Día de la Educación Inicial: El vínculo esencial entre maestras, maestros y la formación de una generación

El acceso a la educación inicial implica mucho más que la simple matrícula; también considera las condiciones que facilitan o dificultan que los niños y niñas asistan, permanezcan y aprendan en estos espacios

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La Educación Inicial es la
La Educación Inicial es la base para que los niños y jóvenes de nuestro país tengan un buen desempeño en la vida. (Andina)

El Día de la Educación Inicial es una oportunidad para reafirmar que el niño debe ser reconocido, desde una perspectiva integral, como un sujeto de derechos y protagonista activo de su propio aprendizaje. Esta fecha permite visibilizar el papel fundamental que desempeña la educación inicial en el desarrollo infantil.

Diversos estudios, como los realizados por la OCDE, demuestran que los niños que acceden a una educación preescolar de calidad obtienen mejores resultados académicos, presentan una menor probabilidad de repetir años escolares y alcanzan mayores tasas de finalización educativa. Por ello, la atención y educación en la primera infancia resultan esenciales para el desarrollo motriz, cognitivo y emocional. Los cuidados y experiencias que los niños y niñas reciben durante sus primeros años de vida generan un impacto profundo y duradero en su desarrollo integral.

En el Perú, se han registrado avances importantes en la cobertura del Ciclo II de la educación inicial; sin embargo, la cobertura del Ciclo I continúa siendo limitada. En 2025, la atención a este grupo etario aumentó en un 7.5%, impulsada principalmente por programas como EduCuna. Por otro lado, la cobertura para niños y niñas de 3 a 5 años es considerablemente más alta. Durante este año, alcanzó el 91%, consolidándose como uno de los niveles con mayor cobertura dentro de la educación básica en el país (Minedu, 2025).

El Día de la Educación Inicial representa una oportunidad clave para reflexionar sobre la importancia de garantizar no solo el acceso a la educación desde los primeros años, sino también experiencias significativas de aprendizaje, a través de servicios educativos adecuados a la edad y necesidades de los niños y niñas.

El acceso a la educación inicial implica mucho más que la simple matrícula; también considera las condiciones que facilitan o dificultan que los niños y niñas asistan, permanezcan y aprendan en estos espacios. Este enfoque debe ser territorial, intercultural e inclusivo, de manera que los niños puedan desarrollar una comprensión profunda de su entorno, valorar la diversidad y construir una identidad sólida y respetuosa. El desafío principal es garantizar que todos los niños, sin distinción, tengan acceso oportuno y de calidad a la educación inicial.

Asimismo, este día es una oportunidad para reconocer el papel esencial que desempeñan las maestras del nivel inicial en la construcción de los futuros a partir del presente. Cada experiencia, enseñanza y vínculo que se establece con los niños hoy define el camino que recorrerán mañana. Forjar los futuros desde el presente significa valorar que cada interacción en la infancia es una oportunidad para sembrar confianza, creatividad y resiliencia, asegurando que el desarrollo infantil ocurra en entornos seguros y enriquecedores.

Por ello, la atención y educación en el nivel inicial requieren profesionales líderes y empoderados, con una formación cada vez más sólida, capaces de asumir el rol que la sociedad les asigna: formar ciudadanos que ejerzan su libertad y responsabilidad en una sociedad democrática, equitativa e inclusiva (PEN 2030).

Las maestras y maestros que acompañan los primeros pasos de la infancia no solo cumplen una función pedagógica, sino que, a partir de sus conocimientos, habilidades y actitudes, son capaces de inspirar y transformar la vida de los niños, promoviendo su desarrollo armónico y equilibrado en todas las dimensiones del ser humano. A través de su labor, generan ambientes de aprendizaje enriquecedores, fortalecen la confianza y autonomía de los niños, y siembran valores fundamentales para la convivencia democrática.

Esta celebración ofrece la oportunidad de destacar que la revalorización de la maestra de educación inicial es un imperativo ético y una inversión estratégica para el desarrollo humano y social. La educación inicial no solo es fundamental para el desarrollo integral de la primera infancia, sino también para la formación de ciudadanía desde los primeros años de vida. Este proceso de revalorización debe garantizar condiciones laborales dignas, una formación adecuada, la participación activa de las maestras en la toma de decisiones y el reconocimiento social que merecen (SITEAL).