Depilación femenina: por qué depilarte las axilas daña la salud de tu piel

El vello no es un enemigo de las mujeres, es una parte natural del cuerpo y cumple diversas funciones asociadas con la protección de la piel

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La higiene no depende de
La higiene no depende de la presencia o ausencia de vello, sino de los hábitos de aseo (iStock)

En el Perú, el mercado de productos para la depilación femenina ha crecido exponencialmente en los últimos años. Desde máquinas de afeitar desechables hasta ceras depilatorias, cremas y modernos servicios de depilación láser, las peruanas tienen hoy una variedad de opciones para eliminar el vello corporal, en especial el de las axilas.

Las campañas de belleza y las redes sociales suelen reforzar esta práctica, asociándola con feminidad, limpieza y cuidado personal. Sin embargo, lo que muchas mujeres desconocen es que la depilación axilar, lejos de ser una necesidad higiénica o estética, puede ser perjudicial para la salud de la piel.

¿Por qué no es saludable depilarte las axilas?

El uso frecuente de métodos
El uso frecuente de métodos de depilación puede inflamar los folículos pilosos, lo que provoca infecciones dolorosas (Vecteezy)

Depilarse las axilas puede parecer una rutina inofensiva, pero implica una serie de riesgos y efectos secundarios que muchas veces se subestiman:

  • Irritación y lesiones en la piel: cuchillas, ceras calientes o cremas químicas pueden causar enrojecimiento, ardor, pequeños cortes y hasta quemaduras. La piel de las axilas es especialmente delicada y delgada.
  • Foliculitis y vellos encarnados: el uso frecuente de métodos de depilación puede inflamar los folículos pilosos, lo que provoca infecciones dolorosas, granos o vellos que crecen hacia adentro.
  • Mayor riesgo de infecciones: al retirar el vello, se eliminan barreras naturales que protegen la piel. Esto puede facilitar el ingreso de bacterias, sobre todo en un área como la axila, que está en constante fricción y humedad.
  • Hipopigmentación o hiperpigmentación: la depilación constante puede causar manchas oscuras o aclaradas en la piel, afectando su apariencia natural.
  • Exposición a sustancias químicas: algunas cremas y ceras contienen fragancias, alcohol o parabenos que pueden desencadenar alergias o dañar la barrera cutánea.
  • Dolor e incomodidad constante: aunque algunas mujeres se habitúan, otras experimentan malestar, sensibilidad o inflamación frecuente por depilarse cada pocos días.

Por lo tanto, el vello no es un enemigo de las mujeres, sino que es una parte natural del cuerpo y cumple diversas funciones asociadas con la protección de la piel.

Depilarse no es más higiénico: un mito que debe romperse

Uno de los argumentos más comunes a favor de la depilación axilar es que es más higiénico. Sin embargo, esta idea es un mito. La higiene no depende de la presencia o ausencia de vello, sino de los hábitos de aseo personal. El vello axilar no genera suciedad porque el mal olor se produce cuando las bacterias de la piel descomponen el sudor y el vello no tiene nada que ver en ese proceso.

El vello en las axilas tiene una función biológica: protege la piel de la fricción, regula la temperatura y sirve como barrera contra bacterias. Por eso tener vello no implica suciedad ni mal olor. De hecho, afeitar o depilar el área puede crear microlesiones que, combinadas con sudor, desodorantes o perfumes, sí pueden generar infecciones o mal olor.

Muchas mujeres están cuestionando estos
Muchas mujeres están cuestionando estos mandatos, reconociendo que depilarse no es una obligación, sino una elección personal (El HuffPost)

La clave está en mantener la piel limpia y seca, no en eliminar su vello natural. En otras palabras, no es necesario depilarse para estar saludable o aseada.

Depilación femenina y presión social

La mayoría de mujeres comienza a depilarse en la adolescencia, muchas veces sin cuestionarlo. Esta práctica se ha naturalizado por la presión social y cultural, reforzada durante décadas por la publicidad. En el siglo XX, sobre todo desde los años 20 en adelante, marcas de productos de belleza comenzaron a promover la idea de que las mujeres “decentes” y “femeninas” debían eliminar el vello corporal.

Estas campañas publicitarias vincularon el vello con la falta de higiene y lo opuesto a la belleza. A través de revistas, anuncios de televisión y más recientemente redes sociales, se construyó un estándar estético donde la mujer “ideal” es siempre lampiña. Es así como la depilación femenina se ha convertido en un mandato de belleza vigente hasta la actualidad, pero no hay base científica para afirmar que es higiénico depilarse el vello axilar.

Hoy, muchas mujeres están cuestionando estos mandatos, reconociendo que depilarse no es una obligación, sino que debería ser una elección personal en la que no influya la presión social. La lucha feminista y los movimientos de aceptación corporal han ayudado a desmontar las imposiciones en torno a la belleza femenina, promoviendo el respeto por la diversidad de cuerpos y decisiones.