Una niña de nueve años murió tras ser atropellada por un vehículo en Arequipa, cuyo conductor, Zenón Jaramillo Condori, manejaba bajo los efectos del alcohol. El incidente ocurrió cuando la menor y su madre cruzaban la pista tras regresar de una misa. A pesar de intentar huir, Jaramillo fue capturado tras chocar contra un árbol.
El conductor, de 74 años, tenía antecedentes de conducir ebrio y su licencia de conducir había sido suspendida en 2019. El dosaje etílico reveló que manejaba con 1.48 gramos de alcohol por litro de sangre al momento del atropello. La indignación de la familia crece al conocer los antecedentes del responsable, quien además trató de evadir su responsabilidad.
Los familiares de la niña fallecida exigen que Jaramillo enfrente la justicia y que se dicte prisión preventiva debido a las agravantes del caso. La familia teme que, debido a su edad y vínculos con la Policía, el proceso no se lleve a cabo con la debida severidad.
Niña y su madre fueron arrolladas por conductor ebrio
El fatal accidente ocurrió alrededor de la 1:00 p.m. en la intersección de la Prolongación Miguel Grau y la calle Túpac Amaru, en la zona de Miguel Grau, Arequipa. Según testigos, el vehículo de placa V5L-679, un Suzuki rojo, conducido por Zenón Jaramillo Condori, de 74 años, apareció a gran velocidad y atropelló a madre e hija sin darles tiempo de reaccionar. La menor fue lanzada varios metros por el impacto, quedando inconsciente en el pavimento.
La tía de la niña relató que ambas, la menor y su madre Rosa Peralta Gómez, regresaban de una misa en Chapi Chico, Miraflores, cuando fueron embestidas por el vehículo de Jaramillo. La madre, gravemente herida, pidió ayuda desesperadamente.
Los vecinos, al escuchar los gritos, acudieron rápidamente para auxiliar a las víctimas. Las trasladaron por sus propios medios hasta ser atendidas por los bomberos, quienes las llevaron al Hospital Regional Honorio Delgado Espinoza.
A pesar de los esfuerzos del personal médico, la niña ingresó al área de trauma shock con lesiones severas en la cabeza y falleció aproximadamente dos horas después. Su madre, Rosa Peralta, continúa internada con pronóstico reservado debido a las graves heridas sufridas en el atropello.
Conductor ebrio y con antecedentes intentó huir
Zenón Jaramillo Condori, de 74 años, manejaba bajo los efectos del alcohol al momento del accidente. Un dosaje etílico reveló que tenía 1.48 gramos de alcohol por litro de sangre. Sin embargo, tras atropellar a madre e hija, Jaramillo intentó huir del lugar del accidente, generando más alarma entre los transeúntes. Durante su fuga, estuvo a punto de atropellar a otros jóvenes que se encontraban en una vereda cercana.
El conductor no logró escapar lejos, ya que a los pocos metros de intentar huir, perdió el control de su vehículo y chocó contra un árbol a un costado del Estadio Almirante Miguel Grau, en la calle Chachani. Fue allí donde agentes de la Policía Nacional del Perú lo detuvieron. La captura ocurrió luego de su intento fallido de fuga, lo que generó aún más indignación entre los testigos y familiares de las víctimas.
Este no es el primer incidente de este tipo para Jaramillo. Ya había sido detenido en al menos dos ocasiones previas por conducir en estado de ebriedad. Además, su licencia de conducir había sido suspendida en 2019 debido a antecedentes similares. La fuga y sus antecedentes agravan aún más la situación, y el conductor enfrenta ahora cargos por homicidio culposo.
Familiares da exigen justicia y pena de cárcel
Los familiares de la niña fallecida exigen justicia tras el atropello fatal y piden que el responsable, Zenón Jaramillo, reciba una pena de prisión. “Queremos justicia, no puede quedar libre, tiene que pagar por su delito, tiene que ir a la cárcel”, señalaron.
La indignación crece al conocerse que Jaramillo tenía la licencia suspendida desde 2019 por conducir ebrio. “Tiene hijos policías, nos ha amenazado todavía. Estaba ebrio y eso no lo puede negar, e incluso se preocupaba más por el carro que por la niña”, la tía de la menor.
El abogado de la familia, Luis Alberto Lipa Ochoa, resaltó las agravantes, como el alto nivel de alcohol en su sangre y el intento de fuga del conductor. Indicó que la pena por este delito podría superar los cinco años de prisión.
“La pena es grave, supera los 5 años de pena privativa de libertad. El hecho de que él haya fugado representa que no tiene la intención de afrontar el proceso. Presenta que anteriormente fue detenido en estado de ebriedad y tenía licencia suspendida”, comentó.
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