Policía captura a la cajera de “El Monstruo”: administraba las ganancias de extorsiones, secuestros y asesinatos

Luego de un trabajo encubierto de inteligencia, la Policía Nacional del Perú finalmente logró dar un golpe al corazón de las operaciones de ‘El Monstruo’ en el Perú. Un operativo realizado el pasado sábado 26 de abril terminó con la captura de Clarén Grace Bado Neyra (28), señalada por la PNP de ser la ‘cajera’ del criminal, la administradora de todo el dinero que se genera por extorsiones, secuestros y asesinatos.

Aunque aún no es claro cómo es que Bado Neyra llegó a formar parte de la organización criminal de Erick Moreno Hernández, alias ‘Grace’ “giraba en torno a la organización como la cajera principal. Que hacía la trazabilidad del dinero. Movía la capacidad económica de esta organización”, según indicó el coronel PNP Franco Moreno, jefe de la División de Investigación de Secuestros y Extorsiones de la Dirincri.

Los gatilleros y secuestradores que daban sus servicios a la organización criminal eran financiados con el dinero administrado por alias ‘Grace’, que también se encarga de gestionar sus ganancias. Este fue el motivo por el que, durante su intervención, agentes de SUAT ingresaron a la vivienda en la que se encontraba.

Pese a tener a los Policías en su vivienda, Bado Neyra se escondió en un baño para intentar desaparecer evidencia en su contra, pero una actuación rápida de la Policía Nacional evitó que se pierda información valiosa para la investigación.

“Su trabajo de ella era ir de su trabajo, a su casa, a los cajeros. Pero ahí estaba ella guardando el dinero producto de las extorsiones (...) al momento de la intervención ocurre un evento. Rompe los teléfonos, desaparece información. Entonces nosotros hemos intervenido rápidamente”, afirmó el coronel Moreno en América.

Junto a ella también cayeron su padre y su pareja, además de una persona que era encargada de trasladar información dentro de la organización criminal. “Atacar la economía de una organización es darle un golpe en el corazón para que no puedan tener la capacidad de reorganizarse”, afirmó el representante de la PNP.

Clarén Grace Bado Neyra no fue la única persona que cayó en el mega operativo de la PNP. Junto a ella también están involucrados los cuñados de Erick Moreno Hernández, quienes también son considerados por la PNP como piezas clave de la estructura criminal de sicariato y extorsión: Luciana Judith Cruz Ruiz y Jhosseteh Manuel Cruz Ruiz fueron detenidos en un condominio en Comas.

Según la tesis de la Policía Nacional, ambos se encargaban de la coordinación logística y ocultaban los bienes que ‘El Monstruo’ adquiría con el dinero generado por su actividad criminal. “Hemos obtenido información importante de la estructura de la organización. Se les encontró dinamita, teléfonos, armamento”, afirmó el coronel Moreno para América.

La investigación de la PNP también considera que el nombre real de Los Injertos del Cono Norte es en realidad ‘Los Federales’, organización criminal con la que Erick Moreno apareció por primera vez en el año 2020 y que significó el origen de su legado criminal.

En marzo de 2020, en pleno estado de emergencia, un equipo de rescate de la División de Investigación de Secuestros de la PNP irrumpió en una casa de seguridad en Ancón, donde los empresarios Erick Alejandro Trujillo Torres y Milton César Corrales Calla estaban retenidos. Sus captores exigían millones por su liberación.

Pero aquella operación no terminó con un rescate limpio. Durante el enfrentamiento, los secuestradores abrieron fuego y un disparo impactó al suboficial William Abel Ríos Cauti, quien resultó gravemente herido. Pocos días después, el agente murió en el hospital.

Las investigaciones posteriores identificaron a los responsables: la banda criminal ‘Los Federales’. Tres de sus miembros fueron capturados y sentenciados en 2022 a 35 años de prisión. Pero la mente detrás del secuestro no cayó. Los agentes descubrieron que Erick Moreno Hernández había coordinado el rapto y escapó antes del operativo.

Desde entonces, su captura se convirtió en prioridad. La muerte del suboficial Ríos Cauti fue un punto de quiebre. El crimen dejó en evidencia que los secuestradores ya no temían enfrentarse a la policía y que la violencia contra las fuerzas del orden iba en aumento. Cinco años después, ‘El Monstruo’ sigue libre, desafiando a las mismas autoridades que juraron atraparlo.