Tasa de desempleo juvenil alcanzó un 30,7%: más de la mitad trabajan en condiciones de informalidad

Con una nutrida asistencia en el Hotel Casa Andina Select de Arequipa y más de 100 espectadores conectados vía Facebook Live, se realizó el Segundo Conversatorio Nacional organizado por la Asociación de Institutos y Escuelas Superiores del Perú (ASIEES). Bajo el título ‘La Educación Superior: El Reto de la Empleabilidad’, el evento reunió a especialistas de los sectores educativo, empresarial y turístico para debatir los principales desafíos, brechas y oportunidades en torno al empleo juvenil en el país.

En la apertura del conversatorio, Andrés Oblitas, gerente general de ASIEES, presentó un panorama preocupante sobre la situación de la educación técnica y el empleo juvenil en el Perú:

• El 80% de la demanda laboral en Perú se concentra en carreras técnicas. Sin embargo, hay un déficit anual de 300 mil trabajadores técnicos y operarios, lo que pone en riesgo el crecimiento económico y limita oportunidades laborales para los jóvenes.
• Solo el 17% de los institutos y escuelas están actualmente licenciados; el resto sigue en proceso o pendiente. La disparidad regional es notable, pues Lima concentra la mayoría de licencias, seguida de Arequipa. Algunas regiones aún no tienen ningún instituto licenciado.
• Evolución de la matrícula: en educación superior tecnológica creció sostenidamente hasta 2021, pero decreció en 2024 en un 1,5%, lo que preocupa considerando la alta demanda laboral por técnicos. En contraste, las universidades continúan creciendo con una matrícula que supera el 1,3 millones de estudiantes, con incrementos de dos dígitos según el portal TUNI de Sunedu.
• Los programas en educación tecnológica se organizan en 4, 6 y 8 periodos académicos, cada uno de 16 semanas. La preferencia del mercado sigue centrada en programas de 6 periodos: 93% de la matrícula está en programas de 6 periodos, 6% en programas de 8 periodos y 1% en programas de 4 periodos. Esto refleja, según dijo, que los padres y estudiantes aún no comprenden plenamente las ventajas de las escuelas de educación superior que promueve la Ley 30512.

Durante su participación, Javier Rubio, director general de IDAT, reafirmó la crítica situación: la tasa de desempleo juvenil alcanzó un 30,7% en 2023 y el 59% de jóvenes trabajan en condiciones de informalidad. Además, entre 2019 y 2024, más de 160 mil jóvenes salieron del mercado laboral y otros 193 mil se convirtieron en “ninis” (ni estudian ni trabajan).

El conversatorio se organizó en tres mesas de diálogo con enfoques temáticos complementarios:

Mesa 1 – Formación académica vs. mercado laboral

Moderada por César Suárez Ulhua (Instituto San José Oriol), esta mesa puso en evidencia la brecha entre la educación y las demandas del mercado. Alfredo Herrera (Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa) señaló que solo el 47% de egresados de educación superior consigue empleo en su especialidad durante el primer año. Kathy Amenábar (Asociación del Parque Industrial de Arequipa) añadió que más del 50% de egresados técnicos tampoco accede a trabajos relacionados con su formación en el mismo periodo.

Mesa 2 – Prácticas profesionales y emprendimiento

Bajo la moderación de Silvia Campodónico (CEO de Toulouse), se resaltó el valor de la experiencia práctica y el espíritu emprendedor. Jamileth Mestas (AHORA Arequipa) expuso que el 18% de los jóvenes peruanos no estudia ni trabaja, mientras que Marco Antonio González (PRONABEC) destacó la urgencia de políticas públicas que impulsen startups juveniles mediante financiamiento y mentoría.

Mesa 3 – Tecnología y empleabilidad

Moderada por Jaime Tamashiro (Cibertec), esta mesa abordó el impacto de la transformación digital. Alonso Corrales (Laboratorios Portugal) señaló que el 62% de las empresas busca egresados con habilidades digitales como análisis de datos, automatización y manejo de plataformas. Armando Espino (AVIT) subrayó cómo el turismo se ha digitalizado, exigiendo nuevas competencias en marketing digital, gestión y experiencia de usuario.

El evento cerró con las palabras de María Teresa Campos, directora del Instituto del Sur, quien subrayó la importancia de que los estudiantes acumulen experiencias de trabajo reales durante su formación. “Es fundamental que se trabaje una mejora de las experiencias formativas en situaciones reales de trabajo, pues el sector productivo no valora este espacio y es necesario que los futuro profesionales técnicos desarrollen proyectos diversos a lo largo de su carrera, de modo que egresen con una base práctica sólida”, señaló. Este enfoque, concluyó, es clave para ofrecer oportunidades concretas y responder a los desafíos del entorno profesional actual.