La Inteligencia Artificial y su impacto en las empresas y el mundo laboral

Muchos trabajos antiguos están en peligro de desaparecer o cambiar de forma muy drástica

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(Imagen Ilustrativa Infobae)
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La Inteligencia Artificial ya no es solo una promesa futura; es una realidad actual que está cambiando la forma en que trabajamos, creamos y comunicamos en el mundo de los negocios. La IA se ha convertido en un instrumento clave que transforma los métodos, acelera la creatividad y reorganiza los roles de trabajo. Su apariencia repentina también conlleva sus dilemas morales, problemas laborales y una necesidad inmediata: garantizar la ejecución responsable.

Automatización y eficiencia: beneficios tangibles, desafíos humanos. Uno de los efectos más claros de la IA en las empresas es el reemplazo de tareas rutinarias y relacionadas con el trabajo. Las tareas que una vez tomaron horas de esfuerzo humano, como clasificar los correos electrónicos, realizar un seguimiento de los stock o examinar datos, ahora se completan en segundos por algoritmos inteligentes. Esto permite a los grupos reducir los gastos, aumentar la productividad y enfocar a los trabajadores calificados en los roles claves.

Sin embargo, este avance también crea conflictos en el sector laboral. Muchos trabajos antiguos están en peligro de desaparecer o cambiar de forma muy drástica. Un estudio del Foro Económico Mundial sugiere que casi la mitad de las habilidades laborales evolucionarán en los próximos cinco años debido a la nueva tecnología como la IA. Esto crea un requisito apremiante para la transformación calificada y la mejora de las habilidades por parte de los actuales trabajadores.

Nuevos perfiles y oportunidades emergentes. A pesar de las preocupaciones, la inteligencia artificial no solo elimina las posiciones, también genera nuevas, tales como, la ciencia de análisis de datos, ciberseguridad, programación o la elaboración de programas. El mercado laboral necesita personas con una combinación de habilidades tecnológicas y la capacidad de pensar críticamente, ser creativos y comprender bien a las personas, las habilidades blandas.

En esta nueva situación, las empresas dedicadas a la educación continua y el crecimiento de habilidades tendrán más probabilidades de hacerse cargo de desarrollar habilidades digitales, la comprensión emocional y la flexibilidad, las cuales son esenciales para que IA sea entendida como un socio y no como un peligro.

Ética y sostenibilidad como principios rectores. Al igual que con grandes proyectos de construcción, la introducción de nuevas tecnologías debe emparejarse con un enfoque ético y sostenible. La IA presenta desafíos que deben abordarse: ¿garantizar que sus elecciones sean justas y no perpetuando prejuicios? ¿Quién es responsable cuando falla un algoritmo? ¿Cómo salvaguardia la confidencialidad de los individuos?

Además, la creación y la enseñanza de la IA requiere energía y materiales significativos, por lo que debemos pensar en su efecto en la naturaleza, es decir, una transformación que exige un liderazgo consciente y responsable.

La inteligencia artificial no es solo una tendencia pasajera, es un cambio fundamental que necesita una guía reflexiva y un plan de alcance. El punto principal no es luchar contra el cambio, sino es saber manejarlo con inteligencia, generando que las organizaciones que usan una IA ética, inclusiva y para el bien común, serán más competitivas y más humanas.

En esta nueva perspectiva, la importancia de la persona permanece estando como centro del universo, aunque las máquinas, en este caso la IA, pueden aprender, analizar y realizar tareas, sigue siendo nuestra responsabilidad determinar nuestro rumbo como sociedad.