Chofer de combi baleado por sicario al negarse a pagar cupo de S/ 5 podría quedar ciego: “Ayúdenos, presidenta”

El conductor Luis Zamudio, atacado a inicios de abril, podría quedar ciego debido a los impactos recibidos. Su familia pide ayuda urgente ante la falta de atención médica adecuada y la crítica situación económica que enfrentan

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 Los disparos impactaron en
Los disparos impactaron en la sien y el pecho de Zamudio, y uno de ellos salió por su ojo derecho

Un chofer de transporte público, baleado por un sicario luego de negarse a pagar un cupo diario de cinco soles, podría perder la vista a consecuencia del ataque ocurrido el pasado 9 de abril en el Callao. Los impactos le llegaron a la sien y el pecho, y uno de ellos salió por su ojo derecho.

“Sentí un impacto en la cara, no me dijeron nada. Me apuntaron en la cabeza y me dispararon”, relató Luis Zamudio en diálogo con América Noticias. El atentado ocurrió en el cruce de las avenidas Comandante Pérez Salmón y Santa Rosa.

Zamudio, conductor de una combi de la línea llamada ‘La Colonial’, fue trasladado de inmediato al Hospital Daniel Alcides Carrión. Solo un mes antes, había comenzado a pagar el cupo diario de cinco soles. Sin embargo, ese día se retrasó, y fue atacado.

“Tenía que yapearle, pero se me pasó la hora. No tenía el número tampoco y me pasó esto en pleno paradero”, explicó. Fue llevado al nosocomio por su cobrador. Allí, trataron sus heridas con dificultad. Sin embargo, su familia denunció que el centro médico no contaba con un tomógrafo.

 La familia de Zamudio
La familia de Zamudio enfrenta graves problemas financieros debido a los elevados gastos médicos y la necesidad de atención especializada, además de tener tres hijos pequeños

Los especialistas advirtieron que el paciente podría quedar ciego. Ante la falta de atención adecuada, sus familiares optaron por solicitar el alta voluntaria. “Hemos pedido ayuda a los hospitales y nos cerraban las puertas”, declaró su esposa, Lizeth Colán.

Indicó además que la situación económica de la familia es crítica, ya que tienen tres hijos pequeños y los gastos médicos son elevados. El conductor aún tiene una bala alojada en el cuerpo. Requiere atención médica especializada para evitar la pérdida total de la visión.

“Por favor, presidenta, apóyenos al menos con una herramienta para trabajar, con que salir adelante. Miren a mi esposo, una ayuda. Solamente le estamos pidiendo una ayuda para que mi esposo pueda recuperar el ojo izquierdo y poder trabajar como siempre lo hemos hecho”, clamó Colán.

Ante esta situación, la familia ha pedido apoyo a la ciudadanía y a las autoridades. También han compartido un número de contacto para quienes deseen colaborar: 997 637 030. Aguardan que, con un tratamiento oportuno, Zamudio pueda recuperar su salud y evitar la ceguera total.

La esposa de Zamudio, Lizeth
La esposa de Zamudio, Lizeth Colán, ha solicitado apoyo a las autoridades y a la ciudadanía

Días después del ataque, el Gobierno prorrogó por treinta días la declaración del estado de emergencia para combatir a la criminalidad en Lima y Callao, y estableció la prohibición de que dos personas puedan viajar en una sola motocicleta en la capital, informaron este lunes fuentes oficiales.

Por entonces, se habían perpetrado al menos media decena de ataques contra conductores de autobuses y camionetas de transporte urbano, lo que provocó un paro masivo del transporte público en protesta contra la violencia en la capital.

En ese sentido, se informó que la Policía Nacional usará drones para la vigilancia aérea contra la delincuencia y realizará patrullas en los autobuses de transporte público, de forma aleatoria y en horarios considerados de alto riesgo, para disuadir a las bandas que atacan a los conductores.

Cifras rojas

La cifra de homicidios ha ido creciendo progresivamente en el país durante los últimos años. En los dos primeros meses de 2025, se han registrado 368 homicidios, mientras que en 2018 fueron 111 en el mismo periodo, según el Sistema de Información de Defunciones. Pese a este incremento, las cifras están lejos de las de Ecuador, donde en enero hubo 781 homicidios, y más aún de Colombia, donde en los dos primeros meses de 2025 se registraron 1.990.

El delito de extorsión estaba aumentando en los últimos años en Trujillo, la tercera ciudad del país y bajo el azote de bandas criminales asociadas a la minería ilegal, pero ahora Lima es un enorme escenario donde cada vez es más común y violenta.