Crisis del boliviano: Cómo afecta la devaluación de la moneda a los productos peruanos que se venden en Bolivia

A raíz de la devaluación del boliviano frente al sol peruano, el consumo de productos importados desde Perú en los supermercados bolivianos ha mostrado fluctuaciones. Un análisis de precios revela que, mientras algunos productos peruanos siguen siendo atractivos debido a su calidad o tradición, otros han registrado aumentos significativos, lo que ha afectado su competitividad para el consumidor boliviano. No obstante, algunos productos siguen siendo relativamente más económicos para los bolivianos, pero la tendencia de precios en moneda local sigue afectando las decisiones de compra.

Según el tipo de cambio vigente el 21 de mayo de 2025 (1 sol = 4.55 bolivianos), los siguientes productos resultan más económicos en territorio boliviano en comparación con los precios en Perú. La leche condensada Nestlé de 397 gramos, que en Perú cuesta S/6.50, se vende en Bolivia por Bs 22.50, lo que equivale a S/4.95. Algo similar ocurre con productos de cuidado personal, como el enjuague bucal Colgate Plax Soft Mint de 500 ml, que en Perú cuesta S/16.90, en Bolivia se comercializa por Bs 47.90 (S/10.53). También el shampoo Dove de 400 ml, que en Perú cuesta S/17.90, se vende en Bolivia por Bs 36.00 (S/7.91),

En contraste, otros se han encarecido considerablemente. Por ejemplo, una galleta Chocosoda de 216 gramos, que en Perú se consigue por S/1.50, se vende en Bolivia por Bs 28.50 en supermercados como Fidalga, lo que equivale a aproximadamente S/6.26. En este caso, el precio del producto peruano casi cuadruplica su costo en Bolivia, volviéndose menos competitivo para los consumidores locales.

Si bien el aumento de precios de algunos productos peruanos ha afectado considerablemente a los consumidores bolivianos, los productos que en comparación resultan más económicos en Bolivia que en Perú no necesariamente garantizan una mejor oferta para los residentes del país altiplánico. Aunque el sueldo en Bolivia ha experimentado un aumento, el poder adquisitivo de los bolivianos sigue siendo limitado frente a los costos de la canasta básica, lo que dificulta que incluso los productos más baratos sean accesibles para una mayor parte de la población.

Bolivia atraviesa una situación económica compleja desde hace varios años, que se refleja en los constantes cambios de precio de los productos importados. Un buen ejemplo de esto es el set de 3 jabones Protex (110 g cada uno). En diciembre de 2024, este set se vendía por Bs 19 en Bolivia, lo que, con el tipo de cambio de entonces (aproximadamente 3 bolivianos por 1 sol), equivalía a unos S/4.18. Sin embargo, en mayo de 2025, su precio ha subido a Bs 24 lo que equivale a aproximadamente S/5.27. A pesar de este aumento en el precio local, el costo sigue siendo inferior al de Perú, donde el set de jabones Protex se vende por alrededor de S/12.

Otro ejemplo es el caso de la leche cremosita Nestlé Gloria. En Bolivia, su precio supera los Bs 18 (unos S/3.96 al tipo de cambio actual). A fines de 2024, se vendía a Bs 12.90, lo que equivalía a más de S/4.30 con el tipo de cambio de entonces, pero en el 2020 costaba solo Bs 8 la lata que entonces contenía 400 gr.

Los productos extranjeros que ingresan desde Perú a Bolivia comienzan a escasear en algunas góndolas de supermercados bolivianos. Basta con revisar las páginas web de cadenas como Fidalga o Hipermaxi para notar que varias presentaciones de marcas reconocidas —como Colgate o papas Lay’s— no están disponibles o figuran con stock limitado.

A esta situación se suman las declaraciones de algunas vendedoras en mercados bolivianos, quienes han manifestado su preferencia por abastecerse de productos nacionales en lugar de importar desde Perú, debido a la devaluación de su moneda. Esta devaluación no solo provoca fluctuaciones en el tipo de cambio con monedas extranjeras, sino también aumentos en los precios de los productos nacionales. “La leche PIL estaba a 11 bolivianos en lata, ahora viene en bolsa porque en lata cuesta 20″, comentó una comerciante.

Esta situación refleja brevemente lo que enfrentan muchos comercios bolivianos, que hacen esfuerzos por mantenerse a flote ante un escenario económico que ya ha obligado a varios a cerrar.