Alerta en la frontera: Ecuador envió un escuadrón de 1500 militares a zona colindante con Perú y Colombia

La masacre de 11 uniformados ecuatorianos motivó que el gobierno de ese país despliegue personal especializdo para enfrentar a la guerrilla que controla la minería ilegal

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Militares ecuatorianos llegan a zona fronteriza con Perú y Colombia

El envío de un contingente de 1500 soldados ecuatorianos a la región amazónica fronteriza con Perú y Colombia revela la gravedad de la crisis de seguridad que afecta esta zona estratégica. Esta acción del gobierno de ese país responde a la escalada de violencia y control territorial por parte de grupos armados vinculados a la minería ilegal, narcotráfico y otras actividades ilícitas, que afectan no solo a Ecuador, sino también a las comunidades peruanas y colombianas cercanas.

El Ministerio de Defensa de Ecuador anunció el despliegue de un amplio escuadrón conformado por efectivos de Fuerzas Especiales, inteligencia y contraterrorismo, con la misión de localizar y neutralizar a los grupos insurgentes y mafias que controlan la minería ilegal en la zona de la provincia de Orellana, una de las áreas más afectadas. Esta medida surge luego de un brutal ataque ocurrido en mayo, donde 11 militares ecuatorianos perdieron la vida en una emboscada perpetrada presuntamente por disidentes de las Farc, en una operación para erradicar campamentos ilegales de extracción de oro.

El suceso puso en evidencia la profundidad del problema: no solo la presencia de grupos armados experimentados y bien equipados, sino también la posible infiltración de criminales dentro de las propias instituciones de seguridad. Expertos adviertieron que la corrupción y las redes internas complican aún más la lucha contra estas mafias, dificultando la efectividad de las operaciones y poniendo en riesgo a los uniformados.

13/05/2025 Soldados ecuatorianos iniciando una
13/05/2025 Soldados ecuatorianos iniciando una operación militar con helicópteros en las regiones amazónicas del país.. El Ministerio de Defensa de Ecuador ha desplegado este lunes a 1.500 soldados en la región amazónica del Alto Punino en una operación para localizar y "eliminar" a miembros del grupo armado colombiano Comandos de Frontera, al que acusan del asesinato de once militares el pasado viernes en la vecina región del Coca. POLITICA MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL DE ECUADOR

Motor del crimen organizado

El control de la minería ilegal representa para estos grupos mucho más que un negocio: es la base de una economía criminal que financia actividades como el narcotráfico, la extorsión, el sicariato y el tráfico de armas.

Reportes oficiales señalan que la riqueza generada por el oro extraído ilegalmente en la cuenca del río Punín ha crecido exponencialmente en los últimos años, impulsada por el aumento del precio internacional del metal y por la impunidad que les permite operar sin restricciones.

La extracción clandestina no solo degrada el medio ambiente y contamina los recursos naturales, sino que también desplaza a las comunidades indígenas, quienes son las principales afectadas por la violencia y la inseguridad. Según informes, estos grupos no solo controlan la minería sino también imponen su autoridad mediante amenazas y asesinatos, sometiendo a las poblaciones locales.

El Ministerio de Defensa de
El Ministerio de Defensa de Ecuador anunció la movilización de 1.500 uniformados en la frontera - crédito EFE

La amenaza de Los Choneros

En este complejo escenario, una organización criminal ecuatoriana llamada Los Choneros emerge como un actor clave. Denuncias de inicios de este año apuntan a que este grupo avanzó más de 30 kilómetros dentro del territorio peruano, en la región Amazonas, en una zona cercana a la frontera con Ecuador. Su propósito: proteger las operaciones ilegales de minería que afectan las tierras ancestrales de las comunidades awajún, generando graves conflictos sociales y despojo de recursos.

El alcalde de Shaim Alto Comainas, Francisco Yampis, señaló que Los Choneros actúan como brazo armado de mineros ilegales que utilizan maquinaria pesada para explotar el oro sin autorización oficial. Además, acusó a autoridades policiales y militares locales de corrupción, al recibir sobornos que facilitan la permanencia y expansión de estas mafias.

Este avance ilegal provoca enfrentamientos violentos y ha obligado a muchas familias indígenas a abandonar sus hogares. La falta de recursos y la insuficiente presencia estatal en la frontera agravan la situación, dejando a las comunidades sin protección ni acceso a servicios básicos.

En las imágenes viralizadas en
En las imágenes viralizadas en redes socialesse aprecia a un numeroso grupo de desconocidos desplazándose por territorio peruano. (Imágenes: Pedro Yaranga)

Una frontera en tensión

La región donde convergen Ecuador, Perú y Colombia es un corredor estratégico para el tráfico de drogas y minerales, controlado por múltiples grupos criminales que colaboran y se enfrentan simultáneamente. Además de Los Choneros, operan bandas como Los Lobos, Tiguerones y el Comando Vermelho, esta última una potente organización brasileña vinculada al narcotráfico.

El conflicto ha desbordado a los Estados, que enfrentan limitaciones en presupuesto, personal y coordinación para frenar el avance del crimen organizado, según entendido en el tema. En Perú, la denuncia sobre una carretera clandestina que conecta el Ecuador con la provincia de Condorcanqui facilita el ingreso masivo de mineros ilegales y el saqueo de recursos, evidenciando la fragilidad del control fronterizo.

El costo humano y social

Las comunidades indígenas, históricamente marginadas y con escasa presencia estatal, se encuentran en el epicentro de esta crisis. La invasión de sus territorios por mineros ilegales y grupos armados ha provocado desplazamientos, destrucción de sus medios de vida tradicionales y episodios de violencia que aumentan la desconfianza hacia las autoridades.

Experto analizó la relación entre
Experto analizó la relación entre ambos países tras asesinato de militares por parte de un grupo armado colombiano - crédito EFE

Frente a esta situación, las rondas campesinas de la zona ya advirtieron que, de no recibir apoyo efectivo del Estado, tomarán acciones para proteger sus tierras por cuenta propia. Mientras tanto, los reclamos hacia los gobiernos regionales y nacionales se intensifican, exigiendo intervención urgente para frenar la corrupción, desarticular a las mafias y proteger a las poblaciones vulnerables.

Este despliegue militar en la triple frontera representa un intento decisivo de Ecuador por recuperar el control de una zona clave, pero también evidencia un problema que trasciende las fronteras nacionales y que requiere respuestas integrales y coordinadas entre Perú, Colombia y Ecuador para enfrentar a las redes criminales que hoy se disputan el poder en la Amazonía.