unirse al ejército ucraniano. Según cuenta su hermana, José era “una persona alegre y dedicada, siempre cercano a su familia, pero atrapado por la necesidad”. El joven fue contactado por estas redes sociales y atraído por la idea de un sueldo estable y un futuro mejor.

La familia de José Ávila
La familia de José Ávila Tuanama de 29 años busca la repatriación de su cuerpo para ser sepultado en su natal Tarapoto. (Foto. Archivo familia Ávila)

Su partida no solo llenó de esperanza a sus familiares, sino también de preocupación. “Nunca imaginamos que esa promesa se convertiría en una tragedia”, expresó su hermana. En mayo de 2024, José perdió la vida en combate, y a la fecha, la familia espera la repatriación de sus restos, un proceso que se ha prolongado debido a la falta de información clara por parte de las autoridades ucranianas.

Mafias mueven ‘reclutamientos’ en redes sociales

Las redes sociales se han convertido en la vía principal para captar a jóvenes peruanos con ofertas atractivas. Los mensajes insisten en salarios superiores a los 2 mil euros y alojamiento gratuito, aspectos que llaman la atención especialmente entre quienes atraviesan dificultades económicas o buscan salir de la precariedad laboral.

Estas publicaciones, aunque tentadoras, ocultan los peligros reales de participar en un conflicto armado. La rapidez y facilidad con que se promete la incorporación es parte de la estrategia para atraer a más reclutas, lo que genera preocupación entre las autoridades por la posible falta de regulación y la existencia de intermediarios locales que facilitan estas operaciones.

La dura realidad de los ‘reclutados’

Joven peruano que logró regresar tras estar seis meses en el frente de guerra, tras ser captado por redes sociales. Youtube: Latina Noticias

Un testimonio clave para comprender las condiciones a las que se enfrentan los voluntarios es el del exsoldado peruano Miguel Vázquez Reátegui, quien sirvió en Irak, Afganistán y Ucrania. Miguel vivió la crudeza del combate y los riesgos físicos y psicológicos que conlleva estar en zonas de guerra.

Sobre las redes sociales, comenta: “Lo que ellos ven desde afuera es muy distinto a lo que realmente pasa. No es solo dinero y comodidades, sino peligro constante y sacrificio”. Miguel tuvo que regresar antes de lo previsto por problemas de salud, él sufría de diabetes, una muestra del impacto que estas experiencias pueden dejar en quienes participan.

Familiares y autoridades en alerta

La incertidumbre y el miedo son constantes para las familias de quienes decidieron viajar a Europa del Este tras ver estos anuncios. Algunos, como los parientes de José Ávila, aún esperan poder traer de vuelta los restos de sus seres queridos. Otros simplemente dejaron de tener contacto, sin saber si sus hijos o hermanos siguen con vida o han sido llevados a zonas donde ya no pueden comunicarse.

La Cancillería peruana ha sido informada de estos casos y realiza gestiones para apoyar a los familiares. Sin embargo, los trámites suelen ser lentos y están llenos de obstáculos, especialmente cuando se trata de coordinar con autoridades extranjeras en pleno conflicto.