Estos son los electrodomésticos que sí o sí debes desenchufar si no quieres desatar un incendio en casa

El uso cotidiano de electrodomésticos en el hogar facilita innumerables tareas diarias. No obstante, olvidarse de desenchufarlos o manipularlos incorrectamente incrementa significativamente el riesgo de incendios domésticos. El problema radica en la capacidad de muchos de estos aparatos para sobrecalentarse o generar cortocircuitos cuando se dejan conectados por periodos prolongados, convirtiéndolos en una potencial amenaza para la seguridad del hogar.

• Planchas de ropa y pelo: Estos dispositivos son conocidos por alcanzar altas temperaturas en cuestión de segundos. Si se dejan encendidos por error o quedan en contacto con tejidos inflamables, se convierten en un serio peligro de incendio. Por ello, es vital asegurarse de apagarlos y desconectarlos tras su uso.

• Freidoras de aire: Pese a ser prácticas en la cocina, las freidoras de aire requieren atención. La acumulación de residuos de cocción puede provocar sobrecalentamientos si no se limpian adecuadamente. Además, dejarlas conectadas por mucho tiempo contribuye al riesgo.

• Cafeteras eléctricas: En especial los modelos antiguos que carecen de función de apagado automático. Si se dejan encendidas después de preparar café, existe el peligro de que se sobrecalienten, aumentando la posibilidad de incendios.

• Cargadores de dispositivos electrónicos: Los cargadores de celulares, laptops y otros dispositivos también pueden sobrecalentarse y ocasionar cortocircuitos si permanecen conectados sin uso activo.

• Otros electrodomésticos: Adicionalmente, es crucial estar atento al uso adecuado de tostadoras, hornos eléctricos, secadoras de ropa y calentadores eléctricos. Estos pueden sobrecalentarse y generar incendios, especialmente cuando se dejan conectados por demasiado tiempo.

El riesgo de incendio no solo está vinculado al tipo de electrodoméstico, sino también a su uso.

• Uso incorrecto: No desconectar los aparatos después de usarlos, sobrecargar los enchufes o utilizar cables dañados son prácticas que aumentan el riesgo de incendio. La acumulación de suciedad en los aparatos también es otro factor crucial a tener en cuenta.
• Sobrecarga y cables en mal estado: La sobrecarga de enchufes múltiples y el uso de cables desgastados son responsables de sobrecalentamiento y cortocircuitos, que pueden causar incendios.
• Sobrecalentamiento y fallas eléctricas: Cuando un aparato se sobrecalienta, especialmente en presencia de materiales inflamables, el peligro se multiplica. Además, fallas eléctricas como cortocircuitos o sobretensiones contribuyen aún más al riesgo.

En Perú, la gran mayoría de los hogares, un 90,9%, utiliza cocinas a gas, un artefacto presente en muchas cocinas del país por su eficiencia y accesibilidad. Sin embargo, este electrodoméstico ha sido señalado por expertos españoles como un potencial factor detrás de un alto número de muertes prematuras cada año, debido a sus emisiones contaminantes.

Según un estudio de la Universidad Jaime I de Valencia, las cocinas a gas liberan dióxido de nitrógeno (NO₂), un gas tóxico capaz de afectar la salud respiratoria y cardiovascular. Este compuesto se asocia con el desarrollo de enfermedades crónicas y un mayor riesgo de muerte, especialmente para personas vulnerables. En Europa, se estima que alrededor de 40.000 muertes anuales están relacionadas con la exposición al NO₂ emitido por las cocinas a gas.

El dióxido de nitrógeno no solo proviene del tráfico o de las industrias, sino que también se concentra en los hogares, sobre todo en aquellos con poca ventilación. Esta situación es preocupante en espacios cerrados, donde el uso frecuente de cocinas a gas puede degradar significativamente la calidad del aire. El INEI destaca en su informe que, sin medidas adecuadas de ventilación y control, el impacto de estas emisiones no debe subestimarse.

Para minimizar el riesgo asociado al uso de electrodomésticos, se recomienda adoptar las siguientes prácticas:

1. Desconectar los electrodomésticos tras su uso: Es una medida de seguridad esencial que evita el riesgo de incendios al eliminar la conexión eléctrica cuando no se necesita el aparato.
2. Evitar sobrecargar enchufes: Limitar la cantidad de dispositivos conectados simultáneamente a un mismo enchufe puede prevenir el sobrecalentamiento y sus potenciales consecuencias.
3. Inspección regular de cables y enchufes: Hacer revisiones periódicas para identificar daños o desgastes en cables y enchufes ayuda a prevenir cortocircuitos.
4. Mantener la limpieza de los aparatos: Limpieza habitual de electrodomésticos como freidoras de aire y secadoras reduce la acumulación de residuos y, por ende, minimiza el riesgo de incendios.
5. Supervisión de dispositivos en uso: No dejar electrodomésticos encendidos sin supervisión, especialmente aquellos que alcanzan altas temperaturas, mejora la seguridad en el hogar.
6. Garantizar el buen estado de los aparatos: Llevar a cabo revisiones de mantenimiento asegura que todos los componentes de los electrodomésticos funcionen correctamente.
7. Incluir dispositivos de seguridad: La instalación de detectores de humo y similares permite detectar rápidamente incendios, proporcionando una respuesta más rápida ante cualquier incidente.

Para asegurar un uso responsable de los electrodomésticos y contribuir al ahorro energético en el hogar, es aconsejable seguir algunos sencillos consejos:

1. Planificar el uso de los electrodomésticos: Utiliza los aparatos en horarios donde el consumo sea más equilibrado. Evita, por ejemplo, usar muchos equipos de alto consumo eléctrico simultáneamente.
2. Mantener en buen estado los electrodomésticos: Realiza mantenimientos periódicos para identificar posibles fallas eléctricas o mecánicas. Sustituye o repara cables dañados y asegúrate de que los dispositivos funcionen correctamente.
3. Instalación de tomacorrientes adecuados: Instaura tomacorrientes con interruptor y conectores de carga adecuada para proteger la red eléctrica de sobrecargas y cortocircuitos.
4. Ahorrar energía con pequeños hábitos: Desconecta equipos que no utilicen energía constantemente, como cargadores de móviles, y apaga las luces al salir de una habitación. Aunque sean prácticas pequeñas, pueden generar un ahorro significativo en el consumo eléctrico.
5. Uso de electrodomésticos eficientes: Opta por electrodomésticos que cuenten con etiquetas de eficiencia energética y programas de ahorro, lo que reducirá el consumo y permitirá una mejor gestión de recursos.
6. Educación y concientización familiar: Comparte buenas prácticas con todos los miembros del hogar sobre el manejo y desconexión de aparatos eléctricos. Fomentar hábitos saludables y responsables ayudará a minimizar riesgos en el futuro.

Implementar estas medidas no solo contribuye a la seguridad del hogar, sino que también promueve una cultura de ahorro y eficiencia energética. Al tomar conciencia sobre los riesgos potenciales de electrodomésticos como la tostadora y otros dispositivos eléctricos, es posible proteger a la familia y contribuir al cuidado del medio ambiente.