Rafaél López Aliaga viajará a EE.UU. para traer locomotoras donadas: el 20 de junio se realiza el embarque hacia el Callao

El próximo 20 de junio zarpará desde el puerto de Stockton, en California, un lote de trenes con destino al puerto del Callao. Se trata de una donación del Gobierno de Estados Unidos, conformada por 20 locomotoras y 93 coches de pasajeros, que serán utilizados en el proyecto de reactivación del antiguo ferrocarril Lima–Chosica.

Así lo anunció el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, quien confirmó que viajará personalmente para supervisar el proceso de embarque. Según detalló, esta transferencia ferroviaria es posible gracias a la coincidencia entre el ancho de trocha estadounidense y el peruano, lo que permitirá que los trenes puedan operar sin necesidad de modificaciones estructurales.

Según las autoridades ediles, las unidades ferroviarias, actualmente en desuso en Estados Unidos, están en buen estado operativo y cuentan con especificaciones técnicas modernas. Además, la información oficial indica que los coches tienen estructura de acero inoxidable, aire acondicionado y dos niveles.

Aunque fueron fabricados para operar en otro contexto, los trenes están diseñados bajo estándares internacionales y, por tanto, serían compatibles con las condiciones operativas del corredor Lima–Chosica.

En palabras del propio alcalde, no se trata de una compra, sino de una donación estratégica que forma parte de un plan más amplio para transformar el sistema de transporte público en la capital. Sin embargo, y tal como lo reveló el dominical “Punto Final”, la adquisición de estos vehículo significó un desembolso de más de US$ 24 millones (suma que incluye la aceptación de la donación, valorada en US$ 7.5 millones, como los costos de remoción y traslado, estimados en aproximadamente US$ 17 millones)

Una vez lleguen al puerto del Callao, las unidades ferroviarias serán desembarcadas e instaladas mediante un sistema de mangas especiales. Se estima que este proceso demorará algunas semanas y que la marcha blanca -una fase de prueba sin pasajeros- podría comenzar a fines de julio.

El trayecto cubrirá inicialmente el eje Chosica–Lima, un tramo conocido por su alta demanda diaria y los problemas de congestión vehicular que afecta a miles de ciudadanos. Según proyecciones preliminares, se espera que el tren reciba un promedio de 20,000 usuarios al día.

La operación del servicio estará a cargo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), que supervisará tanto la instalación como la puesta en marcha de los equipos. La Municipalidad de Lima, por su parte, se encargará de coordinar las fases previas y de promover la integración del tren con otras rutas de transporte urbano.

Cabe precisar que el proyecto del tren Lima–Chosica ha sido mencionado durante años como una necesidad estratégica para el transporte público. En la práctica, muchos trabajadores, escolares y estudiantes universitarios emplean diariamente varias horas para trasladarse desde los distritos del este hasta el centro de Lima.

Aunque el arribo de los trenes es un paso importante, aún restan desafíos técnicos, logísticos y administrativos para poner en marcha el sistema completo. Se requerirá de infraestructura complementaria, estaciones acondicionadas, personal capacitado y una adecuada articulación con el resto del sistema de transporte urbano.

El anuncio del alcalde de Lima llega días después que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) admitiera a trámite el pedido de vacancia contra 21 regidores metropolitanos de Lima por una presunta infracción a la Ley Orgánica de Municipalidades, en específico por la millonaria adquisición de locomotoras donadas desde Estados Unidos.

El núcleo de la denuncia radica en que los regidores aprobaron la adquisición y traslado de 20 locomotoras EMD F40PH-2, 93 vagones galería y repuestos, por un valor total que asciende a US$ 24′502,915. Según el expediente, al que tuvo acceso el dominical ‘Punto Final’, esta suma incluye tanto la aceptación de la donación (valorada en US$ 7.5 millones) como los costos de remoción y traslado del material ferroviario desde los condados de Sonoma y San José, California, estimados en aproximadamente US$ 17 millones.