Una nueva masa de aire frío amenaza con alterar el clima en gran parte del territorio. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) anunció la llegada de un nuevo episodio de friaje, el décimo, que se manifestará con un marcado descenso de temperatura diurna, acompañado de vientos intensos, nubosidad y precipitaciones en gran parte de la selva. Esta situación motivó la emisión del aviso meteorológico N.° 176, el cual ha sido clasificado con nivel de alerta naranja, debido al potencial impacto en la población y las infraestructuras locales.
El fenómeno meteorológico afectará a 10 departamentos del país, específicamente aquellos ubicados en la región amazónica y sus zonas de transición. De acuerdo con el Senamhi, los territorios comprendidos en esta alerta son: Ayacucho, Cusco, Huánuco, Junín, Loreto, Madre de Dios, Pasco, Puno, San Martín y Ucayali. El evento tendrá una duración de 37 horas, comenzando el jueves 29 de mayo a las 10:00 a. m. y extendiéndose hasta la medianoche del viernes 30.
En este periodo se prevén temperaturas máximas inusualmente bajas para zonas tropicales. En la selva norte y central los valores bordearán los 27 °C, mientras que en el sur los termómetros marcarán alrededor de 23 °C, generando una marcada sensación de frío. A esto se suma la presencia de lluvias ligeras a moderadas, cielo cubierto y ráfagas de viento cercanas a los 50 km/h, lo que podría generar afectaciones en viviendas precarias, tendido eléctrico, árboles y embarcaciones.
Un riesgo adicional
Como parte del mismo sistema climático, el aviso N.º 175 del Senamhi señala que el descenso de temperatura también se registrará durante la noche, prolongando los efectos adversos hasta el sábado 31 de mayo. Este pronóstico apunta a que las temperaturas mínimas llegarán a valores cercanos a los 15 °C en la selva sur, mientras que en la selva centro y norte fluctuarán entre 19 °C y 20 °C.
La coexistencia de estos dos avisos —uno centrado en el enfriamiento diurno y otro en el nocturno— configura un panorama especialmente desafiante para las poblaciones que residen en zonas expuestas, muchas de las cuales no cuentan con protección térmica adecuada ni servicios de salud fácilmente accesibles.
A tomar precauciones
Ante este escenario, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) emitió una serie de recomendaciones dirigidas tanto a los gobiernos locales y regionales como a la población. Una de las principales acciones sugeridas es la realización de inspecciones técnicas de seguridad en edificaciones, con el objetivo de identificar posibles vulnerabilidades estructurales en techos, muros y coberturas que pudieran ser afectadas por el viento o la humedad.
Asimismo, se recomienda reforzar los vidrios de las ventanas, amarrar adecuadamente los techos con soportes firmes, asegurar lanchas o canoas que estén ancladas a orillas de los ríos y mantener despejadas las rutas de evacuación en caso de emergencia. El uso de ropa térmica e impermeable, además del consumo frecuente de infusiones o bebidas calientes, puede contribuir a prevenir infecciones respiratorias y malestares propios de las bajas temperaturas.
En cuanto al ámbito sanitario, el Indeci aconseja acudir al centro de salud más cercano si se presentan síntomas como tos persistente, fiebre o dificultades respiratorias, sobre todo en niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas.
Monitoreo y coordinación
El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) se encuentra realizando un seguimiento permanente de la situación en las regiones señaladas por el Senamhi. Esta instancia, dependiente del Indeci, tiene como misión coordinar las acciones de respuesta rápida ante posibles emergencias y canalizar el apoyo logístico y técnico que requieran las autoridades regionales o provinciales.
El monitoreo se basa en reportes satelitales, comunicaciones locales y análisis meteorológicos que permiten activar protocolos de intervención inmediata en caso de deslizamientos, inundaciones o interrupciones en servicios básicos ocasionados por el impacto del friaje.
Lo que años atrás era un fenómeno estacional puntual, hoy se presenta con mayor frecuencia e intensidad. Con varios eventos de friaje registrados en los últimos meses, el patrón climático en la Amazonía peruana muestra señales claras de variabilidad que desafían la capacidad de respuesta de las autoridades y la resiliencia de las comunidades afectadas.
Los expertos ya advirtieron que la exposición prolongada a bajas temperaturas, unida a la limitada infraestructura de muchas localidades amazónicas, plantea un posible riesgo que exige acciones preventivas sostenidas y mejor preparación institucional para los meses venideros.
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