Cusco se prepara para la reapertura del tramo rehabilitado del Camino Inca a Machu Picchu desde el 16 de mayo

Esta apertura representa un paso importante para garantizar la seguridad y la conservación de una ruta ancestral que forma parte del patrimonio cultural e histórico más valioso del Perú.

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El Camino Inca a Machu
El Camino Inca a Machu Picchu abarca 43 kilómetros y es considerado uno de los mejores del mundo para el excursionismo, senderismo y trekking. Foto/Andina

Después de meses de trabajos intensos, el emblemático Camino Inca a Machu Picchu vuelve a recibir a sus visitantes en uno de sus tramos más desafiantes y pintorescos. La Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco anunció que, a partir del viernes 16 de mayo, el sector que comprende Phuyupatamarka, Caracol, Túnel e Intipata será habilitado nuevamente para el tránsito turístico tras concluir la rehabilitación.

La temporada de lluvias en la región sur del país suele ser un periodo crítico para el mantenimiento de los caminos incaicos. Durante los últimos meses, las fuertes precipitaciones provocaron deslizamientos y acumulación de escombros, poniendo en riesgo el tránsito de los viajeros. Frente a esta situación, un equipo técnico especializado, integrado por doce profesionales, desplegó un arduo trabajo para limpiar y asegurar el camino.

Las labores de rehabilitación incluyeron la remoción de piedras sueltas, árboles caídos, y todo tipo de material que obstaculizaba el paso. Dada la accidentada geografía de la zona, el grupo utilizó técnicas de progresión vertical, empleando arneses, cuerdas, mosquetones y poleas de freno para acceder a las áreas más complejas y garantizar un trabajo efectivo y seguro.

Además de limpiar el camino, se instalaron barandas de madera con pasamanos y muros de contención para proteger a los grupos organizados que recorren estas rutas, según explicó Francisco Huarcaya, arqueólogo a cargo del mantenimiento.

El mantenimiento también contempló la reparación y mejora de los servicios higiénicos y sistemas de desagüe en puntos estratégicos, como el puesto de control de Wiñaywayna, uno de los sectores emblemáticos del recorrido.

“Esperamos que estas últimas lluvias no vuelvan a causar emergencias”, señaló Jorge Moya Cohaguila, director de la Dirección Desconcentrada de Cultura en Cusco, quien subrayó que tanto el personal de mantenimiento como el de Machu Picchu están en alerta para actuar rápidamente ante cualquier eventualidad.

Esta reapertura llega en un momento crucial para el turismo en la región, que comienza a retomar su ritmo habitual tras las restricciones derivadas de la pandemia y los recientes daños climáticos.

El Camino Inca no solo es una ruta de aventura, sino también un recorrido espiritual y cultural que conecta a miles de turistas con la magnificencia del Imperio Inca y su ingeniería ancestral.

El Camino Inca forma parte
El Camino Inca forma parte del Qhapaq Ñan o Gran Camino Inca, que fue desarrollado por los incas como parte de su proyecto político y de integración. Foto/Andina

Caos para conseguir boletos para Machu Picchu

No obstante, la experiencia de llegar a Machu Picchu sigue marcada por la alta demanda turística y las restricciones en el acceso a la ciudadela. El aforo diario permitido en el santuario es de 5,600 visitantes, un número que, si bien ha ido aumentando en los últimos años, sigue generando desafíos logísticos.

Las entradas para Machu Picchu se dividen entre ventas anticipadas en línea y una pequeña cantidad disponible de forma presencial en Aguas Calientes, donde no son pocos los visitantes que deben esperar largas horas para conseguir un boleto.

El alcalde del distrito, Elvis LaTorre, ha planteado la posibilidad de elevar el aforo a 6,600 personas en temporada alta, propuesta que genera debate entre autoridades y especialistas por el impacto ambiental y la conservación del sitio.

El Ministerio de Cultura, por su parte, mantiene una posición prudente, indicando que cualquier modificación en la capacidad de visitantes debe estar respaldada por estudios técnicos y recomendaciones internacionales, especialmente las de la Unesco, que aconseja no superar los 4.000 turistas diarios para preservar la integridad del patrimonio.

Así, mientras el Camino Inca vuelve a abrir uno de sus tramos emblemáticos, el acceso a Machu Picchu continúa siendo un delicado equilibrio entre turismo y conservación. Los visitantes que planean su viaje deben asegurarse de adquirir sus entradas con anticipación, ya que la oferta sigue limitada y la demanda elevada.