Esta es la planta medicinal que mejora la salud del hígado graso y ayuda a prevenir la cirrosis hepática

Esta hierba contiene compuestos activos que favorecen la depuración hepática, ayudando al hígado a metabolizar mejor las grasas y eliminarlas del organismo

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El toronjil es una planta
El toronjil es una planta reconocida por sus propiedades antiinflamatorias, digestivas y hepatoprotectoras (Wikipedia)

En Perú, el hígado graso afecta a un 30% de la población. Aunque sus síntomas suelen pasar desapercibidos hasta etapas avanzadas, esta condición representa la principal causa de cirrosis hepática en el país. Según el diario El Peruano, “se estima que las enfermedades hepáticas pueden desarrollarse durante más de 20 años sin presentar señales claras”, lo que incrementa considerablemente el riesgo de complicaciones fatales.

El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Actúa como un filtro natural que elimina toxinas, procesa nutrientes, produce bilis para la digestión y almacena energía. Cuando el hígado se ve afectado por una acumulación excesiva de grasa, se habla de hígado graso, una condición cada vez más común debido al sedentarismo, la mala alimentación y el consumo excesivo de alcohol. Si no se trata a tiempo, esta afección puede evolucionar hacia cirrosis hepática, una enfermedad crónica y progresiva que deteriora gravemente la función hepática y puede incluso llevar a la insuficiencia hepática o al cáncer de hígado.

La cirrosis provoca síntomas como fatiga, retención de líquidos, ictericia, problemas digestivos y daño irreversible en los tejidos hepáticos. Por ello, cuidar el hígado desde etapas tempranas es fundamental. Afortunadamente, existen alternativas naturales que pueden apoyar la salud hepática, y una de las más destacadas es una planta medicinal conocida como toronjil o melisa (Melissa officinalis), reconocida por sus propiedades antiinflamatorias, digestivas y hepatoprotectoras.

El toronjil mejora la salud del hígado graso

El extracto de toronjil puede
El extracto de toronjil puede ayudar a disminuir los niveles de lípidos en el hígado (Mundodeportivo)

El toronjil es una planta medicinal tradicionalmente utilizada para calmar los nervios y mejorar la digestión, pero en los últimos años también ha sido estudiada por sus beneficios sobre el hígado. Contiene ácido rosmarínico, flavonoides y compuestos antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación y el estrés oxidativo, dos factores clave en el desarrollo del hígado graso.

Estos compuestos activos favorecen la depuración hepática, ayudando al hígado a metabolizar mejor las grasas y eliminarlas del organismo. Asimismo, el toronjil mejora la función de las enzimas hepáticas y protege las células del hígado frente al daño causado por los radicales libres. Su efecto antioxidante también previene la acumulación de grasa en el hígado, lo que contribuye a su recuperación progresiva.

Además, el extracto de toronjil puede ayudar a disminuir los niveles de lípidos en el hígado y a mejorar la sensibilidad a la insulina, dos factores importantes en el tratamiento del hígado graso no alcohólico.

El toronjil previene la cirrosis hepática

Además de ayudar con el hígado graso, el toronjil también muestra potencial para prevenir la evolución hacia la cirrosis hepática. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y protectoras del tejido hepático, puede reducir el daño progresivo al hígado. La inflamación crónica del hígado es una de las principales causas de cicatrización o fibrosis, que con el tiempo deriva en cirrosis. Al disminuir esta inflamación y proteger las células hepáticas, el toronjil contribuye a frenar ese proceso degenerativo.

La infusión es la forma
La infusión es la forma más común y efectiva de consumir el toronjil para obtener sus beneficios hepáticos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, al favorecer la regeneración celular y mejorar la circulación sanguínea en el hígado, esta planta ayuda a mantener la estructura y función hepática por más tiempo. Aunque no sustituye el tratamiento médico, el toronjil puede ser un complemento natural muy útil en etapas tempranas o como medida preventiva en personas con factores de riesgo.

Cómo consumir el toronjil para cuidar la salud del hígado

El toronjil puede consumirse de diferentes formas, siendo la infusión la más común y efectiva para obtener sus beneficios hepáticos. Para prepararla, se recomienda añadir una cucharada de hojas secas de toronjil a una taza de agua caliente, dejar reposar durante 10 minutos, colar y beber dos veces al día, preferentemente después de las comidas.

También está disponible en cápsulas, que ofrecen una concentración más precisa y práctica de sus compuestos activos. Es fundamental acompañar el consumo de toronjil con una dieta equilibrada, baja en grasas saturadas y azúcares, además de realizar actividad física regularmente. Esta combinación potencia los efectos del toronjil y ayuda a mantener el hígado sano.

Otras plantas medicinales beneficiosas para el hígado

Además del toronjil, existen otras plantas medicinales que contribuyen a mejorar la salud del hígado graso y prevenir la cirrosis hepática. Entre las más destacadas se encuentran la alcachofa, que estimula la producción de bilis y favorece la digestión de grasas; y el diente de león, que ayuda a desintoxicar el hígado y reducir la inflamación. Estas plantas, utilizadas en infusiones o extractos, pueden ser aliadas naturales en el cuidado hepático, especialmente cuando se acompañan de una dieta saludable y ejercicio regular.

Cómo el hígado graso y la cirrosis hepática afectan la salud

El hígado graso y la cirrosis hepática afectan gravemente la salud al comprometer funciones esenciales del hígado, como la desintoxicación, la producción de proteínas y la regulación del metabolismo.

El hígado graso, causado por acumulación de grasa, puede ser asintomático, pero con el tiempo puede progresar a inflamación y daño hepático.

La cirrosis, etapa avanzada de daño hepático, implica la formación de tejido cicatricial que limita el funcionamiento del órgano, lo que aumenta el riesgo de cáncer de hígado. Ambas condiciones requieren atención médica para prevenir complicaciones graves e incluso la muerte.