Durante la Semana Santa, los fieles participan en diversas prácticas que reflejan recogimiento, fe y tradición. Entre las más comunes están las procesiones, los actos litúrgicos especiales, la representación del Vía Crucis y el ayuno. Una de las costumbres más arraigadas en el Perú es la visita a siete templos, realizada especialmente el Jueves Santo.
Este recorrido simbólico rememora los momentos que vivió Jesús antes de su crucifixión, pasando por siete estaciones que recuerdan su camino desde el Huerto de Getsemaní hasta el Calvario. Los creyentes se trasladan de iglesia en iglesia, deteniéndose a rezar en cada altar. La experiencia se convierte en una peregrinación espiritual que invita a la reflexión y al recogimiento personal.
La tradición no solo tiene un valor religioso, sino también un fuerte componente cultural. Para muchos, caminar por las calles en silencio, en compañía de otras personas devotas, es una forma de renovar la esperanza y fortalecer el vínculo con lo sagrado.

En el Centro Histórico de Lima, esta práctica se vive con particular fervor. Templos principales de la ciudad, reconocidos por su valor histórico y religioso, reciben a cientos de fieles entre el Jueves y el Viernes Santo. Pero, ¿cuáles son estos recintos sagrados?
Las principales iglesias de Lima que visitan los fieles en Semana Santa
El Jueves y Viernes Santo, tanto peruanos como turistas pueden realizar el tradicional recorrido por siete iglesias ubicadas en el Centro Histórico de Lima. A continuación, se presentan los nombres de estos templos junto con sus ubicaciones respectivas.
- Catedral de Lima, ubicada en la Plaza de Armas de la ciudad.
- Iglesia La Merced, en la esquina de los jirones Miro Quesada y De la Unión.
- Iglesia San Agustín, ubicada en los jirones Ica y Camaná.
- Iglesia de San Pedro, en la intersección de los jirones Azángaro y Ucayali.
- Iglesia Santo Domingo, entre los jirones Camaná y Conde de Superunda.
- Iglesia San Francisco, en la esquina de los jirones Áncash y Lampa.
- Iglesia Las Nazarenas, en el cruce del jirón Huancavelica con la avenida Tacna.

El significado del Jueves y Viernes Santo
El Jueves y Viernes Santo son días de reflexión para los cristianos. Ambos marcan momentos medulares en la Semana Santa, conmemorando los últimos pasos de Jesucristo antes de su crucifixión. Estas fechas no solo invitan a la oración, sino también al silencio interior, la gratitud y el compromiso espiritual.
El Jueves Santo recuerda la última cena, momento en el que Jesús compartió el pan y el vino con sus discípulos, instituyendo así la Eucaristía. También se conmemora el gesto del lavatorio de pies, un símbolo de humildad y servicio. En muchas parroquias, este acto se representa como parte de la liturgia.
El Viernes Santo, por otro lado, es un día de recogimiento. Se recuerda la pasión y muerte de Cristo en la cruz, un sacrificio que, según la fe cristiana, fue hecho por la redención de la humanidad. Durante este día, las iglesias no celebran misa; en su lugar, se realiza la Liturgia de la Pasión, donde se lee el relato de la crucifixión, se venera la cruz y se reza por la salvación del mundo.

Ambos días están llenos de simbolismo. Las procesiones, los retiros espirituales y los ayunos son algunas de las prácticas que se viven con intensidad en estas fechas. Son jornadas que invitan a mirar hacia dentro, a revisar el propio actuar y renovar el compromiso con la fe.
En todo el país, y especialmente en el Centro Histórico de Lima, miles de personas se acercan a los templos para vivir de forma solemne y comunitaria el misterio de la pasión, muerte y resurrección del hijo de Dios.
¿Por qué no hay misas el Viernes Santo?
El Viernes Santo es un día de recogimiento en el que la Iglesia católica conmemora la pasión y muerte de Jesucristo. Debido a la solemnidad de esta fecha, no se celebra misa, ya que la eucaristía representa la resurrección y la vida, elementos que contrastan con el sentido de duelo de esta jornada.
Es preciso señalar que la eucaristía es uno de los sacramentos más importantes del cristianismo, especialmente en la Iglesia católica. Consiste en la consagración del pan y el vino, que según la fe se transforman en el cuerpo y la sangre de Jesucristo.
Ayacucho y sus iglesias
Ayacucho es conocida como la ‘ciudad de las 33 iglesias’. Esta característica la convierte en uno de los lugares más atractivos para visitar durante la Semana Santa, una fecha especial para los que buscan vivir con fe las celebraciones religiosas.
Entre sus iglesias más conocidas están La Merced, Santo Domingo, San Juan de Dios, San Francisco y Santa Clara. También figuran Santa Ana, Magdalena, San Agustín, San Sebastián, Santa Teresa, San Francisco de Paula y La Buena Muerte, todas con una gran historia y un valor especial para los ayacuchanos.
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