Alfredo Barnechea anunció su precandidatura presidencial: “Me voy a comer en esta campaña todos los chicharrones que se te ocurran”

A sus 72 años, el exfuncionario del BID decidió iniciar su recorrido político en Gamarra, donde conversó con comerciantes sobre sus demandas y presentó su propuesta basada en el desarrollo minero y el orgullo nacional

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Alfredo Barnechea anunció su precandidatura presidencial: "Me voy a comer en esta campaña todos los chicharrones que sean necesarios". (Canal N)

Alfredo Barnechea ha vuelto a la arena política con una frase cargada de simbolismo electoral: “Me voy a comer en esta campaña todos los chicharrones que se te ocurran”. En entrevista con Canal N, el excandidato presidencial aludió con ironía al episodio que marcó negativamente su campaña del 2016, cuando rechazó un chicharrón ofrecido por una vendedora durante una visita a un mercado. Aquella escena fue ampliamente difundida y criticada, quedando en la memoria colectiva como un gesto de desconexión con el pueblo.

Hoy, a sus 72 años, Barnechea busca revertir aquella imagen, asegurando que esa anécdota “quedará en el recuerdo porque es una cosa tan tonta”. Su estrategia apunta a mostrarse más cercano a la población, reconociendo que deberá, incluso en sentido literal, “pelear con su mujer que quiere que me mantengan en buen peso”.

Una nueva apuesta desde Gamarra

El también exfuncionario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y graduado en Harvard eligió el emporio comercial de Gamarra como punto de partida para su campaña, alejándose de los espacios exclusivos y simbólicos como los restaurantes de Miraflores. Según sus propias palabras, su mensaje central es que “el Perú tiene futuro”, y para reforzar esta idea se reunió con comerciantes de ropa y alimentos para escuchar sus preocupaciones y demandas.

Durante su visita, Barnechea destacó el valor de los trabajadores y aprovechó la ocasión del Día del Trabajo para enviar un mensaje directo: “Son los que hacen el Perú, son los que trabajan por el Perú. Quiero dirigirme a todos ellos y saludarlos en el día del trabajo. A las mujeres trabajadoras sobre todo”.

Alfredo Barnechea- crédito Andina
Alfredo Barnechea- crédito Andina

Reivindicación histórica y potencial minero

Barnechea también compartió una visión histórica del país como cuna de civilización. “La gente se olvida que en el mundo hay solo seis sitios donde nació la civilización… y Perú es uno de ellos”, mencionó, resaltando el valor de Caral, una ciudad contemporánea de las sumerias. A partir de esa afirmación, construye un discurso de orgullo nacional al afirmar que el país no es “de tercer mundo” y que tiene todas las condiciones para ser líder regional.

Uno de los ejes de su propuesta es el aprovechamiento de los recursos naturales, especialmente la minería. Criticó a las ONG por “mentir” sobre la actividad minera y señaló que si se activaran “54 proyectos mineros”, el Perú podría superar a Chile como primer exportador mundial de cobre, recuperando una posición que hoy ha perdido ante el Congo.

Un ecosistema entre minería y agua

En línea con esta visión, Barnechea propone un modelo de desarrollo sostenible que él llama “ecosistema”, definido como una relación armónica entre la minería y el agua. A su juicio, alcanzar este equilibrio es clave para garantizar la existencia del país. “Si logramos una relación entre la minería y el agua, el Perú no existiría”, expresó, aunque la frase parezca contradictoria, en su intención remarca que sin dicha conciliación, el desarrollo del país sería inviable.

 Reuters 163
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Precandidato por Acción Popular

Barnechea, miembro del partido Acción Popular, no es todavía candidato oficial. Su postulación se enmarca dentro de un proceso de elecciones primarias internas que deberá definir quién representará finalmente a la lampa en los comicios generales del próximo año. En este contexto, su figura vuelve a sonar con fuerza tras la experiencia fallida del 2016, esta vez con una narrativa de enmienda y conexión con las bases populares.

Con esta precandidatura, Barnechea busca capitalizar su experiencia internacional, su formación académica y, sobre todo, dejar atrás el episodio del chicharrón, que él mismo califica como una trivialidad. Su reto es demostrar que su proyecto no solo mira al pasado, sino que apuesta por un futuro que, en sus palabras, “es perfectamente factible”.