“Niños fallecidos no recibieron su vacuna”, lamenta ministro de Salud ante muertes por brote de tos ferina

César Vásquez detalló que los más afectados son los niños de comunidades indígenas que no habían completado su esquema de vacunación

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La Tos ferina es altamente
La Tos ferina es altamente contagiosa. (Foto: Andina)

En medio de una creciente preocupación por un brote de tos ferina en el Perú, se confirmó la muerte de diez niños, según informó el Ministerio de Salud (Minsa). La mayoría de los casos se concentran en la región amazónica de Loreto, donde las comunidades indígenas han sido particularmente afectadas.

El titular del Minsa, César Vásquez, lamentó que ninguno de los menores fallecidos haya estado inmunizado para enfrentar esta enfermedad, lo que pone en tela de juicio los alcances de la vacunación gratuita disponible en el país.

El epicentro del brote se encuentra en la provincia de Datem del Marañón, en Loreto, donde se han notificado 490 casos. Nueve de las diez muertes confirmadas ocurrieron en esta región, afectando principalmente a niños de comunidades indígenas que no habían completado su esquema de vacunación.

“Lamentablemente diez niños han fallecido, todos ellos no han recibido su vacuna”, dijo al exhortar a los padres de familia y a la ciudadanía acudir a los establecimientos de salud para ser inmunizados de manera gratuita.

Váquez señaló la existencia de dos vacunas contra la tosferina: la trivalente y la pentavalente. Destacó su disponibilidad en centros de salud públicos y la importancia de su aplicación para evitar más decesos.

Asimismo, se informó que, para prevenir la propagación de la enfermedad, se están llevando a cabo cercos epidemiológicos en Loreto con alrededor de 200 vacunadores. Además, se está intensificando la vacunación en Cusco y Lima.

Estas brigadas no solo se encargan de inmunizar, sino también de brindar información para contrarrestar la resistencia a las vacunas en algunos sectores. Según Ricardo Peña, viceministro de Salud Pública, la cobertura de vacunación contra la pertussis debería ser al menos del 25% a estas alturas del año, pero solo Callao y Tumbes están en el rango ideal, mientras que otras regiones no superan ni el 20%.

La tos ferina, también conocida como coqueluche, es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. Afecta principalmente a niños pequeños no vacunados o con vacunación incompleta, aunque también puede infectar a adultos.

Se transmite por gotículas al toser o estornudar, y sus síntomas iniciales son similares a los de un resfriado común, pero progresivamente se intensifican en una tos severa y persistente. Sin tratamiento oportuno, puede derivar en complicaciones graves, especialmente en bebés y personas inmunodeprimidas.

El diagnóstico de la tos ferina se realiza principalmente a través de pruebas moleculares procesadas en Lima, aunque el Ministerio de Salud plantea descentralizar esta capacidad hacia las regiones.

Mientras tanto, las acciones de bloqueo sanitario se activan inmediatamente ante cualquier caso sospechoso, sin esperar resultados de laboratorio. El viceministro Peña exhortó a la ciudadanía a acudir a los centros de salud para verificar su esquema de vacunación, ya que completar el estado de inmunidad de cada persona es vital para cortar la transmisión y evitar más muertes.

Un paciente de tos ferina
Un paciente de tos ferina recibe el tratamiento de parte del personal de salud en un establecimiento de salud del norte del Perú. (Crédito: Andina)

Casos en otras regiones del país

Fuera de Loreto, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC Perú) también ha reportado casos confirmados en varias regiones. En Lima Metropolitana se han registrado 42 casos, en Cajamarca 22, en Cusco 17, en Arequipa 12, en el Callao 12, en Tacna 9, en Puno 8, en La Libertad 7, y en Piura y Áncash 6 cada una. Asimismo, se han identificado 3 casos en Ayacucho, 2 en Ucayali y 1 en Lambayeque.

El CDC resaltó que la vacunación es la principal estrategia para prevenir esta enfermedad. Los niños deben recibir su primera dosis a los dos meses de edad, con refuerzos a los cuatro y seis meses, y una dosis adicional entre los 18 meses y los cuatro años.

Asimismo, se recomienda la inmunización de mujeres embarazadas durante el tercer trimestre de gestación, ya que permite que el recién nacido reciba anticuerpos protectores antes de poder ser vacunado directamente. Esta estrategia ha demostrado reducir la incidencia de formas graves en lactantes.