Clínica en Ate es baleada por presunto extorsionador a pocos metros del Hospital de Huaycán

El atentado sucedió en la transitada avenida José Carlos Mariátegui, cuando un hombre encapuchado abrió fuego contra la fachada de la Clínica Castillo

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Clínica en Ate es baleada por presunto extorsionador a pocos metros del hospital de Huaycán - Buenos Días Perú

El distrito de Ate continúa siendo testigo del aumento alarmante de casos de extorsión a negocios y empresas, algo que quedó demostrado recientemente con el violento ataque a una clínica situada frente al Hospital de Huaycán. En un escenario que se repite cada vez con más frecuencia en esta zona, las balas resonaron en plena luz del día, alterando la tranquilidad de sus habitantes.

El atentado sucedió en la transitada avenida José Carlos Mariátegui, cuando un hombre encapuchado abrió fuego contra la fachada de la Clínica Castillo, situación que quedó registrada por las cámaras de seguridad del municipio. Este hecho, que atemorizó a los vecinos, se suma a una serie de ataques previos sufridos por el mismo establecimiento. Hace apenas unos meses, la misma clínica fue objeto de un atentado con explosivos, cuyos resultados aún son evidentes en los destrozos que persisten en el lugar.

Extorsión en aumento: una realidad que golpea a los negocios

Los casos de extorsión no son nuevos en la región. El Perú ha presenciado un incremento significativo en este tipo de delitos, especialmente en el sector empresarial. Negocios como clínicas, farmacias y otros tipos de comercios enfrentan presiones constantes para entregar pagos a cambio de seguridad. Esta situación ha generado una atmósfera de inseguridad y temor que afecta tanto a propietarios como a empleados y clientes.

Clínica en Ate es baleada
Clínica en Ate es baleada por presunto extorsionador - Buenos Días Perú

La escena del reciente atentado fue captada alrededor de las 17:50 horas. El delincuente, que actuaba solo, se acercó a pie y disparó en varias ocasiones. Solo la falla inicial de su arma impidió que el número de disparos fuera mayor. Después de desbloquear la pistola, logró efectuar tres tiros, uno al aire y dos que impactaron directamente en la estructura de la clínica. Los testigos, incluidos transeúntes y vecinos, describieron a Buenos Días Perú el episodio como aterrador. Entre ellos se encontraba una adolescente que logró correr en busca de seguridad al percatarse del peligro inminente.

Una respuesta pendiente

La policía y el serenazgo local reaccionaron a lo sucedido, pero la captura del agresor sigue siendo incierta. Se cree que el atacante abandonó la escena a bordo de una mototaxi, medio de transporte común en la zona, lo que podría haber facilitado su escape entre el tráfico. Las autoridades investigan el incidente como parte de una serie de actos de intimidación ligados a grupos de extorsionadores.

Hospital de Huaycán cerca a
Hospital de Huaycán cerca a la clínica - Buenos Días Perú

Impacto en la comunidad y las respuestas necesarias

Este último ataque no sólo generó una nueva ola de miedo entre los residentes y comerciantes del distrito, sino que también plantea serias dudas sobre la efectividad de las medidas de seguridad. A pesar de la presencia de cámaras de vigilancia, la capacidad de respuesta ante actos violentos como este parece inadecuada.

La clínica afectada, que ofrece diversos servicios médicos como ecografías, radiografías y óptica dental, ahora enfrenta más que el desafío de reparar su infraestructura; debe lidiar con la creciente inseguridad que amenaza su operación diaria.

Los residentes y comerciantes solicitan urgentemente una mayor protección, y algunos, como testigos de estos actos criminales, esperan que las imágenes captadas por las cámaras del municipio sean claves para identificar y capturar al responsable.

Una situación crítica

La creciente incidencia de extorsiones en Ate es un reflejo de un problema mayor que asola a muchas partes de Lima y del país entero. Las autoridades enfrentan el reto de implementar estrategias más efectivas para combatir este fenómeno delictivo, que deja a su paso temor y desasosiego en las comunidades afectadas. Mientras tanto, los propietarios de negocios viven en un estado de incertidumbre, buscando mecanismos para proteger sus inversiones y, sobre todo, la seguridad de quienes dependen de ellas.