Cómo triplicar el capital en el sector inmobiliario: las 4 claves para lograr en Perú una rentabilidad de doble dígito en 10 años

En un contexto marcado por la incertidumbre económica y la búsqueda de alternativas para proteger y hacer crecer el patrimonio, el sector inmobiliario se posiciona como una de las opciones más atractivas para los peruanos. Según informó Daniel Reinoso, especialista en fondos de inversión y CEO de RGF Fondos, este mercado ofrece la posibilidad de alcanzar retornos anuales de doble dígito, lo que lo convierte en una alternativa rentable a largo plazo. Sin embargo, Reinoso advierte que, para lograr estos resultados, es imprescindible comprender y gestionar los riesgos asociados a este tipo de inversión.

De acuerdo con lo publicado, el negocio inmobiliario no está exento de desafíos. Entre los principales riesgos que enfrentan los inversionistas se encuentran el riesgo comercial, el riesgo de construcción, los riesgos municipales y el riesgo país. Cada uno de estos factores puede influir significativamente en la rentabilidad de un proyecto y, por ende, en el éxito de la inversión.

El atractivo principal del sector inmobiliario radica en su capacidad para generar rendimientos sostenidos a lo largo del tiempo. Según detalló Daniel Reinoso, una persona que invierta en este mercado podría triplicar su capital en un periodo de diez años, y multiplicarlo hasta por diez si mantiene la inversión durante dos décadas. Este escenario, sin embargo, depende de una gestión adecuada de los riesgos y de una estrategia de inversión bien fundamentada.

Además de los beneficios financieros, el sector inmobiliario cumple un rol social importante al satisfacer la creciente demanda de vivienda, especialmente entre las familias que buscan adquirir su primera propiedad. Este aspecto, según Reinoso, refuerza el carácter estratégico de este tipo de inversión, al tiempo que contribuye al desarrollo del país. A continuación, detallamos algunos de los aspectos claves a considerar por los nuevos inversionistas:

Uno de los principales desafíos en el sector inmobiliario es garantizar que los proyectos se vendan en los plazos previstos. Según explicó Reinoso, no basta con contar con un terreno bien ubicado o una idea ambiciosa; es fundamental diseñar estrategias de ventas sólidas y adaptadas a las condiciones del mercado.

El especialista destacó que la trayectoria y el historial de ventas de las empresas desarrolladoras son factores clave para generar confianza entre los inversionistas. En el caso de RGF Fondos, su integración con Lima Metro Cuadrado Inmobiliaria les permite mantener un control directo sobre las operaciones, lo que minimiza los riesgos asociados a contratiempos en la comercialización.

Otro factor crítico es el riesgo de construcción, que puede derivarse de variaciones en los costos de materiales y mano de obra, así como de retrasos en los plazos de ejecución. Según lo informado, las obras suelen comenzar varios meses después del lanzamiento de un proyecto, lo que incrementa la exposición a cambios en las condiciones económicas.

Para mitigar este riesgo, Reinoso recomienda trabajar con empresas constructoras confiables y establecer mecanismos de colaboración y monitoreo que permitan manejar posibles sobrecostos y retrasos. Este enfoque es esencial para garantizar que los proyectos se desarrollen dentro de los parámetros presupuestarios y temporales establecidos.

El cumplimiento de las normativas municipales representa otro desafío importante para los desarrolladores inmobiliarios. Cada distrito tiene sus propios procesos y requisitos, lo que puede generar demoras significativas en la obtención de licencias y permisos.

Además, los conflictos con vecinos, como protestas por el ruido o denuncias relacionadas con la calidad de vida, pueden frenar el avance de las obras y aumentar los costos legales. Manejar estas situaciones con seriedad y profesionalismo es fundamental para evitar que se conviertan en obstáculos insalvables para los proyectos.

En los últimos años, el riesgo país ha adquirido mayor relevancia en el Perú debido a la inestabilidad política, los cambios económicos y la percepción de inseguridad jurídica. Según explicó Reinoso, estos factores pueden afectar tanto la valorización de los inmuebles como la confianza de los compradores, lo que a su vez impacta en la rentabilidad de las inversiones.

A pesar de este panorama, el especialista destacó que RGF Fondos ha logrado proteger el patrimonio de sus inversionistas incluso en contextos adversos, como la crisis sanitaria global y los cambios en el liderazgo político del país. Este logro, según Reinoso, se debe a una comprensión profunda de los segmentos menos vulnerables a las fluctuaciones del entorno.

El sector inmobiliario sigue siendo una opción atractiva para quienes buscan construir un futuro financiero sólido. Sin embargo, como cualquier inversión, requiere un análisis detallado de los riesgos y una estrategia bien definida. Informarse adecuadamente es el primer paso para aprovechar las oportunidades que ofrece este mercado y minimizar las posibles pérdidas.

En conclusión, el negocio inmobiliario combina rentabilidad y propósito social, pero también exige un enfoque cuidadoso y profesional. Para los inversionistas, entender las dinámicas del mercado y trabajar con empresas confiables son aspectos fundamentales para garantizar el éxito de sus proyectos. Tal como señaló Reinoso, construir un patrimonio sólido en este sector es un proceso que se realiza “ladrillo a ladrillo”.