PNP Desarticuló banda criminal que vendía explosivos a extorsionadores que amenazan a comerciantes con pago de cupos

En una operación ejecutada en San Juan de Lurigancho, la Policía Nacional del Perú (PNP) logró desarticular una banda dedicada a la venta de explosivos para extorsionadores. La intervención fue resultado de un trabajo de inteligencia que permitió identificar y detener a Edison Ochoa, alias “Chemo”, de 34 años, quien lideraría la agrupación delictiva conocida como “Los indeseables de la calle”.

La captura ocurrió en la vía pública mientras Ochoa se trasladaba en un auto gris. Una motocicleta le cerró el paso, obligándolo a retroceder en busca de su huía, pero una unidad policial ya lo esperaba detrás, bloqueando su escape. La maniobra permitió su detención inmediata.

Lo que agravó aún más su situación fue el hecho de que “Chemo” debía cumplir arresto domiciliario con grillete electrónico, una medida impuesta por un delito contra el patrimonio cometido en Ica en 2019. Sin embargo, lejos de estar en su domicilio, Ochoa se encontraba operando desde las calles, presuntamente proveyendo explosivos a bandas de extorsionadores.

Durante el operativo, también fueron detenidos otros tres presuntos cómplices, entre ellos, su pareja Valeria Nicole Gonzáles Gonzáles, más conocida como “La loba”. Los otros presuntos integrantes de la organización son Carmen Rosa Chuquimayo y Neil Ángel Gracia Loayza, alias “Angelito”.

Posteriormente, los agentes se trasladaron hasta la vivienda de alias “Chemo”, donde se incautaron diversas evidencias que vincularían a la organización con actividades delictivas graves. Entre los objetos hallados se encontraron drogas, teléfonos celulares, dinero en efectivo, y bloqueadores de señal, estos últimos comúnmente utilizados para evitar el rastreo policial.

En total, la policía incautó siete kilos y medio de clorhidrato de cocaína, 4,400 soles en efectivo y 1,150 dólares americanos.

Fuentes policiales indicaron que los detenidos estarían vinculados con diversos atentados recientes en varios distritos de Lima, incluyendo hechos de violencia registrados en el conocido local “La Salsoteca” en La Victoria, así como en los mercados de Caja de Agua y Las flores, ubicados también en San Juan de Lurigancho.

Desde la Policía se ha hecho un llamado al Instituto Nacional Penitenciario (INPE) para que refuerce los mecanismos de supervisión ante los reiterados casos de personas que pese a su detención han vuelto a delinquir en las calles.

Uno de los hallazgos más graves durante el operativo fue la presencia de un menor de edad entre los intervenidos, hijo de uno de los integrantes de la banda.

Según explicó la Policía Nacional, el niño habría sido utilizado como “fachada” para simular un viaje familiar, con la intención de despistar cualquier control policial. Esta estrategia, aparentemente premeditada, buscaba reducir las sospechas sobre el grupo mientras transportaban material altamente peligroso. “En la parte posterior iba su hijo, sin tener ningún reparo o miramientos de los componentes peligrosos que se trasladaban”, declaró un agente.

Dentro del vehículo se encontraron cuatro cartuchos de dinamita con sus respectivos fulminantes y dos explosivos caseros con mechas artesanales, además de una veintena de teléfonos celulares que, según el coronel Collantes, habrían sido utilizados para coordinar actos extorsivos. Todo este material estaba escondido en la parte trasera del automóvil.

De acuerdo con los agentes policiales, este no es el primer caso en que una persona con arresto domiciliario es sorprendida delinquiendo. Por ello, la Policía Nacional instó al INPE a realizar un control más estricto sobre los reclusos que, a pesar de contar con grillete electrónico, continúan delinquiendo desde las calles.

La investigación continúa y no se descarta que haya más detenciones en los próximos días, así como la apertura de nuevos casos ligados a la venta ilegal de explosivos y el tráfico de drogas.