Paro de transportistas en Lima y Callao confirmado para el jueves 10 de abril: Se espera que 460 empresas acaten medida de fuerza

El presidente de la Asociación Nacional de Integración de Transportistas (ANITRA) exhortó a otros sectores a unirse a la protesta ante la ola de asesinatos de la que son víctimas

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Se confirmó un nuevo paro
Se confirmó un nuevo paro de transportistas para este jueves 10 de abril. (Foto: Andina)

El gremio de transporte urbano confirmó que acatarán un paro en Lima y Callao este jueves 10 de abril como un pedido de auxilio ante las constantes muertes que sufren sus compañeros a diario a manos de las organizaciones criminales que se dedican a la extorsión, sicariato y cobro de cupos.

Así lo informó Martín Valeriano, presidente de la Asociación Nacional de Integración de Transportistas (ANITRA), a través de un comunicado, con el cual espera que otros sectores se adhieran a esta medida de fuerza.

“Estamos en una guerra, los emprendedores, trabajadores independientes, transportistas y toda la clase trabajadora vienen siendo asesinados dejando a miles de familias en total desamparo”, detalló.

“ANITRA convoca a todos los sectores del transporte formal a ser parte de esta paralización, también hacemos una apertura a todos los gremios de transporte de Lima y Callao para tratar este principal problema que cada vez se viene agudizando en nuestro sector. Hoy no tendrás problema, pero mañana la extorsión tocará tu puerta y será muy tarde”, agregó.

En diálogo con Infobae Perú, Valeriano arremetió contra las autoridades, en específico, el nuevo titular del Ministerio de Interior (Mininter), Julio Díaz Zulueta, por no cumplir con el plazo que le dieron para recrudecer sus medidas adoptadas para combatir la inseguridad ciudadana, como el estado de emergencia.

“Ya no podemos esperar más, nos siguen pidiendo plazos y más plazos, pero siguen matando a nuestros compañeros choferes. Tenemos que salir a detener este baño de sangre que sufre el transporte urbano y que también pone en peligro a nuestro público usuario”, sostuvo.

Según detalló el dirigente gremial, esperan que todos los gremios de transporte público paralicen sus funciones este 10 de abril y se junten en un solo puño para salir a marchar hasta el Congreso de la República.

“Este gobierno nos obliga a salir a las calles este jueves 10. Esperamos que sean las 460 empresas de transportistas públicos de Lima y Callao. Tenemos que salir ante la inoperancia de la Policía, que no nos da seguridad”, manifestó.

“Dentro de unos días vamos a detallar cómo se realizará la protesta, porque, más que propuestas, lo que necesitamos es que se pongan a trabajar. Es más que evidente que al gobierno no le interesan las muertes de los choferes, todo queda impune”, continuó.

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Se espera que paro en Lima y Callao sea acatado por las 460 empresas de transporte público. Foto: Noelia Vallve / Wayka

¿Cómo se desarrolló el paro de este lunes 7 de abril?

Desde las 4 de la mañana de este lunes 7 de abril, Lima vivió una jornada de paro y protestas por parte de un sector de transportistas de Lima Norte que exigían medidas contra la creciente ola de extorsiones y violencia en su sector. La manifestación, que comenzó en el paradero Fundición de Puente Piedra, involucró a empresas como Etuchisa (“El Chino”), Vipusa, El Rápido y Consorcio, entre otras.

Los conductores bloquearon vías principales, incluyendo la Panamericana Sur, y organizaron una marcha hacia el Congreso de la República para presentar sus demandas. La Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) expresó su respeto al derecho a la manifestación pacífica, pero rechazó cualquier coacción a quienes decidieron operar durante el paro.

La protesta se originó tras el asesinato de Loymer Noé Benigno, conductor de Etuchisa, el 4 de abril en Los Olivos. Este incidente reflejó la creciente violencia que enfrentan los transportistas, con más de una decena de asesinatos en lo que va del año.

La jornada afectó a usuarios del transporte público, que enfrentaron largas esperas y aglomeraciones en paraderos debido a la reducción de unidades en circulación. En lugares como Puente Nuevo, se registraron empujones y peleas entre pasajeros que intentaban abordar los pocos buses disponibles.