Chan Chan está en peligro: traficantes de terrenos y agricultores informales afectan a ciudadela pre inca

Recientemente, una agricultora aprovechó que había poca vigilancia en el lugar por un feriado largo y metió una retroexcavadora para abrir una trocha

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Los traifcantes de terrenos siguen
Los traifcantes de terrenos siguen afectando a Chan Chan, en la Libertad. Foto: Hildebrandt en sus trece / Andina

La ciudadela de Chan Chan, ubicada en La Libertad, se encuentra en peligro. Lo que una vez fue la capital de la cultura Chimú y la ciudad más grande de la precolombina en toda Sudamérica, hoy es afectada por traficantes de terrenos que han construido edificios de hasta cinco plantas, agricultores informales que quieren abrir trochas.

Una vecina contó a Hildebrandt en sus trece que una vez observó a cuatro sujetos con armas que empezaron a tumbar huacas en la parte alta de Chan Chan. "Primero invaden esos terrenos y luego los venden como lotes o los convierten en zonas agrícolas. Prácticamente, tenemos a delincuentes viviendo con nosotros”, sostuvo.

Explicó, además, que los delincuentes actúan metiéndose al terreno para luego colocar personas que lo cuiden para así cercarlo. Después, intentan venderlo. Cada hectárea puede costar 100 mil soles.

“Los enfrentamientos son incluso entre los propios agricultores que aspiran a seguir ampliando su propiedad a cuenta del patrimonio cultural del país. Ellos mismos se denuncian por la propiedad de los terrenos”, comenta Jabin Gonzáles, periodista de Sol TV.

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Unas personas intentaron ingresar una retroexcavadora a la zona. Foto: Hildebrandt en sus trece

Casos de daño a la ciudadela

El semanario describe diversos casos donde se afectó a la ciudadela. El hecho más reciente sucedió el domingo 20 de abril, cuando dos personas ingresaron a la zona arqueológica con bolsas de cemento, tablones y un mototaxi, para construir una estructura. Como consecuencia, la Policía detuvo a Érika Carrión Quevedo, Piero Ramos Polo y Ángel Romero Agustín.

Tres días antes, el jueves 17 de abril, cuando una agricultora aprovechó que había poca vigilancia en el lugar por el feriado largo y metió una retroexcavadora para abrir una trocha. El fin de esta acción era conectar sus chacras con una autopista.

La PNP pudo detener a Isabel Jara Rubio, de 52 años, y a Antonio Tentets Reyes, de 47 años, por este atentado. La mujer trató de justificar su accionar manifestando que lleva viviendo en el área desde la década de los 90.

“En las zonas Trópico y Santa María Alta ya hay viviendas de hasta cinco pisos. Son traficantes de tierras que han hecho esas viviendas con la venia de los funcionarios de la Dirección Desconcentrada de Cultura de La Libertad”, afirma al medio Víctor Cruz, presidente de la Asociación de Agricultores de la zona de Chan Chan.

“En esa zona opera la banda La Jauría (…). Los que tendrían que defender ese patrimonio son los de la Dirección Desconcentrada del Ministerio de Cultura, pero actualmente está en manos de un militante de APP: David Calderón. En Trujillo también hay otras invasiones similares en Santo Dominguito, una zona donde hay geoglifos”, aseveró por su parte Yuri Castro, periodista de ‘La Industria’.

La actividad ilegal en la
La actividad ilegal en la zona intangible de Chan Chan dañó un área protegida. Foto: Composición Infobae Perú

¿Cómo se legalizan estos terrenos?

Según el semanario, la forma en que se legalizan los terrenos es a través de la tramitación de conexiones de agua con la compañía que la suministra, en este caso Sedalib, aunque la ley lo impida.

“No sé cómo los consiguen, pero ellos sacan papeles. Consiguen documentos con las autoridades”, dice Isabel Rodríguez.

Ministerio de Cultura canceló demolición

El semanario relata que el 31 de enero de este año, la Segunda Fiscalía de Prevención del delito de La Libertad emitió un informe donde señala a la Asociación de Viviendas Las Praderas de San Isidro ha invadido Chan Chan.

La organización cuenta con tres investigaciones en el Ministerio Público por presuntamente apropiarse del área protegida de la zona arqueológica y construir un condominio con cuatro canchas de gras sintético, una plazoleta, un edificio de seis pisos y dos espacios de juegos para niños.

Ante esta situación, el Ministerio de Cultura emitió dos resoluciones, en enero del 2024, para que las construcciones sean demolidas; sin embargo, tan solo un mes después, la decisión fue anulada por la propia cartera.