Un estudio identifica la mejor forma de caminar para reducir el riesgo de sufrir arritmia

Los investigadores realizaron un seguimiento a un grupo de adultos durante 13,7 años en promedio

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La velocidad de la caminata
La velocidad de la caminata puede hacer una diferencia significativa en cuanto a la reducción del riesgo de arritmia. (Imagen generada por IA)

Caminar, ese hábito que está al alcance de la mayoría de personas, puede ser más efectivo de lo que se pensaba para mantener un buen estado de salud. Ahora, un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Glasgow, en Escocia, ha revelado que el ritmo al caminar podría tener un impacto importante en la reducción del riesgo de sufrir una arritmia.

Una arritmia puede manifestarse como taquicardia (ritmo cardíaco rápido), bradicardia (ritmo cardíaco muy lento) o fibrilación auricular (ritmo cardíaco errático o irregular). Los síntomas pueden incluir dolor en el pecho, mareos, desmayos o dificultad para respirar.

El nuevo estudio, que siguió a un grupo de adultos durante 13,7 años en promedio, sugiere que caminar a una velocidad más rápida puede ofrecer una mayor protección contra esta enfermedad cardiovascular.

¿Cuánto más rápido?

Para realizar su análisis, los investigadores utilizaron datos del Biobanco de Reino Unido, que incluyeron a más de 420.000 adultos de mediana edad. Se analizaron los ritmos de caminata de 81.956 de esos participantes con mediciones más precisas.

En comparación con aquellos que caminaban a una velocidad lenta (menos de 4,8 km/h), los caminantes a una velocidad media (entre 4,8 y 6,4 km/h) presentaron un 35% menos de probabilidades de desarrollar arritmia.

También se identificó una asociación
También se identificó una asociación entre un mayor tiempo de caminata y un menor riesgo de arritmia. (Freepik)

Pero el impacto fue aún mayor para aquellos que caminaban a un ritmo más rápido. Las personas que caminaban a más de 6,4 km/h presentaron un 43% menos de riesgo de sufrir problemas como fibrilación auricular, taquicardia y bradicardia. Estos hallazgos fueron de particular relevancia para grupos específicos, como mujeres, personas menores de 60 años, aquellos con hipertensión y los que no tenían obesidad.

El estudio, publicado en la revista Heart, también reveló que caminar a una velocidad más alta estaba relacionado con una disminución en la obesidad y en los niveles de inflamación, dos factores que pueden influir directamente en el riesgo de arritmias.

Más evidencia

Aunque este tipo de estudios observacionales no pueden probar una relación causal directa, ofrecen valiosa evidencia para hacer predicciones basadas en datos. Los investigadores encontraron una fuerte asociación entre la velocidad de caminata y una mejor protección cardiovascular.

Un grupo de participantes había
Un grupo de participantes había registrado datos de tiempo de caminata mediante dispositivos portátiles, lo que sirvió para el estudio. (Saludsa Blog)

“Este hallazgo es biológicamente plausible, porque estudios epidemiológicos acumulativos han mostrado que el ritmo de caminata está inversamente asociado con factores metabólicos”, explicó Pell.

Al examinar más datos, calcularon que aquellos que caminan más tiempo, ya sea a un ritmo rápido o promedio, pueden reducir hasta un 27% su riesgo general de desarrollar arritmias, en comparación con aquellos que dedican menos tiempo a la caminata.

Asimismo, la relación entre caminar más rápido y un menor riesgo de arritmia es más destacada en personas con varias condiciones de salud preexistentes.

Con los resultados del estudio, la evidencia se refuerza aún más sobre cómo la caminata beneficia nuestra salud cardiovascular. Así que, la próxima vez que salgas a caminar, podrías considerar incrementar un poco la velocidad o hacerlo por más tiempo para cuidar tu corazón.