“Dina Boluarte quiere quedar bien con el papa León XIV”: Creación de capellanía evangélica en Palacio se detuvo tras elección de Robert Prevost

Habla fuerte y claro. El pastor Anthony Lastra reveló documentos del Ministerio de Justicia que confirman que el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte veía con buenos ojos la creación de una capellanía evangélica en Palacio de Gobierno. Sin embargo, este trámite se detuvo en mayo pasado, específicamente luego de la elección del cardenal estadounidense nacionalizado peruano Robert Prevost como sumo pontífice, que adoptó el nombre de papa León XIV.

“Creemos que ha habido poder una influencia. Quizás ella quiere quedar bien con el nuevo papa y tiene todo su derecho porque es su fe, pero ante todo prima la palabra. Una autoridad tiene que tener palabra”, dijo Lastra, cuyo nombre volvió a estar en boca de todos tras ser señalado de ser el “asesor espiritual” de Boluarte.

Ahora, el pastor evangélico protesta que la mandataria no haya cumplido con lo que afirma se comprometió a impulsar en febrero de este año, durante un encuentro con la comunidad evangélica en Palacio de Gobierno.

“Ella dijo: ‘Si los católicos tienen su capellanía, es justo que los evangélicos también tengan su capellanía en Palacio de Gobierno’. Lo dijo delante de los pastores que estábamos presentes, delante del ministro de justicia (entonces Eduardo Arana), el viceministro de Justicia que hoy en día es ministro de justicia (Juan Alcántara)”, reveló Lastra.

“Si en ese momento (febrero de 2025) ella nos hubiera dicho cuando le dimos la la propuesta: ‘Es imposible esto, no se puede, pastores, lo siento. Tenemos un acuerdo, tenemos esto’. Nosotros hubiéramos respetado su posición, pero igual hubiéramos seguido manifestando por qué sí es posible, pero ella dijo en ese momento que sí es posible”, añadió el pastor.

El pastor Anthony Lastra mostró un informe del Ministerio de Justicia en el que da opinión favorable para la creación de una capellanía religiosa en Palacio de Gobierno. El documento, no obstante, dispone que se requiera información a otros ministerios involucrados y a la Conferencia Episcopa. Sin embargo, este informe confirma la intención de formalizar la capellanía.

Sin embargo, cuando se dio a conocer el vínculo “espiritual” entre Lastra y Boluarte, el Ministerio de Justicia publicó un comunicado en el que descartaba alguna relación entre ambos, así como la creación de una capellanía en la sede de Gobierno.

La conexión entre Anthony Lastra y el poder político en Perú no ha pasado desapercibida. Este pastor evangélico, cuya presencia ha sido recurrente tanto en el Palacio de Gobierno como en el Congreso, combina lo religioso con lo político de manera singular. Su cercanía con Dina Boluarte, actual presidenta, y su influencia en el gobierno del destituido Pedro Castillo evidencian el peso que su figura ha adquirido en la esfera pública.

Durante el mandato de Castillo, Lastra no solo fungía como guía espiritual del entonces presidente, sino que también asumía ese rol con su esposa, Lilia Paredes, y el círculo más cercano de la familia presidencial. Fotografías lo ubican en reuniones privadas, fortaleciendo los lazos que lo unieron a quien lideraba el país en ese momento. Según declararía luego en una entrevista con el medio Sudaca, su relación con Castillo nació en la segunda vuelta electoral, motivada en parte por un sueño de su esposa en el que una voz “advirtió” que el candidato alcanzaría la presidencia. Más allá de este relato, Lastra justificó su cercanía con la familia presidencial apelando a la fe compartida.

El peso de su figura no se limitó a Palacio. En el Congreso, también dejó huella al trabajar como asistente en el despacho de la congresista Katy Ugarte, percibiendo un salario superior a S/ 3 mil. Esto, a pesar de que no cuenta con estudios universitarios, según reveló una investigación periodística. Su capacidad de influir en decisiones políticas quedó aún más evidente cuando se le atribuyó un papel activo en la salida de Diana Miloslavich como ministra de la Mujer. Lastra calificó a Miloslavich como ‘hija del diablo’ debido a su respaldo a iniciativas relacionadas con derechos LGTB y el aborto.