Régimen chino establece ruta al puerto de Chancay para competir con el Canal de Panamá e ignora impacto ambiental en la zona

El régimen chino inauguró una nueva ruta marítima directa entre los puertos de Nansha, en Guangzhou, y Chancay, en la costa central de Perú, según informó la cadena estatal CCTV. La decisión responde al avance estratégico para fortalecer la presencia del gigante asiático en la región.

Esta conexión es parte de la expansión de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, una de las principales políticas exteriores de Beijing, que busca fortalecer su influencia global mediante el desarrollo de infraestructuras clave para el comercio internacional.

El primer trayecto de esta nueva ruta fue realizado por el buque COSCO Volga, que transportó más de 400 contenedores con productos fabricados en China al puerto en Perú. No obstante, la inauguración de la nueva vía se da en medio de las grave impacto ambiental que provocaría el Megapuerto de Chancay en la zona, y que ha sido denunciada por los residentes.

El megapuerto de Chancay forma parte de la estrategia del régimen chino para crear una nueva “Ruta de la Seda marítima del siglo XXI”, en la que se busca reducir la dependencia del Canal de Panamá, uno de los principales puntos de conexión entre el océano Atlántico y el Pacífico.

Además, el régimen del gigante asiático también tiene presencia en países como Argentina, donde la estación espacial en Neuquén ha sido objeto de críticas por su uso restringido al ejército chino. En Ecuador, la construcción de represas hidroeléctricas ha generado tensiones por su impacto ambiental y social. Mientras tanto, en Chile y Bolivia, las operaciones mineras para extraer litio han planteado preocupaciones sobre el control de recursos estratégicos.

En ese sentido, dichos proyectos subrayan cómo Beijing combina infraestructura y tecnología para consolidar su posición como socio económico preferido en la región, desafiando el predominio histórico de Estados Unidos en Sudamérica.

El Terminal Portuario Multipropósito de Chancay, tiene un espigón de 2,7 kilómetros y un espigón auxiliar de 250 metros, dicha construcción ha generado tensiones en la zona debido al impacto ambiental y el choque demográfico en la región. Desde antes de su inauguración, Infobae Perú ha reportado sobre las preocupaciones de la comunidad local, quienes temen por los efectos negativos que el Megapuerto podría tener en el ecosistema.

En entrevista con este medio, Vladimir Cantoral, presidente de la asociación de ciudadanos Frente de Defensa por la Dignidad y Libertad de Chancay (Freddlich), detalló los problemas ambientales que la construcción del puerto ha exacerbado en la zona, como la reducción de arena en el Humedal Santa Rosa, ubicado cerca del terminal portuario, lo que afecta directamente a la biodiversidad local.

Por otro lado, la playa Chorrillos sigue sin solución. En febrero de 2025, la asociación presentó una denuncia contra Cosco Shipping por delitos ambientales en la Fiscalía Provincial de Huaral, alegando que las acciones de la empresa estaban deteriorando el entorno natural de la zona.

De acuerdo con el estudio de impacto ambiental (MEAI 2020), se anticiparon efectos negativos severos en las playas al norte del proyecto, como las de Puerto de Chancay y Chorrillos. En ese sentido, Cantoral explicó que la construcción del espigón de Cosco ha interferido con el flujo natural de sedimentos, causando la erosión de las playas y la interrupción del proceso que afectada la dinámica natural de la costa.

La ruptura de tuberías de las fábricas pesqueras locales, relacionada con la construcción del Megapuerto, ha agravado el daño ambiental en la zona. La reubicación de estas tuberías, comprometida por Cosco Shipping, no se ha realizado de manera efectiva. Según Cantoral, las tuberías han sido afectadas por la falta de sedimentación debido al espigón, lo que ha ocasionado su ruptura repetida. Este problema ha aumentado la contaminación en la playa Chorrillos.