Una red de héroes invisibles: los vigilantes ambientales y cómo la lucha de los invertebrados en Perú podría cambiar el rostro de la minería

Mientras las políticas ambientales se debilitan, comunidades se organizan para proteger su territorio. Capacitados con ciencia y liderados contra la contaminación, este movimiento crece en medio de la urgencia climática y el desinterés político en Perú y América Latina

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En un país afectado por
En un país afectado por la minería y la deforestación, comunidades organizadas emplean ciencia para preservar su entorno.

La figura de los vigilantes ambientales ha cobrado relevancia en América Latina como una respuesta organizada frente a los impactos de actividades extractivas y la crisis climática. Estos vigilantes son personas que, desde sus comunidades o ciudades, se preocupan por los efectos negativos en su entorno, como la contaminación de ríos, cuencas y bosques.

Estas personas se organizan a nivel comunal, barrial o mediante instituciones locales, y reciben capacitación para monitorear su territorio utilizando herramientas científicas, como kits portátiles para análisis de agua. El modelo no es exclusivo de Perú, ya que experiencias similares se han desarrollado en países como Estados Unidos y Alemania, adaptándose a las necesidades locales.

Vigilantes ambientales, clave frente a la crisis climática en América Latina

Según explica Jaime Borda, Secretario Ejecutivo de la Red Muqui, los vigilantes ambientales desempeñan un papel crucial en la detección temprana de problemas ambientales, especialmente en zonas afectadas por actividades mineras, petroleras o incluso por la gestión inadecuada de residuos sólidos.

En regiones como la Amazonía, además de los ríos, los bosques también son objeto de vigilancia debido a amenazas como la tala y la minería ilegal. Sin embargo, Borda destacó que, a pesar de la importancia de su labor, el reconocimiento oficial de estos grupos por parte del Estado peruano sigue siendo limitado. Hace aproximadamente una década, se promovió una ley para formalizar su rol, pero esta fue archivada debido a intereses económicos que se oponían a su aprobación.

Mina de cobre Antamina en
Mina de cobre Antamina en Áncash, Perú. Foto: Antamina

El contexto político y social actual en Perú ha relegado la agenda ambiental a un lugar secundario, según señaló Borda. Instituciones clave como el Ministerio del Ambiente y la Autoridad Nacional del Agua han visto reducidas sus competencias, lo que ha debilitado el marco institucional para la protección del medio ambiente.

¿Y cómo hacen para detectar los cambios en el medio ambiente? Es un trabajo no invasivo, donde una parte de él consiste en recoger muestras e identificar invertebrados como insectos, crustáceos, moluscos y anélidos, con un tamaño mayor a 0,5 milímetros, y en qué cantidades. En función a qué familia pertenece se da una puntuación que nos indica la calidad del agua.

¿América Latina apuesta por los vigilantes ambientales ante la crisis ecológica?

De cualquier manera, esta situación crítica de desatención por parte de las entidades responsables de ponerle coto a las actividades extractivas y su impacto en ecosistemas vulnerables ha generado gran preocupación entre los defensores ambientales, quienes consideran que el Estado no está cumpliendo con su rol de regulación y supervisión.

En este escenario, los vigilantes ambientales se han convertido en actores fundamentales para complementar la gestión ambiental, especialmente en zonas donde las autoridades tardan en responder ante emergencias, como derrames de sustancias contaminantes.

Vigilantes ambientales. El modelo de
Vigilantes ambientales. El modelo de vigilancia en Perú fortalece el tejido social y promueve la participación activa en la defensa del medio ambiente.

La crisis climática y los fenómenos sociales y económicos asociados, como la minería ilegal, han agravado los problemas ambientales en Perú y en otros países de la región. Según Borda, en zonas como la Amazonía, los ríos presentan niveles alarmantes de contaminación, mientras que en la región andina, los cambios en las lluvias y las inundaciones están afectando gravemente los territorios. Frente a estos desafíos, los vigilantes ambientales no solo realizan monitoreos, sino que también actúan como sistemas de alerta temprana, detectando cambios en el agua y el suelo que podrían pasar desapercibidos para las autoridades.

En este sentido, la creación de plataformas para visibilizar la falta de interés del actual gobierno peruano en la agenda ambiental resulta crucial. Según el experto, esta indiferencia se refleja en la ausencia de políticas efectivas para regular las actividades extractivas y en la falta de apoyo a iniciativas comunitarias de vigilancia ambiental. A pesar de este panorama, los vigilantes reafirman su compromiso de impulsar la defensa del medio ambiente y buscar el reconocimiento a su labor en futuras agendas parlamentarias y gubernamentales.

Equipados con kits portátiles, estas
Equipados con kits portátiles, estas comunidades monitorean ríos y documentan daños. Una respuesta comunitaria que fortalece la lucha ambiental a nivel global

Vigilancia ambiental comunitaria crece pese a la falta de apoyo estatal

En este contexto, nuestro país es sede del IV Encuentro Internacional y I Congreso Nacional de Vigilantes y Monitores Ambientales Comunitarios, un evento organizado por la Red Muqui y otras entidades que reúne a representantes de países como Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Guatemala y El Salvador, además de delegados de diversas regiones de Perú, como Puno, Cusco, Cajamarca y La Libertad. ¿El objetivo? Intercambiar experiencias, fortalecer las capacidades de los vigilantes y definir una agenda conjunta para enfrentar los desafíos ambientales en la región.

Durante el evento, se discuten temas como los efectos del cambio climático, el avance del extractivismo y la necesidad de fortalecer la institucionalidad ambiental. Según detalló la Red Muqui, la creciente demanda global de minerales estratégicos como el cobre, el litio y el níquel, impulsada por países como China, Estados Unidos y miembros de la Unión Europea, ha intensificado la presión sobre los territorios en América Latina. Esto ha generado conflictos socioambientales en comunidades que enfrentan los impactos de proyectos extractivos.

Uno de los puntos destacados del encuentro es la materialización del primer congreso estatutario de la Coordinadora Nacional de Vigilantes y Monitores Ambientales Comunitarios del Perú (CNVMAC). Esta organización, conformada por representantes de diversas regiones del país, busca consolidar su estructura interna y promover el reconocimiento oficial de su labor. Según explicó Borda, los vigilantes no pretenden reemplazar a las instituciones estatales, sino complementarlas, ya que son las personas que viven en los territorios quienes mejor conocen los cambios y riesgos en su entorno.