Perú bajo alerta sísmica: Indeci recuerda que “en cualquier momento” puede haber un terremoto

La advertencia sobre un posible sismo de gran magnitud en el país vuelve a tomar fuerza. En medio de una serie de movimientos telúricos registrados en las últimas horas en la costa del sur del territorio, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) reforzó el llamado a la prevención.

Según indicó Mario Valenzuela, especialista en gestión del riesgo de desastres de dicha institución, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) ya alertó que “en cualquier momento” puede que ocurra uno muy fuerte, superior a los ocho grados.

“Como todos sabemos, el IGP nos ha indicado que en cualquier momento puede que ocurra un sismo muy fuerte, superior a 8.8. Es decir, un gran terremoto. Casi 279 años que no hay uno frente a nuestras costas y ellos ya nos dijeron que deberíamos estar preparados ante la ocurrencia de este gran evento”, manifestó a Exitosa.

La declaración no pasó desapercibida. A tan solo un día del Simulacro Nacional Multipeligro, previsto para este viernes 30 de mayo a las 10:00 a. m., la posibilidad de un evento de gran magnitud ha recobrado protagonismo. La advertencia, aunque técnica, se da en un contexto donde la actividad sísmica en la costa sur del país ha sido particularmente intensa en las últimas horas.

Las alarmas volvieron a sonar en Ica. Entre la noche del martes 27 y la mañana del miércoles 28 de mayo, la región sureña registró al menos cinco movimientos sísmicos, todos sentidos con diferente intensidad en localidades como Nazca, Palpa, Pisco y Chincha. Incluso, algunos fueron percibidos levemente en sectores de Lima.

El evento de mayor magnitud fue de 5.4, localizado frente a las costas de Marcona, con una profundidad de 43 kilómetros. Este temblor fue el tercero en menos de 12 horas en esa misma zona, reveló el IGP. Días antes, ya se habían reportado otros movimientos, lo que ha generado inquietud en una región históricamente vulnerable.

De acuerdo a los expertos del IGP, esta actividad forma parte del comportamiento normal del territorio peruano. “La placa oceánica de Nazca se desliza por debajo de la Sudamericana, generando fricción. Dependiendo del tamaño de la zona de contacto, la energía acumulada puede liberar movimientos de magnitud considerable”, explicaron.

El Perú está ubicado dentro del Cinturón de Fuego del Pacífico, una extensa franja de alta actividad sísmica que abarca la costa oeste de América y otras regiones del Pacífico. Este sector concentra cerca del 85 % de los sismos registrados en el mundo, debido a la interacción de múltiples placas tectónicas.

En el caso peruano, la colisión entre la placa de Nazca y la placa Sudamericana ocurre frente a nuestro litoral, en zonas como Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna. Estas áreas presentan acumulación constante de energía, lo que explica la recurrencia de los temblores.

El temor por un gran terremoto no es nuevo. El recuerdo del devastador sismo de 7.9 en Pisco en 2007 aún permanece en la memoria colectiva. Hoy, a casi dos décadas de aquel desastre, la posibilidad de otro evento sísmico de gran escala es considerada un riesgo latente.

Valenzuela precisó que el simulacro de mañana 30 de mayo está diseñado según las amenazas más comunes en cada zona del país. “Los que se encuentran en selva van a practicar el ejercicio por desborde de río e inundaciones; los de la sierra, por lluvias intensas, deslizamientos o huaicos; y los de la costa, generalmente por sismo y tsunami”, señaló.

En Lima, el ejercicio estará enfocado en un sismo de gran magnitud y sus efectos asociados. Uno de los puntos emblemáticos elegidos para el ensayo será el colegio Nuestra Señora de la Visitación. Allí se activará una sirena que marcará el inicio del simulacro, seguido de tres momentos clave:

1. Inicio del evento con alarma sonora (sirena, bocina o campana).
2. Ubicación en zona segura interna durante los dos primeros minutos.
3. Evacuación hacia un punto de reunión externo, alejado de estructuras colapsables o peligrosas.

El especialista del Indeci enfatizó la importancia de estos ejercicios como parte de una estrategia de preparación continua. “Ya son casi 279 años sin un gran terremoto frente a nuestras costas y ellos ya nos indicaron que deberíamos estar preparados ante la ocurrencia de este evento”, reiteró Valenzuela.

En los últimos años, según Valenzuela, se ha observado un crecimiento en la participación ciudadana durante los simulacros. “Estamos viendo que la población está un poco más concientizada. Ya sabe qué es lo que puede hacer y cómo actuar”, afirmó.

Cada año se organizan tres simulacros nacionales y tres simulaciones. Estas prácticas se realizan en distintos horarios —mañana, tarde y noche— para evaluar la capacidad de respuesta ante eventos inesperados. El Indeci trabaja en coordinación con los gobiernos regionales y locales, así como con otras entidades del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres.

Un reporte del portal especializado Alerta Mundial / Terremotos y Desastres confirmó que más de 15 sismos ocurrieron en menos de 24 horas en zonas claves del Cinturón de Fuego, incluyendo la costa de Perú y parte de México. Entre ellos destacan eventos de magnitud 5.1, 5.0 y 4.6, con profundidades de entre 29 y 44 km. También se registraron sismos más profundos, de hasta 175 km.

Si bien estos temblores no provocaron daños materiales ni víctimas, reafirman que se continúa bajo una amenaza sísmica permanente. El Indeci, por su parte, comunicó que se mantiene en alerta y en constante coordinación con el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), mientras que la Marina descartó cualquier posibilidad de tsunami en el litoral.

Ante este escenario, las autoridades insisten en la preparación ciudadana. Toda familia debe tener un Plan de Emergencia, con zonas seguras, rutas de evacuación, roles definidos y una mochila de emergencia. Esta debe contener alimentos no perecibles, agua, documentos importantes, radio portátil, linterna, botiquín y ropa de abrigo.

También se deben considerar necesidades especiales para niños, adultos mayores, personas con discapacidad o mascotas.

José Martínez Medina, jefe de prevención de riesgos de RIMAC, recordó que “no podemos evitar los sismos, pero sí reducir su impacto si nos preparamos adecuadamente”. La práctica continua, aseguró, es vital para identificar fallas y corregirlas antes de que ocurra una emergencia real que amenaza con terminar con la vida de cientos de personas.