Carreras STEAM: Fomentando el arte a la par de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas

La creatividad en la economía del saber no es un privilegio; es una exigencia

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(Imagen Ilustrativa Infobae)
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En un artículo previo, analicé la necesidad de un verdadero fomento de las carreras STEM (acrónimo para referirse a las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) en Perú. No obstante, hay una corriente académica que promueve un cambio significativo en este enfoque a través de la adición de la letra A de “Arts”, originando así STEAM. Esta transformación no es meramente simbólica. Significa un cambio radical en nuestro entendimiento de la educación y la capacitación profesional para un mundo en constante cambio.

La incorporación de las artes en el enfoque STEM se debe a una creciente evidencia científica que resalta su influencia en el crecimiento cognitivo, emocional y creativo de los alumnos. Varios estudios han evidenciado que la promoción e incursión en áreas artísticas por parte de los estudiantes no solo potencia habilidades blandas como la empatía y la comunicación, sino que también impulsa habilidades críticas como la solución creativa de problemas, la innovación y el razonamiento analítico.

Justamente, una investigación divulgada en Frontiers in Psychology (2021) indica que la incorporación de experiencias artísticas en la educación STEM promueve el razonamiento divergente, incentiva la creatividad y potencia la habilidad de los alumnos para enfrentar problemas complejos desde diversas perspectivas.

En esta misma línea, un reporte del Brookings Institution enfatiza que las artes fomentan el aprendizaje profundo ya que involucran al alumno en procesos dinámicos y reflexivos, que facilitan el desarrollo de la imaginación como instrumento de análisis y generación de saber.

Por ende, no se trata de incorporar a las distintas disciplinas artísticas solo como un componente decorativo, sino de incorporar el pensamiento artístico como un elemento esencial en la educación en ciencia y tecnología. Las artes, en su diversidad —desde las artes visuales hasta la música, el teatro, la danza, la literatura o el diseño— fomentan competencias fundamentales para afrontar los retos del siglo XXI: creatividad, cooperación, empatía, capacidad de adaptación y un enfoque innovador.

El STEAM y su contribución con el desarrollo del Perú

En un país como Perú, donde existen innumerables retos económicos y sociales para tener una sociedad con más oportunidades y mejores servicios que favorezcan a la población, el enfoque STEAM posee un gran potencial. La incorporación de las artes no solo favorece la formación de profesionales más integrales, sino que también puede impulsar procesos de innovación en áreas de producción, tecnología, cultura y sociedad. Asimismo, las artes permiten tener un mayor desarrollo de habilidades inherentes en el ser humano y ello puede generar una mayor sensibilidad y empatía.

Perú requiere más que ingenieros, investigadores o tecnólogos con alta formación. Es necesario contar con profesionales capaces de comunicarse, empatizar, diseñar pensando en el usuario, producir ideas innovadoras y dirigir con sensibilidad cultural. La creatividad en la economía del saber no es un privilegio; es una exigencia. Y las artes representan un campo fértil para el desarrollo de la creatividad.

Además, varias investigaciones han evidenciado que la educación artística influye positivamente en el desempeño académico global y en la adquisición de competencias socioemocionales. El estudio “Arts Education and Resultantes Social-Emotionales del Aprendizaje en Alumnos de K-12”: Desarrollando a Theory of Action" llevada a cabo por la Fundación Wallace (2022) evidencia que la educación artística favorece la autorregulación, la resistencia frente a retos y el trabajo en equipo.

Estas habilidades son particularmente útiles para un país que requiere líderes capaces de fusionar saber técnico con sensibilidad social. Y especialmente en un mundo donde la automatización y la inteligencia artificial (IA) ponen en peligro la transformación de los puestos de trabajo basados únicamente en el saber técnico.

El peligro de caer en la superficialidad

Pese a las ventajas del enfoque STEAM, también hay riesgos significativos. Uno de ellos es la superficialidad, sin un compromiso curricular o institucional auténtico. En numerosas situaciones, se incorpora el elemento artístico como algo netamente recreativo, sin tener una relación real con las metas educativas ni con la lógica formativa de las profesiones.

Este tipo de aplicación simbólica puede deslegitimar la propuesta STEAM y provocar desconfianza entre profesores, empleadores y alumnos. Por lo tanto, es crucial que las instituciones educativas que opten por seguir este camino lo hagan con un enfoque serio, evaluable y fundamentado en pruebas. El STEAM no puede ser simplemente un lema atractivo; debe convertirse en transformaciones concretas en el método de enseñanza.

En este escenario, el auténtico reto no consiste únicamente en persuadir a los responsables de tomar decisiones sobre los beneficios del enfoque STEAM, sino en impulsar modificaciones específicas en la estructura del currículo, los sistemas de evaluación, la capacitación de los docentes y las relaciones con el ámbito productivo.