El agujero adicional en la base del candado cumple varias funciones que quizá no conocías

A pesar de ser tan utilizado, hay un detalle que suele pasar desapercibido: el pequeño agujero ubicado al costado del orificio por donde se introduce la llave

Guardar
El pequeño agujero del candado tiene varias funciones. (YouTube Es Seguro)

En nuestra vida cotidiana, pocas herramientas resultan tan útiles y confiables como el candado. Este sencillo objeto, empleado para asegurar una bicicleta en plena calle o una maleta en un largo viaje, proporciona una capa de seguridad que muchos consideran indispensable. Su presencia genera una sensación de tranquilidad, especialmente cuando se trata de proteger pertenencias valiosas o restringir el acceso a determinados espacios.

Son innumerables las situaciones en las que las personas recurren a un candado. En gimnasios, lockers, puertas de almacenes, rejas de jardín o cajas de herramientas, el pequeño dispositivo se convierte en un protector discreto. Incluso en escuelas y oficinas, no es raro verlos resguardando archivadores o casilleros. En cada uno de estos casos, la cerradura portátil simboliza una barrera efectiva frente a posibles pérdidas, robos o accesos no autorizados.

Sin embargo, a pesar de ser tan utilizado y de estar presente en distintos momentos de nuestras vidas, hay un detalle que suele pasar desapercibido: el pequeño agujero ubicado al costado del orificio por donde se introduce la llave. Muchos lo notan, pero pocos se preguntan por su función. ¿Para qué está ahí si no sirve para insertar la llave?

En nuestra vida cotidiana, pocas
En nuestra vida cotidiana, pocas herramientas resultan tan útiles y confiables como el candado. (fabrikasimf)

El pequeño agujero del candado tiene varias funciones

El pequeño orificio en la parte inferior del candado tiene un propósito muy específico y práctico. Su función principal es permitir la salida de agua en caso de que el candado haya estado expuesto a la lluvia, sumergido accidentalmente o simplemente en ambientes muy húmedos. De no contar con ese escape, el líquido podría acumularse dentro del mecanismo, provocando oxidación y dañando el sistema interno de cierre.

Además de servir como drenaje, este agujero también facilita el mantenimiento del dispositivo de seguridad. A través de él se puede aplicar lubricante especial para cerraduras, como aceites o sprays diseñados para mantener en óptimas condiciones el movimiento de las piezas internas.

Gracias a esta apertura, es posible extender la vida útil del candado y asegurar su funcionamiento suave y efectivo durante mucho más tiempo.

Otro dato interesante es que, en algunos modelos, este orificio cumple una función auxiliar en casos de emergencia. Técnicos y cerrajeros especializados pueden utilizarlo como punto de acceso para desbloquear el mecanismo de manera controlada cuando la llave original se ha extraviado o está dañada. Sin embargo, esta técnica requiere habilidades y herramientas específicas, por lo que no es un método casero ni recomendado para uso cotidiano.

La función principal del agujero
La función principal del agujero pequeño es permitir la salida de agua en caso de que el candado haya estado expuesto a la lluvia. (YouTube Es Seguro)

La próxima vez que sostengas un candado en tus manos, observa con detenimiento cada uno de sus componentes. Detrás de su apariencia robusta y sencilla, se esconde una ingeniería pensada para ofrecer resistencia, durabilidad y eficiencia. Y en ese pequeño orificio, que muchos pasan por alto, reside una de las claves para que el candado siga cumpliendo su función de proteger lo que más valoramos.

Guía práctica para el mantenimiento y cuidado del candado

Para garantizar que un candado funcione correctamente durante años, es fundamental realizar un mantenimiento básico de forma regular. Lo primero es limpiar su exterior con un paño seco o ligeramente húmedo, eliminando el polvo, la suciedad o restos de óxido que puedan acumularse en la superficie.

Es recomendable lubricar el candado
Es recomendable lubricar el candado a través del pequeño agujero adicional en la base. (Ferreteria Junior)

El interior del mecanismo también necesita atención. Es recomendable aplicar unas gotas de lubricante especializado —preferiblemente a base de grafito o silicona— a través del pequeño agujero en la base del candado. Esto ayuda a mantener las piezas móviles en buen estado y evita que el mecanismo se trabe o se desgaste prematuramente.

Por último, si el candado está expuesto a condiciones extremas, como la lluvia o el salitre del mar, conviene revisarlo con mayor frecuencia. En estos casos, es aconsejable protegerlo adicionalmente con una cubierta plástica y secarlo siempre que haya estado en contacto directo con el agua.